Entrevista

Eloina Linares. Presidenta de la Federación Niños del Mundo

El principal problema al que se enfrentan los niños y niñas es la inestabilidad familiar
Por Miren Rodríguez 23 de agosto de 2006
Img eloinad
Imagen: opclibra

Más de veinte años colaborando como voluntaria, primero en Cáritas y ahora en Federación Niños del Mundo, Eloina Linares trabaja más de diez horas al día no sólo en su despacho-resolviendo trámites burocráticos- sino en el almacén de su sede en Cabezón de la Sal (Cantabria) cargando y controlando el envío de ayuda humanitaria y después, en el lugar de destino donde colabora repartiendo los enseres donados. Como presidenta de Federación Niños del Mundo, Eloina Linares ha dedicado su vida a luchar por los niños y niñas enfermos y desfavorecidos de todo el mundo. Linares ha conocido en sus múltiples viajes a los países del Este y a Latinoamérica la situación de millones de niños y niñas que viven en orfanatos y en la calle sin el referente familiar. “Los niños necesitan saber que forman parte de una familia. El Principal problema al que se enfrentan los menores de los países más pobres es la inestabilidad familiar”, recuerda. Por eso entre las principales labores de esta ONG está el programa de acogida temporal de niños enfermos de radiaciones nucleares. “Una gota en el océano”, confiesa.

¿En qué líneas de actuación se centra Federación Niños del Mundo?

Las actuaciones de la Federación giran en torno a dos líneas complementarias: por un lado la acogida en España de niños procedentes de países afectados por catástrofes ecológicas o condiciones extraordinarias, con el fin de favorecer su rehabilitación psicológica, sanitaria y social. En la actualidad nuestros esfuerzos en esta línea han sido dirigidos hacia niños procedentes de zonas afectadas por radiaciones en Rusia y Ucrania.

¿Qué requisitos debe cumplir una familia o una persona que quiera acoger temporalmente a niños?

El principal requisito que deben cumplir las autonomías españolas es la aprobación de la familia por parte de los servicios sociales. Los asistentes sociales redactan un informe donde se expresa claramente que una familia cumple o no las condiciones necesarias para que un niño o niña pase una temporada en el seno de esta familia española.

¿Cuántas familias han solicitado la acogida temporal de estos niños en nuestro país?

Depende mucho de zonas, pero ahora mismo tenemos alrededor de 800 menores, es una cifra que parece alta pero que no lo es porque se podrían ayudar a muchos más niños enfermos por las radiaciones.

¿Cuáles son las secuelas de los niños que proceden de países afectados por catástrofes ecológicas o condiciones extraordinarias?

Desde el año 1994 traemos principalmente a niños procedentes de Rusia. Niños que padecen sobre todo cáncer de tiroides y problemas renales, aunque también llegan niños con muchos síntomas o con enfermedades ya desarrolladas. Por ejemplo, a Palma de Mallorca vienen menores inválidos, y hay otros con secuelas menos graves como dolencias del corazón. Lo que debe quedar claro es que ningún niño trae enfermedades contagiosas.

“Debe quedar claro que ningún niño trae enfermedades contagiosas”

¿Las familias de acogida requieren algún conocimiento sobre cuidados médicos específicos? ¿Deben realizar algún curso de atención especial?

No. No es necesario porque los niños llegan a España con una monitora y una traductora que habla perfectamente español. Esta monitora es la tutora legal de los niños bajo acta notarial. Como todos son niños que proceden de orfanatos y el país es tan grande, la competencia de estos menores será de una institución u otra en función de las zonas, que en unos casos será del Ministerio de Educación y en otra del Ministerio de Servicios Sociales. Y esta monitora-tutora legal de los menores es la responsable de informar a las familias españolas acerca de los problemas de salud que tiene el niño o la niña, la alimentación que debe seguir, etc. En definitiva, explica los cuidados que cada uno de ellos requiere. Normalmente estas monitoras suele ser profesoras del orfanato o la propia directora.

¿Las familias españolas de acogida tienen la opción de adoptar a estos niños y niñas?

No. Pero de repetir la estancia con nosotros sí.

“Estos menores no pueden ser adoptados, pero pueden repetir la estancia con nosotros en España”
De hecho hay niños que han venido la primera vez con seis años y que han repetido anualmente hasta que han cumplido los dieciocho años, que es la edad máxima para formar parte de este programa con nosotros, un programa del que estamos muy orgullosos, aunque sabemos que el camino es largo y esto no es más que una gota en el océano.

Una vez que acaban su estancia en nuestro país, ¿los niños regresan a los orfanatos?

Sí, vuelven a los orfanatos de los que salieron. Nosotros les hacemos un seguimiento y hemos podido comprobar que si uno de estos niños es especialmente inteligente, a partir de los dieciocho años pueden conseguir una beca para estudiar una carrera. Pero lo normal es que vayan a pisos tutelados por el Estado y ahí les enseñan una profesión, aunque muchísimos terminan en las calles, en la prostitución, drogas, robos….

¿Cuántos menores se han beneficiado del Programa de acogida temporal desde que Federación Niños del Mundo iniciara su labor solidaria?

Desde el año 1993 habremos ayudado a miles y miles de niños. Cada año tenemos entre 750 y 800 niños rusos y diez niños proceden de Bolivia.

Centrándonos ahora en la otra actividad de Federación Niños del Mundo ¿cómo se gestiona el envío de ayuda humanitaria a los países más pobres?

Mandamos ayuda humanitaria a Perú, desde Lima hasta la selva, a Chile, desde Molina hasta el desierto de Atacama, a Bolivia, a Guatemala y a Brasil, Ecuador… Y enviamos fundamentalmente alimentos, ropa, calzado, material escolar, sanitario. Hemos mandado hospitales enteros, desde la cama hasta el equipo de rayos X. El envío a nuestra Federación lo pueden hacer particulares anónimos o pequeñas empresas de ropa o alimentación que tienen un stock parado y lo aprovechamos para enviarlo a estos países.

¿Cuáles son los proyectos más inmediatos en los que trabaja Federación Niños del Mundo?

Ahora mismo estamos trabajando en la creación de ludotecas y en apoyar las escuelas de estas zonas, en tratar de que tengan material escolar, sillas, cuberterías para los comedores, etc. y sobre todo enviar a cooperantes a trabajar allí.

¿Desde su experiencia durante dos décadas en los que ha trabajado con menores no sólo de los países del este, sino de Latinoamérica, cuáles son los principales problemas con los que enfrentan los niños de los países más pobres?

Millones de niños en el mundo necesitan contar con estabilidad familiar, y desde el punto de vista médico muchos niños enfermos necesitan cuidados específicos, como los niños afectados por radiaciones en Rusia y Ucrania.

Entre los Objetivos del Milenio se halla la consecución de la enseñanza primaria universal para el año 2015, ¿cree que se conseguirá?

Yo creo que si todos trabajamos como ahora sí lo conseguiremos.

“Si todos trabajamos como hasta ahora conseguiremos llegar a los Objetivos del Milenio”
Pienso en todo lo que hemos conseguido desde que empezamos hace más de una década y es muchísimo. Ahora, hay que trabajar muy duro.

Además de la educación, ¿cuáles son los principales problemas que afectan a los niños de los países del Sur?

A mí lo que más me impresiona y me preocupa mucho es el abandono de los niños y niñas. Hace dos años estuve en Perú y vi muhísimos niños en la calle, abandonados. También en Rusia hay miles y miles de niños en orfanatos. Pero es peor la situación de los niños que viven en la calle, muchos en Latinoamérica. Yo pienso que los niños son nuestro futuro y son ellos a quienes tenemos que ayudar.

¿Qué podemos hacer desde los países ricos para contribuir a que mejore la calidad de vida estos niños?

Colaborar de una manera u otra, ya sea enviando ropa fuera de temporada, siempre que esté en buenas condiciones y limpia, bien recibiendo a niños enfermos durante unos meses….Pedimos a las pequeñas empresas que envíen los productos que no van a vender o las partidas que hayan descartado porque se reciben con los brazos abiertos en cientos de comunidades en todo el mundo. Se necesita desde un lapicero a una camilla de hospital.

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