Entrevista

Teresa Arranz, directora de AD Los Molinos

El mercado laboral cada vez exige una mayor cualificación y requiere movilidad y flexibilización
Por Esther Camuñas 18 de noviembre de 2016
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Imagen: AD Los Molinos

AD Los Molinos es una asociación que trabaja para promover la inserción social y laboral de las personas más vulnerables. Su directora, Teresa Arranz, quien ha visto nacer la organización, señala que, “aunque la tasa de paro ha descendido en los últimos tres años, los empleos que se están creando son de muy baja productividad debido a la alta temporalidad, las jornadas reducidas y los bajos salarios”. Después de ocho años al frente de la dirección de la entidad, esta psicóloga social con vocación para la defensa de los derechos humanos advierte de que la crisis en nuestro país no ha afectado a todos por igual. Arranz asegura que “los efectos se han sentido con más fuerza entre las personas inmigrantes, quienes tienen una baja cualificación, los menores de 25 años, parados de larga duración y familias monomarentales”. Además, “las mujeres españolas en general sufren mayores tasas de desempleo que los varones, con empleos temporales y salarios inferiores”, afirma.

¿Cuándo y por qué nace AD Los Molinos?

AD Los Molinos se constituye en 2002 para la gestión de proyectos de la Iniciativa EQUAL del Fondo Social Europeo, que promueve la igualdad o la no discriminación en relación al empleo. Constituida como asociación, es una red de entidades que trabaja para promover la inserción sociolaboral de personas vulnerables, a través del acompañamiento personalizado de un equipo de profesionales en las áreas de integración social, formación, empleo y emprendimiento. Actualmente está integrada por tres entidades: Candelita, Afap y Alternativas.

¿Qué es una agrupación de desarrollo?

La Iniciativa EQUAL del Fondo Social Europeo promueve asociaciones estratégicas llamadas Agrupaciones de Desarrollo (AD), para reunir a los agentes clave de una zona geográfica que quieran cooperar en el desarrollo de soluciones integradas para los problemas relacionados con la desigualdad o la discriminación en el acceso al empleo. Las AD pueden estar formadas por organizaciones sociales, administraciones y empresas.

¿Cuál es la realidad actual del empleo en nuestro país?

“La tasa de paro en España duplica la media de la Unión Europea”

Desde 2008 la economía española está inmersa en una crisis económica que ha provocado una intensa destrucción de puestos de trabajo, lo cual ha derivado en un fuerte crecimiento de la tasa de paro, llegando a ser del 26,3% en 2013. Actualmente está en el 18,91%, según la Datos Encuesta de Población Activa 3T 2016. Esta tasa duplica la media de la Unión Europea, que es del 8,6%. La tasa de paro en nuestro país ha descendido en los últimos tres años, pero si bien ha habido un repunte en la creación de puestos laborales, la productividad de los empleos que se están creando es muy baja debido a la alta temporalidad, las jornadas reducidas y los bajos salarios. Además, en España, en la contratación tiene un gran peso la estacionalidad: las cifras de paro bajan en momentos puntuales, pero vuelven a repuntar dependiendo de la época del año.

¿Quiénes son los más vulnerables frente a la falta de empleo?

“Quienes llevan dos años o más de búsqueda de empleo representan el 47,2% de los parados”

La crisis del empleo en España no ha afectado a todos por igual. Los efectos de la crisis se han hecho sentir con más fuerza en los grupos más vulnerables como son las personas inmigrantes, personas con baja cualificación o nivel educativo, menores de 25 años, parados de larga duración y familias monoparentales encabezadas por la figura materna. Hay una diferencia significativa en la tasa de paro entre personas con estudios primarios (36,3%), quienes tienen una educación secundaria no obligatoria (22,7%) y los titulados universitarios donde la tasa de paro se reduce al 12,8%. Quienes llevan dos años o más de búsqueda de empleo representan el 47,2% de parados y el 46,5% son menores de 25 años. La situación se complica en los hogares monoparentales que a su vez siguen aumentando en España. Según el Instituto Nacional de Estadística, son un total de 1.897.500, de los cuales un 81,3% están encabezados por la figura materna. La cifra de mujeres desempleadas que llevan una familia monoparental se eleva al 53%.

¿Ha cambiado el mercado laboral tal y como lo conocíamos?

En un análisis del mercado de trabajo, nos encontramos muchos cambios significativos por efecto de la crisis. En primer lugar, se exige una mayor cualificación y en los procesos de selección se pide formación específica, experiencia y habilidades tecnológicas. Se requiere movilidad laboral y flexibilización, que favorece cada vez más la contratación temporal. Además, predomina el sector servicios, nuevas tecnologías, sector educativo y sociosanitario. Y también se está viendo una tendencia al emprendimiento: aumentan las personas interesadas en emprender para crear su propio puesto de trabajo, entendiendo que así mejorarán sus condiciones laborales, frente a la mayor precariedad de los empleos por cuenta ajena y la escasez y dificultad de incorporación a la función pública.

¿Es real que cada vez hay más emprendedores?

“La crisis ha supuesto el incremento de personas emprendedoras por necesidad”

En datos totales del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), en septiembre de 2016, hay 3.191.838 afiliados, de los que un 8,7% son de origen extranjero, 278.035 personas. Esto significa que cada vez hay más emprendedores, si bien la crisis implica que en muchos casos sean emprendedores por necesidad, derivada de su situación de desempleo, sus circunstancias personales, económicas, de edad… Posiblemente, en coyunturas económicas más favorables estas personas buscarían un trabajo por cuenta ajena. Los retos a los que se enfrentan las personas emprendedoras son impuestos altos, trabas burocráticas y dificultad de acceso a financiación. En el caso de inmigrantes emprendedores se añade, en muchos casos, la falta de capacidad financiera, el desconocimiento legal de la actividad empresarial y la obligación de obtener permisos de trabajo por cuenta propia si no tienen un permiso de larga duración.

¿Cuáles son los retos y estrategias a los que se enfrentan las personas inmigrantes para encontrar un trabajo?

En el caso de la población extranjera, la tasa de paro se halla casi ocho puntos por encima de la española, llegando ya al 27,31%. Además de la problemática derivada de la situación del mercado laboral actual como temporalidad, precariedad y salarios más bajos, se encuentran con otros retos añadidos. Entre otros, es necesario su reciclaje profesional y recolocación, ya que muchos trabajaban en sectores que han sufrido especialmente la crisis, como la construcción. Suelen ser personas sobrecualificadas con un empleo por debajo de su nivel educativo, ya que tienen dificultades para homologar su titulación. Y no hay que olvidar la urgencia que muchos tienen en mantener o encontrar un empleo para poder renovar su permiso de residencia y trabajo, con el riesgo de caer en una situación de irregularidad sobrevenida. El desconocimiento de los recursos del entorno, la cultura, el idioma y las redes de apoyo y contactos es una desventaja a la hora de acceder al mercado laboral.

¿Cuál es la realidad de la mujer en el empleo?

La tasa de paro de las mujeres (21,82%) sigue siendo mayor que la de los hombres (18,41%), aunque las mujeres están más formadas para enfrentarse al mundo laboral, ya que hay un 67% de mujeres frente al 58% de hombres que han completado sus estudios de educación secundaria superior. Sin embargo, las mujeres españolas en general sufren mayores tasas de desempleo que los varones (seis puntos de diferencia en promedio durante los últimos 15 años); tienen más trabajos temporales y parciales; y cobran salarios inferiores (en torno a un 20% por debajo de los varones). A ello se suma que la distribución de tareas domésticas por género es sumamente desigual. Las mujeres dedican a diario 2,5 horas más a tareas domésticas. La maternidad es otro factor importante que perjudica la participación de la mujer en el mercado laboral. En las familias con hijos, el hombre sigue trabajando la jornada completa, mientras la mujer no trabaja o decide adoptar una jornada a tiempo parcial.

¿Hoy en día tener un trabajo es una garantía para no estar en situación de pobreza?

El empleo tradicionalmente ha sido un factor crucial para la inclusión social. El acceso a un trabajo debería garantizar el acceso a recursos y asegurar un nivel de vida digno. En la Comunidad de Madrid el 28,9% de las personas que están en riesgo de pobreza y exclusión están también en situación de desempleo. Pero un dato llamativo es que el 34,6% de personas que están en riesgo de pobreza y exclusión social están trabajando. Esto es efecto de la precarización de las condiciones laborales: bajos salarios, jornadas muy extensas que incluyen horas extras sin remunerar, temporalidad de los contratos, etc. Además, la escasez de ayudas sociales que faciliten la conciliación de vida familiar y laboral, como ayudas de guardería o de cuidado de mayores, o de ayudas para hacer frente a gastos indispensables como agua o suministro eléctrico abocan en muchos casos a la pobreza y la exclusión social, aun teniendo empleo.

En este vídeo se cuenta el testimonio de William de Quito, que gracias al Programa Incorpora de AD Los Molinos encontró empleo.

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