Cada 21 de septiembre desde hace 16 años se celebra el Día Internacional de la Paz. Esta jornada sirve para recordar los logros conseguidos en materia de paz y no olvidar los lugares donde aún conviven con conflictos armados o regímenes políticos en los que gobierna la violencia y el autoritarismo. También constituye un día para seguir sensibilizando a las personas e instituciones que tienen posibilidades de colaborar con alguna iniciativa social. En este artículo se muestran ocho causas a las que apoyar para seguir luchando por el respeto, la seguridad y la dignidad de todos.
Este año la celebración del Día Internacional de la Paz se centrará en movilizar a la ciudadanía mundial para que muestre su apoyo a los refugiados y migrantes. Se destacará el valor de la solidaridad y se mostrarán los beneficios que aportan las personas desplazadas a las economías y los países, además de abordar las preocupaciones legítimas de las comunidades de acogida.
Uno de los grandes ejemplos de lucha por la paz y los derechos humanos ha sido Nelson Mandela, el primer presidente de Sudáfrica libre que durante 67 años se puso al servicio de la humanidad. De entre sus frases célebres, no conviene olvidar esta: «La paz no es simplemente la ausencia de conflicto; la paz es la creación de un entorno en el que todos podamos prosperar, independientemente de raza, color, credo, religión, sexo, clase, casta o cualquier otra característica social que nos distinga».
En la línea de este enunciado a continuación se enumeran una serie de causas que se pueden apoyar sin ir muy lejos, ayudando en el entorno cercano y favoreciendo que otras personas de alrededor prosperen, o colaborando con aquellos países que viven conflictos y crisis humanitarias.
1. Refugiados sirios en Europa
Tras seis años de combates en Siria, con más de 250.000 muertos, 13,5 millones de personas luchando por sobrevivir y más de 12 millones de desplazados, entró en vigor el alto el fuego parcial acordado entre Estados Unidos y Rusia el pasado julio. Con incertidumbre sobre el desenlace final y el cese de las hostilidades, hay mucho que hacer en esta zona y también en los países europeos a los que llegaron las personas refugiadas.
- Ocho formas de ayudar a las personas refugiadas que siguen viviendo en Grecia.
2. Ayuda a Filipinas
La situación humanitaria en la ciudad de Marawi (Filipinas) es crítica desde que estalló la violencia el 23 de mayo entre el ejército y los rebeldes islamistas del llamado «Grupo Maute», asociado a Dáesh. Desde entonces se ha producido un éxodo masivo de personas en vehículos públicos o privados e, incluso, a pie para recorrer los 30 kilómetros que separan Marawi de Iligan, en la región de Mindanao del Norte.
De los más de 227.000 desplazados internos, al menos 17.000 han tenido que refugiarse en 30 centros de evacuación temporales que cuentan con instalaciones sanitarias muy deficientes en Lanao del Norte y Lanao del Sur. Se estima que el 70% de las familias evacuadas carecen de ingresos para mantenerse y dependen de la ayuda humanitaria. Se calcula que unas 3.700 podrían estar atrapadas por el conflicto.
Asociaciones como Acción contra el Hambre están presente en el país desde los primeros momentos de la crisis. Esta ONG lo está para analizar las necesidades más inmediatas y movilizar a sus equipos a fin de distribuir elementos básicos como agua potable, letrinas, jabón, pasta de dientes, pañales para bebés, mosquiteras, lonas para protegerse de la lluvia, sábanas, mantas y utensilios para concinar.
3. Conocer a una persona de otra cultura
Un gesto de paz al alcance de cualquiera es relacionarse con personas de otras culturas. España es un país multicultural donde viven personas de diferentes razas y culturas. Pero, aunque a veces se compartan los mismos espacios, no siempre se produce la mezcla y la cercanía entre personas de diferentes culturas. Mostrar apertura, flexibilidad, interés por la vida de otra persona que viene de otro país es fomentar el respeto por el ser humano. También se tiene la posibilidad de hacer un voluntariado internacional y conocer de cerca la realidad de otras personas.
4. Niños soldado y conflictos armados
Cerca de 250 millones de niños y niñas están implicados de una forma u otra en un conflicto armado en 20 países de todo el mundo. Al menos, 18 países reclutan en la actualidad a 300.000 menores para combatir, ser mensajeros, espías, porteadores, cocineros o, en el caso de las niñas, esclavas sexuales.
Para acabar con el reclutamiento de los menores, favorecer su liberación y la reintegración de quienes han sobrevivido a la barbarie, es necesario el trabajo de organizaciones como UNICEF. Hacerse socio de esta organización es una manera de apoyar la garantía y posibilidad de una educación para los niños soldado, proveerles de oportunidades socioeconómicas reales y favorecer la opción de decidir su propio futuro.
5. Armas bajo control
Se puede colaborar en la Campaña Armas Bajo Control puesta en marcha por varias ONG (Amnistía Internacional, Greenpeace, FundiPau y Oxfam Intermón) para denunciar el riesgo de complicidad en la comisión de crímenes contra el derecho internacional donde incurren algunas exportaciones de armamento español.
España es el séptimo país del planeta que más armas exporta (el 3% del volumen global) con operaciones especialmente preocupantes. Entre los destinos más polémicos de las armas españolas están Egipto, Arabia Saudí, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Malí, Afganistán, Turquía, Marruecos, Colombia, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Israel, Túnez, Tailandia y Malasia. Las ONG piden que una subcomisión parlamentaria estudie la aplicación de la ley de Comercio de Armas para reforzar su transparencia.
6. Ayudar en la búsqueda de empleo
Siempre hay una manera de ayudar a otros y, en este momento, son muchos quienes buscan trabajo. Basta con facilitar un contacto, proporcionar el teléfono de un centro de empleo u ONG que apoyan en la orientación laboral, dar un consejo para una entrevista de trabajo o ayudar con algunas apps y redes sociales a quienes tienen más trabas con ello, sobre todo a las personas mayores de 45 años o personas con discapacidad.
7. Luchar contra la LGTBfobia
Las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero o intersexuales padecen el estigma social, la exclusión y el prejuicio en el empleo, el hogar, el centro de estudio, instituciones de atención de la salud y muchas otras facetas de su vida. En España el 38% de las personas LGTBQ se han sentido discriminadas o perseguidas, aunque solo un 10% denuncia las agresiones. Sumarse a las campañas que promueven la denuncia de los crímenes de odio y señalar las acciones y hechos xenófobos es una manera de contribuir a un contexto social pacífico y tolerante.
8. Birmanízate
La Fundación Colabora Birmania, a través de la celebración de eventos en España (conciertos, caminatas, cenas, paellas…), financia proyectos concretos en Mae Sot que mejoran la vida de la población birmana refugiada en Tailandia. A través de sus proyectos favorecen que los niños de una escuela tengan comida para todo el año, se pueda comprar una ambulancia, construir una guardería o completar un colegio con pupitres.
La paz es necesaria en Birmania, un país en guerra desde 1948, con una violencia interna contra la junta militar que gobierna desde 1988 y con consecuencias devastadoras tras el paso del ciclón Nargis en 2008.
