Frenar la desnutrición infantil

Salvar la vida de millones de niños cada año depende de que llegue a las comunidades afectadas la ayuda necesaria
Por Azucena García 10 de agosto de 2010
Img ninos africanos
Imagen: Christine Olson

El temor de numerosas personas a cumplir años se convierte en anhelo para millones de niños. Sólo en Níger, Save the Children calcula que este verano pueden perder la vida hasta 400.000 menores por inanición. Uno de cada ocho niños que aún no ha cumplido 5 años podría perecer si no se ponen los medios necesarios para evitarlo.

Millones de niños en todo el mundo mueren cada año a causa de una desnutrición severa. En el caso de Níger, esto se debe a la escasez de cultivos. No se come porque no hay qué comer. Unos 7,8 millones de personas no tiene acceso a alimentos. Save the Children (STC) asegura que muchos pequeños de tan sólo cinco años «viajan cientos de kilómetros por todo el país hasta la capital, Niamey, con sus familias para mendigar en las calles». La falta de comida deriva en una cantidad deficiente de vitaminas y otros nutrientes que expone al organismo a numerosas enfermedades. Un simple catarro puede convertirse en un problema respiratorio grave.

La falta de nutrientes expone el organismo a numerosas enfermedades

La XV Cumbre de la Unión Africana, organizada a finales de julio, se ha centrado este año en la salud materna e infantil. Acudieron los líderes de 50 estados africanos, que firmaron una declaración con compromisos «para reducir drásticamente la terrible cifra de 4,5 millones de muertes de niños y niñas y 265.000 muertes de madres en el continente», señala STC. Entre estos compromisos, destacan destinar el 15% del presupuesto nacional a la salud, reforzar sus sistemas sanitarios, formar a trabajadores sanitarios de las comunidades, en especial a mujeres para llegar mejor a las madres y a los niños, y proporcionar atención sanitaria gratuita a las mujeres embarazadas y a los menores de cinco años.

La desnutrición también se relaciona con un peor pronóstico del VIH/sida. Una alimentación adecuada mejora la eficacia del tratamiento antirretroviral y contribuye a contener la propagación de la enfermedad. Así lo destacó Acción contra el Hambre (ACH) en la Conferencia Internacional sobre sida, celebrada a finales de julio en Viena. En su opinión, con una alimentación deficiente se reduce la capacidad de resistencia y aumentan las vulnerabilidades. «A pesar de que una buena nutrición no tiene repercusión en la prevención del VIH ni en la curación del sida, sí puede ayudar a retrasar el proceso de desarrollo de la enfermedad, una nutrición equilibrada refuerza el sistema inmunitario y potencia los niveles de energía, por lo que ayuda al organismo a resistir los efectos de la enfermedad», destaca ACH.

Alimentos terapéuticos y lactancia materna

La relación entre el peso, la talla y la edad determina el estado nutricional de los pequeños. Cuando se confirma un caso de desnutrición, el principal tratamiento consiste en la administración de alimentos terapéuticos preparados (ready-to-use therapeutic food, RUTF). Estos son ricos en nutrientes y por lo tanto, señala Médicos sin Fronteras, cubren las necesidades de los niños pequeños, que pueden tomarlos en el propio hogar, sin necesidad de acudir al hospital o a los centros de nutrición, que no siempre están cerca de las viviendas.

Además de estos, STC promociona la lactancia materna como «el alimento más completo para un bebé», que aporta el agua y los nutrientes necesarios y, en los países en desarrollo, logra que un niño tenga 14 veces más posibilidades de sobrevivir. Del 1 al 7 de agosto organizó la Semana mundial de la lactancia materna para incidir en sus beneficios en el sistema inmunitario de los menores y protegerles de numerosas enfermedades. Lamenta que, a pesar de todo, «en una emergencia, el desconocimiento y algunos mitos disuaden a las madres de alimentar a sus hijos con lactancia materna» porque piensan que el estrés y la falta de una buena alimentación propician leche de mala calidad o «bien que la madre deje de producir leche».

La responsable de Advocacy y Campañas de STC, Yolanda Román, describe cómo tras una emergencia, a menudo, faltan medios de transporte y las condiciones de almacenamiento de alimentos sustitutivos de la leche materna son deficientes. La escasez de agua potable y de combustible para hervirla, así como de materiales de esterilización, favorece el uso de agua contaminada, biberones o tazas no esterilizadas, «que pueden causar que el bebé enferme de diarrea, una de las principales causas de mortalidad infantil en el mundo».

Colaborar en la lucha contra la desnutrición

Para ayudar en la mejora de la salud de los pequeños, es posible colaborar con las ONG que trabajan en las zonas afectadas. Save the Children actúa en clínicas rurales para facilitar el acceso a los servicios, apoya a las autoridades del país en la distribución de comida y pequeñas cantidades de dinero para que los ciudadanos puedan comprar comida. El equipo de emergencias promociona además la lactancia materna para que las madres aumenten el número de tomas.

Médicos sin Fronteras ha puesto en marcha “Hambrientos de atención”, un proyecto multimedia para luchar contra la desnutrición infantil. Junto con la agencia fotográfica estadounidense VII ha elaborado una serie documental multimedia para “denunciar los estragos de la desnutrición infantil en los países en desarrollo”. La organización está convencida de que esta emergencia médica se puede prevenir y tratar, aunque debe responderse con más contundencia, sobre todo, en el sur de Asia y en África subsahariana. Casi 4,5 millones de niños del África Subsahariana pierden la vida antes de los 5 años.

Para sensibilizar a la población, esta entidad informa de las consecuencias de la desnutrición, que causan, en un principio, la pérdida de grasa y luego de músculo. Cuando esto ocurre en los niños de 6 meses a 2 años, las consecuencias son peores porque la necesidad de nutrientes es mayor y la carencia de estos impide que puedan resistir las infecciones. “Sus defensas se debilitan y aumenta el riesgo de morir de malaria, neumonía, diarrea, sarampión o sida, las cinco enfermedades responsables de la mitad de los casi 10 millones de muertes anuales en niños menores de 5 años”, advierte.

Acción contra el Hambre diversifica su acción en varias campañas. “Campeones contra el Hambre” intenta paliar en Sahel la situación de 1,8 millones de niños en peligro de morir por desnutrición aguda severa. Mientras, “Cada Noche” recuerda que uno de cada ocho niños “se va a dormir con hambre” en mucho países y “5.000 manos” pretende salvar a 5.000 niños con problemas de desnutrición en Malí, más del 43% de la población infantil.

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