El niño afgano Bashir Hambullah llegó ayer a España para ser tratado del tumor linfático en el cuello que ha deformado su cara y amenaza con obstruir en pocos días sus vías respiratorias y asfixiarle. El Boeing 707 que trasladó a Bashir hasta Madrid tomó tierra pasadas las seis y media de la tarde en la base militar de Torrejón. El niño viajó en el mismo aparato que el ministro de Defensa, Federico Trillo, quien regresaba de Afganistán tras visitar el pasado domingo a las tropas que conforman el contingente español desplegado en ese país.
Nada más tomar tierra, el niño fue trasladado en una ambulancia hasta el Hospital Militar Gómez Ulla, donde quedó ingresado para ser sometido en los próximos días a un exhaustivo estudio oncológico. Cuando los doctores hayan elaborado sus primeros informes, decidirán en qué hospital infantil será tratado.
Bashir viaja acompañado por un tío paterno, de nombre Gulam Momad, un intérprete del Ejército de Tierra y dos médicos militares desplazados hasta la localidad de Bagram para ayudar en su traslado. Según las fuentes militares y médicas consultadas, el estado de ánimo del joven es bueno, si bien antes de la partida estaba un poco asustado debido al largo viaje que le esperaba y a que nunca había visto un avión de cerca.
Emoción en la despedida
Según señaló el teniente coronel médico Luis Borobia, uno de los doctores que le atendieron en Bagram, la partida fue muy emocionante debido a que acudieron a despedirle al aeropuerto su padre, su madre, su abuelo y otros familiares. Durante su estancia en España, su padre podrá hablar con él y seguir su tratamiento a través de videoconferencias gracias a equipos instalados en la sede de la Unidad Médica de Apoyo al Despliegue Aéreo (UMAD) que el Ejército del Aire ha destacado en Bagram.
Borovia aseguró que el niño no presenta ninguna dolencia añadida al tumor linfático y está bien nutrido. Bashir no necesitó asistencia antes del vuelo y se trasladó por su propio pie hasta el avión. Durante el viaje, estuvo muy tranquilo, entretenido con unos juguetes que el ministro le regaló. Bashir, de 10 años de edad, es el mayor de cinco hermanos. Pertenece a una familia de la etnia Farsí, que vive en la aldea Morad Jojah, muy próxima al poblado Dehe Vali. Allí le hallaron unos colaboradores de Médicos sin Fronteras hace dos semanas.
El capitán médico Laguardia Chueca, de la UMAD, que estaba inspeccionando la zona, tuvo conocimiento de su caso y le trasladó al hospital de campaña de Bagram, donde le han atendido hasta ahora.
