Intercambio de plazas en residencias de ancianos, un modo económico de viajar

Las personas mayores que ocupen una plaza en una residencia pueden intercambiarla con otro mayor de un país extranjero durante el periodo de tiempo que acuerden
Por Azucena García 29 de noviembre de 2013
Img couchsurfingmayores
Imagen: Linkedage

Una nueva propuesta, LinkedAge, permite a las personas mayores de 65 años que ocupan una plaza en una residencia intercambiar su alojamiento en diferentes países europeos y, muy pronto, también en Estados Unidos. Los intercambios están gestionados por entidades sociales, que se aseguran de que las personas mayores reciben en el lugar de destino la misma atención que en el de origen. No tiene ningún coste para quien lo solicita, aunque en casos puntuales es posible que se cobre algún tratamiento. En este artículo se explica en qué consiste esta nueva propuesta.

Qué es LinkedAge y quién puede utilizarlo

El envejecimiento activo es tendencia y, en este marco, cada vez se idean más alternativas para que las personas mayores disfruten de su tiempo. Una de las últimas se dirige a quienes viven en residencias. Es LinkedAge y pretende que las personas mayores intercambien sus plazas con mayores de otros países que formen parte de esta red.

El intercambio incluye los mismos cuidados que se reciben en la residencia de origen

LinkedAge es una herramienta de comunicación para ampliar la movilidad de las personas mayores: pone en contacto a quienes quieren intercambiar su alojamiento. Para ello, han de tener un perfil común en cuanto a los cuidados que necesitan. «Los mayores disfrutan de los mismos cuidados que reciben en sus residencias de origen», subraya Dijana Galijaevic, portavoz de LinkedAge.

Si quienes se desplazan requieren un tratamiento médico, lo mantendrán en su lugar de destino y, solo si desean un tratamiento o cuidado adicional, deberán pagarlo. No obstante, conviene consultar siempre esta cuestión. Todos estos datos se facilitan antes de confirmar la reserva.

Cómo se realiza el intercambio

Los intercambios no se gestionan entre las personas mayores, sino que los realizan las residencias u organizaciones encargadas de estos programas. Hasta el momento, se han sumado a esta iniciativa organizaciones de Alemania, Croacia, Eslovenia e Italia y pronto se unirán varias de España y Estados Unidos. LinkedAge cuenta con el apoyo de E.D.E., la Asociación Europea de Directores y Proveedores de Servicios de Cuidados de Larga Duración para las Personas Mayores, que trabaja en 20 países europeos.

Los intercambios se realizan entre personas mayores con un mismo perfil

Las organizaciones que gestionan los intercambios en cada país informan a las personas interesadas de todos los requisitos. En el caso de España, una vez que se llegue a un acuerdo, los usuarios de las residencias que se adhieran recibirán la información oportuna. «Tenemos previsto alcanzar un acuerdo con 10 nuevas organizaciones españolas», señala Galijaevic. De este modo será posible iniciar los intercambios, ya que hasta el momento no se ha realizado ninguno en nuestro país.

Las ONG, asociaciones de pensionistas u otras entidades que se sumen al proyecto serán las encargadas de gestionar los intercambios. La persona interesada comunicará al responsable su interés por participar, que lo trasladará a LinkedAge. A partir de ese momento, la plataforma buscará a otra persona con su mismo perfil, con quien podrá intercambiar su habitación en la residencia durante el periodo de tiempo acordado.

Otros datos que deben tener en cuenta las personas mayores

Puesto que el proyecto es incipiente en nuestro país, todavía son varias las dudas por resolver y las cuestiones por fijar. Estas hacen referencia a los siguientes aspectos:

  • Duración de la estancia. Lo habitual es que el intercambio se haga con una persona que desee pasar el mismo tiempo en España, por lo que habría que consultar cualquier otra posibilidad, en caso de que se quiera ampliar el plazo. Lo estipulado, en principio, es el intercambio de habitación con alguien por el mismo periodo de tiempo.

  • Coste del intercambio. En principio, no hay que abonar ninguna cantidad por el intercambio, siempre que se realice con una persona que requiera los mismos cuidados. Si se solicita algún servicio extra, es previsible que sea necesario abonarlo. Para ello, las residencias facilitarán la lista de precios. Siempre se deben consultar todas estas cuestiones antes de acordar el intercambio.

  • Idioma de comunicación. Puesto que los intercambios se hacen con países extranjeros, seguramente, los mayores no se comunicarán en castellano en el lugar de destino. No obstante, la lengua no tiene por qué ser un inconveniente. «Solo si la persona necesita un cuidado o un tratamiento especial conviene que sepa transmitir en el idioma extranjero su problema de salud. Pero como en el resto de los ámbitos, todo depende de la inventiva», puntualiza Dijana Galijaevic.

  • Intercambios en grupo o individuales. Intercambiar las plazas de residencia de varias personas resulta más complicado que hacerlo de una sola, ya que es más difícil encontrar a varios usuarios que deseen viajar. Sin embargo, si un grupo español quiere intercambiar sus plazas y desde LinkedAge se contacta a un grupo de otro país dispuesto a hacerlo, no hay ningún problema.

  • Normas de la residencia. Es imprescindible cumplir las normas de la residencia de destino. Hay que ser consciente de que no se viaja a un hotel, sino a un centro de asistencia similar a aquel donde se reside, por lo que se debe cumplir el reglamento al que estén sujetas las personas usuarias.

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