El Gobierno chino ha anunciado la puesta en marcha de un plan para acabar con el tráfico de personas que, según el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), afectó a 250.000 mujeres y niños del gigante asiático en el año 2003. El objetivo de las autoridades chinas es cumplir el acuerdo asiático firmado en 2004 contra esta lacra, y acallar las críticas sobre la situación que vive el país.
«Si el plan se aprueba, servirá para aclarar las responsabilidades de los ministerios implicados», explicó Wan Yan, representante chino en la reunión de la Iniciativa Ministerial Coordinada contra el Tráfico de Humanos en Mekong (COMMIT), que se celebra estos días en Pekín.
El COMMIT, formado por China, Camboya, Lagos, Birmania, Tailandia y Vietnam, se creó en 2004 para combatir de forma regional el tráfico de humanos.
Según Wan, «ningún gobierno puede resolver por su cuenta los problemas de tráfico trasnacional a no ser que coopere en los temas acordados, y la cooperación multiministerial es la única forma de luchar contra este crimen».
Por su parte, Susu Thatun, responsable del programa de Naciones Unidas contra el tráfico de personas en la región del Mekong, reconoció que la apertura de fronteras de los años 90, que propició el desarrollo económico de la zona, también favoreció el mercadeo de personas.