Cinco millones de personas mueren cada año en los países en vías de desarrollo por falta de agua potable o por respirar el humo de las hogueras de leña, primera fuente de energía para 2.000 millones de habitantes, según recoge el «Libro Verde de Datos 2005», que ayer presentó el Banco Mundial (BM). Este libro denuncia los altos riesgos para la salud a los que se enfrentan estos países, castigados por factores ambientales como la escasez de agua, la quema de biomasa, la falta de infraestructuras sanitarias o la presión urbana.
La polución doméstica por la combustión de biomasa causa enfermedades respiratorias a millones de personas. En países con altas tasas de mortalidad, como Camboya, Burundi y Mozambique, la contaminación doméstica por la inhalación de humos supone la cuarta causa de enfermedad y muerte, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recogidos en el informe. En Latinoamérica y el Caribe, la combustión de biomasa supone el 14,6% de las fuentes de energía, muy por debajo del 39% del sudeste asiático y del 57,5% del África subsahariana.
En términos generales, el informe indica que la inhalación de humos en el hogar provoca el 3,6% de las muertes en los países en desarrollo. Los autores aseguran que estos riesgos podrían reducirse con el uso de estufas y chimeneas apropiadas, y el desarrollo de cocinas más eficientes y seguras.
Otro factor de riesgo es la falta de acceso a agua potable, realidad que padecen cerca de 2.850 millones de personas, el 46% de la población mundial. Los países del sudeste asiático se llevan la peor parte, con cerca de 2.000 millones de personas sin acceso a infraestructuras de agua y saneamiento, en tanto que otros 500 millones de afectados se concentran en el África subsahariana.
