Españoles residentes en Yakarta colaboran en la construcción de una escuela para niños

El centro se encuentra en uno de los barrios más afectados por las graves inundaciones del pasado febrero
Por EROSKI Consumer 24 de septiembre de 2007

Uno de los barrios más pobres de Yakarta (Indonesia) es el escenario en el que se reunieron el pasado viernes los españoles residentes en la ciudad para inaugurar una escuela que han ayudado a construir y que ofrece educación gratuita para 300 niños.

El nuevo centro se localiza en Tana Merah, en el norte de la capital indonesia, uno de los barrios más afectados por las graves inundaciones del pasado mes de febrero ya que buena parte de las viviendas están construidas con pilares sobre el agua. El proyecto ha sido llevado a cabo por la ONG indonesia Himmata y particulares españoles que se han unido en una agrupación llamada Juntos-Bersama. También han colaborado en el proyecto dos empresas españolas: la cadena hotelera Sol Meliá y Aceites Borges.

«Lo que hace unos meses comenzó siendo sólo un sueño se ha convertido en una realidad que esperamos que cambie la vida de este barrio y de muchos de sus niños», dijo Juan Gaminde, empresario español y presidente de Juntos-Bersama. Una vez completada la construcción, que era la parte más sencilla del proyecto, «ahora tenemos que iniciar la segunda fase, que consiste en diseñar planes de formación profesional para los jóvenes que finalizan la escuela y para otros jóvenes desempleados del barrio», señaló por su parte Merche Valmala, principal impulsora del proyecto. «En la escuela también se impartirán cursos de formación de adultos que tengan una aplicación en la vida diaria y en la realidad de los habitantes de Tanah Merah», añadió esta trabajadora social.

Gran parte de Tanah Merah, una barriada en la que se agolpan 5.000 personas, carece de agua caliente, baños y letrinas. Además, el índice de desempleo es altísimo y muchos niños no pueden ir a la escuela porque cuesta dinero. Este lugar es desde hace 30 años un asentamiento ilegal, lo que impide que sus habitantes tengan una tarjeta de identidad y que obtengan el llamado «carné de pobre», que les permitiría el acceso a subvenciones y a la asistencia sanitaria.

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