Atención escolar a menores refugiados

Un proyecto de ACNUR permite que 6.000 niños y niñas iraquíes acudan a la escuela en Egipto
Por Azucena García 11 de octubre de 2007
Img escuela refugiados
Imagen: Andrew Larsen

La Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) ha puesto en marcha un proyecto para permitir que miles de niños y niñas iraquíes asistan a la escuela durante este curso. Se trata de una iniciativa dirigida a aquellos menores refugiados que no pueden estudiar por sus propios medios, bien porque carecen de recursos económicos suficientes o debido al conflicto que vive el país. En total, unos 6.000 pequeños y pequeñas se beneficiarán de este programa de becas, que asume los costes de matrícula, transporte y uniforme.

Está previsto que estas ayudas se concedan durante el periodo de escolarización en colegios e institutos, por lo que se buscan nuevas vías de ingresos como la iniciativa internacional ninemillion.org, que pretende recaudar 220 millones de dólares para que todos los niños y niñas refugiados puedan asistir a la escuela en 2010.

El objetivo es que todos los niños y niñas refugiados puedan asistir a la escuela en 2010

En concreto, la campaña quiere llegar a los nueve millones de menores refugiados como consecuencia de los conflictos violentos que afectan a sus respectivos países. Irak, Darfur y Colombia son las prioridades de la primera fase. Esta etapa incluye tanto los gastos de escolarización en los ciclos de primaria y secundaria, como los costes de formación en nuevas tecnologías, programas deportivos, atención

A través del sitio web habilitado para esta campaña, se pueden hacer desde pequeños donativos de 2 dólares para comprar una decena de libros de texto o de 20 dólares para adquirir un uniforme, hasta aportaciones de 3.000 dólares para rehabilitar por completo un aula de estudio. «Nueve millones de niños y niñas han tenido que huir de sus casas y corren el riesgo de perder la parte más importante de su infancia: la educación», recuerda ACNUR.

Llamamiento conjunto con Unicef

La iniciativa de ACNUR cuenta con el apoyo de numerosas entidades que defienden los intereses de los menores y, en particular, del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Ambas organizaciones pretenden recaudar hasta agosto de 2008 un total de 129 millones de dólares, para permitir que 100.000 niños y niñas iraquíes puedan ser escolarizados en Siria, 50.000 más en Jordania, 2.000 en Egipto, 1.500 en Líbano y otros 1.500 en diferentes lugares de la región.

Muchas aulas están atestadas de estudiantes, debido al número creciente de familias que huyen de su país

A pesar de que países como Egipto y Líbano proporcionan desde hace años ayuda a menores desplazados y solicitantes de asilo en edad escolar, cada vez más familias iraquíes abandonan su hogar en busca de un futuro mejor. Esta situación ha propiciado que muchas aulas se vean desbordadas por el importante volumen de estudiantes que llega cada año y ha puesto sobre la mesa la necesidad de encontrar solución al abandono escolar derivado de la dificultad para atender de manera adecuada a todos los alumnos y alumnas. «Muchas mujeres cabeza de familia ven preocupadas cómo sus hijos e hijas a menudo no van al colegio, se quedan en apartamentos atestados u están obligados a vivir en la calle, potencialmente expuestos al abuso y a una marginación de la que les costará salir», denuncian ambas entidades.

El proyecto de ACNUR y UNICEFF, que concluirá en diciembre de 2008, se centra en encontrar una solución para los menores que tuvieron que interrumpir sus estudios a causa de la guerra o por falta de recursos económicos. Para ello, se desarrollará e implementará un plan de acción multisectorial, que permita ampliar la capacidad de absorción de colegios públicos, reintegrar a los niños y niñas que abandonaron sus estudios, apoyar a las familias con menos recursos y animar a éstas para que inscriban a sus hijos e hijas en el colegio.

Las estrategias para cumplir estos fines contemplan la construcción de nuevos colegios y la rehabilitación de edificios antiguos, además de la contratación de personal adicional para evitar el hacinamiento en las aulas. Se estima que serán necesarios 4.000 nuevos profesores y profesoras para atender a los 155.000 niños y niñas refugiados iraquíes que se quiere escolarizar hasta finales del próximo año.

Educación para adultos

Por su parte, la ONG Manos Unidas colaborará durante este curso con un programa de educación para adultos en Mbarara (Uganda), cuyo objetivo es elevar el nivel de alfabetización y la formación en nutrición, higiene y labores agrícolas. Se trata de capacitar a personas analfabetas y, especialmente, a mujeres mayores de 18 años, para que puedan realizar actividades que les generen ingresos. Se prevé que unas 1.200 personas se beneficien directamente de este proyecto y que otras 12.000 lo hagan de manera indirecta.

El distrito de Mbarara está ubicado en el sudoeste de Uganda, cerca de la frontera con Tanzania. Constituye una zona rural en la que las lluvias son abundantes y el clima es suave. En esta región, la mayoría de las personas adultas nunca han asistido a la escuela y su único medio de vida es trabajar para los grandes propietarios de terrenos. Por ello, en 1992 se lanzó el programa de Alfabetización Funcional para Adultos (Functional Adult Literacy Program), del que Manos Unidos se hará cargo en Mbarara. Gracias a este programa, muchas personas han aprendido a leer y a escribir, así como nociones básicas de aritmética, higiene, nutrición y gestión de negocios locales.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube