El ciclón «Nargis» podría haber provocado 100.000 muertes, según fuentes diplomáticas

El reparto de ayuda en Myanmar se retrasa por las restricciones de la junta militar
Por EROSKI Consumer 8 de mayo de 2008

La junta militar que gobierna Myanmar, la antigua Birmania, no está facilitando como debiera la entrada de ayuda humanitaria para los afectados por el ciclón «Nargis». Los complicados trámites burocráticos están retrasando el reparto de la asistencia, según han denunciado las ONG.

Hasta ayer, el Ejecutivo birmano no autorizó el aterrizaje del primer avión de la ONU con ayuda humanitaria, aunque previamente había recibido otros envíos por Tailandia, India y Bangladesh. «Algunos cooperantes esperan para entrar en el país», se quejó una portavoz de Naciones Unidas, que ha decretado zona catastrófica el delta del río Irrawaddy, la región más afectada por los vientos de hasta 240 kilómetros por hora y las olas de tres metros que azotaron el sur del país el pasado fin de semana.

Las autoridades birmanas también han dado la autorización para que se repartan 800 toneladas de arroz que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) tenía almacenadas desde hace días en Rangún. La especulación y la escasez han disparado los precios de los artículos de primera necesidad, que se pagan hasta cinco veces más caros que hace una semana.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), por su parte, ha instado a la junta militar a agilizar los trámites burocráticos y le ha recordado que, en estas situaciones, los niños son los más vulnerables a males como el dengue, cuyo caldo de cultivo es el agua estancada.

La especulación y la escasez han disparado los precios de los artículos de primera necesidad

Unicef trabaja para suministrar servicios básicos, entre ellos agua y saneamiento, garantizar la protección de la infancia y tratar de que la educación de los menores se interrumpa lo menos posible. Ya ha enviado a las zonas afectadas sobres de sales de rehidratación oral, potabilizadoras, botiquines, equipos médicos y lonas para refugios.

100.000 muertos

El portavoz en Bangkok de la Oficina para la Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA), Richard Horsey, explicó que «casi toda la parte inferior del delta, que tiene 5.000 kilómetros cuadrados, está bajo las aguas». A medida que mengüen y afloren los devastadores efectos del ciclón, la cifra de víctimas se incrementará «dramáticamente», casi con toda probabilidad.

La junta militar eleva el número de muertos a 22.500, pero Naciones Unidas ya ha reconocido que el balance podría aumentar «muy significativamente». Según Shari Villarosa, máxima representante diplomática de Estados Unidos en el país del sudeste asiático, la cifra de muertos podría llegar a los 100.000. La diplomática habló también de 70.000 personas desaparecidas en el delta del Irrawaddy.

A medida que mengüen y afloren los devastadores efectos del ciclón, la cifra de víctimas se incrementará «dramáticamente»

De momento, la escasa ayuda humanitaria disponible se reparte en Rangún, la principal ciudad del país, y sus alrededores, al tiempo que un convoy había partido hacia Labutta, una de las localidades más castigadas por el «Nargis» y donde habrían perecido al menos un millar de personas.

Debido al precario estado de las carreteras, muchas de las cuales están anegadas o intransitables tras haber sido arrasadas, la mayoría de las zonas costeras continúan sin recibir ayuda, al margen de los pocos víveres lanzados desde algunos helicópteros militares.

Carencia de arroz

«Nargis» ha arrasado además zonas donde se hallaban más de dos tercios de los cultivos de arroz, por lo que Myanmar, hace años el mayor productor de este cereal del sudeste asiático, sufrirá una carencia de grano en los próximos meses.

Las ONG advierten de que la tragedia causará una todavía mayor escasez de alimentos para los 53 millones de birmanos, la mitad de los cuales vive por debajo del umbral de la pobreza.

En concreto, las regiones de Irrawaddy, Pegu y Rangún y los Estados de Karen y Mon, donde se mantiene el estado de excepción, producen el 65% del arroz del país.

«Nargis» ha arrasado zonas donde se hallaban más de dos tercios de los cultivos de arroz, por lo que habrá carencia de grano en los próximos meses

Hasta ahora, Myanmar había logrado mantenerse a salvo de la crisis por el aumento del precio del arroz en el mercado internacional que afecta a las naciones vecinas, gracias a que sus cultivos satisfacían la demanda doméstica. Pero «Nargis» se ha llevado la mayor parte de los arrozales del país, lo que provocará una carencia generalizada que podría prolongarse hasta 24 meses, según el PMA.

Por otra parte, el PMA ha alertado de que los arrozales del delta del río Irrawaddy se verán perjudicados por la salinidad y las aguas contaminadas de las inundaciones de «Nargis», lo que obligará a racionar la comida al menos durante los próximos seis meses.

También se teme que este desastre origine un nuevo levantamiento contra la junta militar como el del pasado septiembre, que comenzó con protestas pacíficas por el incremento del coste de los combustibles. Entonces las marchas estuvieron lideradas por los monjes budistas. El Gobierno birmano admite sólo 15 muertos durante la represión de las manifestaciones, pero la disidencia calcula que al menos 138 personas perdieron la vida.

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