Ilunión es la suma de las palabras “ilusión” y “unión”. La ONCE y su Fundación se han decidido por este nombre para unificar a todas sus empresas bajo una misma denominación. Más de 28.000 personas, el 30% con alguna discapacidad, quedan a partir de ahora agrupadas en esta marca. El cambio supone dar un impulso a un proyecto empresarial preocupado por el cambio social y la creación de empleo de calidad para personas con discapacidad, en especial, jóvenes y mujeres. En este artículo se explica en qué consiste este proyecto y se detallan los logros que ha conseguido hasta el momento.
Ilunion, un proyecto empresarial diferente
Las empresas sociales de la ONCE y su Fundación han cambiado de nombre. A partir de ahora son una misma marca: Ilunion. La presentación en todo el país ha sido la meta de una carrera que empezó hace ya un tiempo, con la intención de transmitir otra forma de entender la empresa. «Ilunion es la demostración diaria de que el compromiso social es compatible con la eficacia empresarial», aseguran.
Ilunion apoya el acceso al mercado laboral de las personas con discapacidad, en especial, jóvenes y mujeres
Ilunion nace de la fusión de dos palabras: ilusión y unión. Estas son las señas de identidad de un proyecto que, como explica el portavoz de Ilunion en Euskadi, Jon Cortina, «es ilusionante porque es un proyecto nuevo, pero no parte de cero, sino de la experiencia que nuestras empresas acumulan». Esta experiencia ha permitido «crear riqueza» en las últimas tres décadas, a la vez que ha impulsado un proyecto social que, en la actualidad, cuenta con una plantilla de 28.561 personas en todo el país. De ellas, el 60% son mujeres (16.827), el 9% tiene menos de 30 años (2.624) y más de un 30% (8.779) tienen alguna discapacidad, ya sea física (5.050) o intelectual (1.704), junto con personas sordas (1.168) y ciegas o con discapacidad visual (857).
Las ganas de apoyarles ha llevado a la creación de «empleo de calidad para las personas con discapacidad«, en especial, entre los jóvenes y las mujeres. Sobre todo, se apunta hacia quienes tienen más dificultades para acceder al mercado laboral, sin dejar de lado a otras personas que necesitan ese apoyo. Las líneas de negocio son 50, divididas en más de 500 centros de trabajo de cinco grandes áreas: servicios integrales para empresas, comercialización (seguros), sector sociosanitario, consultoría (a través de FSC Inserta) y viajes, turismo y ocio. Los vendedores de cupones no se integran en este proyecto. «Aspiramos a crear empleo. Queremos resaltar el compromiso de Ilunion con el tejido empresarial, en un momento complicado para la economía, para las empresas», subraya Jon Cortina.
Personas con discapacidad, personas con futuro
La apuesta de Ilunion por las personas con discapacidad es firme. El delegado territorial de ONCE Euskadi, Basilio San Gabriel, recuerda que «hace 30 años, las personas con discapacidad se consideraban, en el mejor de los casos, personas pasivas y que no contribuían a la sociedad». Sin embargo, destaca un cambio en las instituciones y en los medios de comunicación, «que vieron a las personas con discapacidad de otro modo». «La dignidad de las personas con discapacidad fue creciendo y dimos a entender que podíamos tener otro futuro», añade.
Fue entonces cuando la ONCE y su Fundación crearon el grupo de empresas que hoy conforma Ilunion. «Estas empresas se han fortalecido y han crecido en torno a dos lemas: la ilusión, que hemos trasladado a los ciudadanos; y la unión, que nos ha dado la fortaleza«, recuerda Basilio San Gabriel, en alusión a la nueva denominación. «Las personas con discapacidad son generadoras de empleo, trabajan cada día para contribuir a la sociedad. No queremos ser pasivas», agrega.
La contribución de la ONCE y su Fundación pasa por crear empleo y mantener un compromiso social, «con eficacia y excelencia profesional». Lidia Vivanco, trabajadora de Ilunion, es un ejemplo de las palabras del delegado territorial de ONCE Euskadi. Empleada de una entidad bancaria en la capital vizcaína, recalca que Ilunion le da «una oportunidad de encontrar un trabajo» que, de otro modo, quizá sería difícil conseguir. «Es una apuesta muy importante para mujeres y jóvenes menores de 30 años», insiste Basilio San Gabriel.
