Manos Unidas inicia una campaña para unir a los pueblos del norte y del sur

Bajo el lema "Hagamos del mundo la tierra de todos", esta iniciativa reflexiona acerca de los desafíos que plantea la globalización
Por EROSKI Consumer 9 de febrero de 2005

La organización humanitaria Manos Unidas ha puesto en marcha la campaña «NORTE-SUR: un futuro común», con el objetivo de que los pueblos del norte y del sur emprendan juntos el camino hacia un futuro de bienestar y dignidad para todos. A través de cuñas publicitarias en cine, televisión y radio, la ONG repetirá hasta la saciedad que «mientras unos tienen más, otros tienen menos».

Bajo el lema «Hagamos del mundo la tierra de todos», esta iniciativa se centra en la defensa de una globalización que garantice la universalización de los derechos económicos (acceso a la alimentación y a un trabajo digno, acceso a las riquezas y recursos naturales y a la participación en la actividad económica…), de forma que se asegure la satisfacción de las necesidades humanas básicas, tanto para los habitantes del Primer Mundo como para los de los pueblos más necesitados del sur.

Durante la presentación ayer de la campaña, la presidenta de Manos Unidas, Ana Álvarez de Lara, destacó la urgencia de conseguir un futuro común para el norte y el sur «ahora que, más que nunca, vivimos en un mundo interrelacionado». Esta unión ha quedado patente con el maremoto que asoló el sudeste asiático. «Recibimos las peticiones de ayuda del sur y la generosidad de los países del norte», señaló Álvarez de Lara, quien hizo hincapié en la necesidad de conseguir más medios «para no olvidar esta zona y a esas personas cuando ya no sean noticia».

En el acto también intervino Monseñor Thomas Thiruthalil, obispo de la diócesis de Balasore en el Estado indio de Orissa. Thiruthalil destacó el vínculo que desde hace décadas une a Manos Unidas y a India, «un vínculo que ni siquiera el tsunami ha sido capaz de destruir».

El obispo subrayó también la importancia de la labor que los medios de comunicación tienen como vehículos transmisores de las noticias provenientes de los países menos desarrollados.

Por su parte, Regina Celia Brazolino, médico brasileña que desde 1990 trabaja en Solidaridade França-Brasil, una ONG que ayuda a las comunidades empobrecidas de las favelas de Río de Janeiro, donde no hay «ningún tipo de infraestructura».

Brazolino explicó que su labor se dirige principalmente a mujeres y niños en situación de exclusión y marginación, y sus áreas de trabajo son la educación y la salud. «Las mujeres han empezado a salir, a salir de sus barrios y a creer que hay un mundo detrás», dijo Brazolino. Y ello gracias a un trabajo que, además de atender necesidades puntuales, busca dar una formación más integral, otra forma de ver el mundo que fomente valores como la cooperación, «que son los que cambiarán el mundo».

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