Microcréditos

Una fórmula basada en conceder pequeñas cantidades de dinero a personas que tienen una idea de negocio viable pero que no disponen de avales
Por EROSKI Consumer 25 de abril de 2005

Esta modalidad centrada en prestar dinero a las personas que más lo necesitan, pero excluidas de los bancos tradicionales por no disponer de avales, ha resultado tan exitosa que ha contribuido a que se extendiera con gran éxito no sólo entre los países más pobres del Tercer Mundo, sino también de occidente. En la cumbre del microcrédito, celebrada en 1997, se puso como objetivo principal que al menos 100 millones de familias pobres en el mundo tuvieran acceso al microcrédito en 2005, y parece que se va a conseguir porque se ha pasado de la concesión de 7,5 millones en 1992 a 80 millones en 2004. No obstante, se está todavía muy lejos de llegar a la mitad de la población mundial que vive en la pobreza. Por esta razón, organizaciones y asociaciones no gubernamentales demandan una mayor atención y responsabilidad de las instituciones financieras más tradicionales en combatir la pobreza. El Banco Mundial, por ejemplo, facilita 20.000 millones de dólares en créditos cada año, pero ni siquiera un 1% es en forma de microcrédito.

Actualmente, la mayoría de estas actividades son realizadas por ONG y no por bancos, pero las ONG no pueden aceptar depósitos por ley, sólo pueden prestar dinero. Por lo tanto, dependen de otras instituciones con otras filosofías. Por esta razón, todas las organizaciones que trabajan por erradicar la pobreza solicitan un cambio de las leyes para que puedan convertirse en bancos de microcrédito, bancos regulados y que cumplan todas las normativas.

Origen y filosofía del microcrédito

El concepto de microcrédito nace en 1960 de la mano del economista Muhammad Yunus, fundador del Grameen Bank y considerado el padre de los ‘microcréditos sociales’. Sin embargo, no fue hasta 1992 cuando este bengalí los pone en práctica en su país de origen, Blangadesh, con motivo de una catástrofe natural. «Lo único que buscaba era una solución concreta para un problema muy local. Un grupo de 42 mujeres pobres de Bangladesh necesitaba un crédito equivalente a 27 dólares. No ha sido resultado de un plan a largo plazo, ni de una gran visión o un proyecto muy estructurado. Nada de eso. Fue algo pequeño basado en un hecho muy específico. Simplemente fui dando pasitos, uno detrás de otro. Me he dado cuenta de que toqué un punto muy importante del sistema financiero internacional», explica. Hoy en día, más de 100 países utilizan el ‘método Grameen’ para llevar el concepto de microcrédito a la gente pobre y reducir su subdesarrollo.

La base del sistema de los microcréditos, materializada en el banco Graneen, se centra en ‘prestar a quien menos tiene’. Las oficinas y asociaciones que trabajan en el estudio y la concesión de estos préstamos no esperan que ‘los clientes’ acudan a sus oficinas con avales. «Somos nosotros los que salimos a la calle a buscar clientes. Cuando uno falla en su pago, le ayudamos a buscar una solución, no le penalizamos». Esta es la filosofía de Muhammad Yunus, por la que cerca de 100 millones de personas viven hoy mejor gracias a este producto que ha supuesto una revolución en el sistema financiero internacional: en estos momentos hay 4.400 millones de dólares de préstamos sin exigir garantías.

Entre las normas que se siguen a la hora de conceder uno de estos microcréditos, se encuentra el de no financiar compañías ni pequeñas empresas. Siempre se concede un crédito a título personal. El apartado de los beneficios también difiere del sistema bancario tradicional: todos los beneficios pertenecen a los propietarios del banco, que es a su vez propiedad de los clientes, a través de dividendos. Esta es la principal diferencia respecto a un banco comercial. «En este sentido soy muy crítico sobre la manera en que trabajan los bancos comerciales pues, por ejemplo, cuando sobra dinero en una sucursal rural se retira para pasarlo a la central en la ciudad donde se conceden créditos a la gente rica», explica Yunus. De esta manera- asegura- empobrecen el campo y hacen más ricas a las ciudades. «Nosotros funcionamos diferente. No retiramos dinero de cada pueblo. Si la oficina en esa localidad tiene dinero de sobra, se dan más créditos», explica.

Los microcréditos en occidente

En Europa el hecho más característico es que en los últimos veinte años se ha desarrollado una nueva generación de organizaciones al servicio de personas, sectores y regiones con dificultades para acceder a la banca tradicional. Se trata de entidades que utilizan un sinfín de instrumentos financieros que incluyen, además de los microcréditos, fondos de crédito comunitario para financiar la economía local, bonos solidarios, acciones solidarias y banca ética.

En España el volumen de microcréditos sociales concedidos por las entidades financieras se ha multiplicado por 40 en apenas cuatro años. En el año 2001, se concedieron microcréditos por importe de 1,1 millones de euros. En 2002, la cantidad ascendió a 3,7; en 2003 fue de 22,2 millones de euros y en 2003 el importe superó los 41 millones de euros.

Los microcréditos en nuestro país se inscriben en el artículo 28 de la Ley de Cooperación como «dotaciones presupuestarias destinadas a la mejora de las condiciones de vida de colectivos vulnerables y a la ejecución de proyectos de desarrollo social básico». El organismo encargado de gestionar los microcréditos en España es el Ministerio de Asuntos Exteriores, que coordina el Fondo de Concesión de los Microcréditos para Proyectos de Desarrollo Social Básico en el Exterior (FCM), regulado por el Real Decreto 24/2000 de 14 de enero.

De acuerdo a esta normativa, el microcrédito en España se diferencia de los que se otorgan en los países del Sur, principalmente por los tipos de interés, número de beneficiarios, cuantías, presencia de entidades sociales de apoyo, grado de burocracia, etc. Se entiende como un instrumento más dentro de los ‘productos de cooperación’ dirigidos especialmente a las capas sociales más vulnerables. Está poco desarrollado aún y, de momento, la dotación del FCM tiene carácter anual. Se prevé que el fondo de dotación para este ejercicio pueda rondar los 240.000 euros.

Características

El microcrédito en España tiene las siguientes particularidades:

  • Es un crédito sin garantías, aunque existen diferentes estrategias para sustituir estas garantías: análisis de los proyectos, actuación de la entidad bancaria como mediadora de y financiadota en el programa, presencia de entidades de apoyo….
  • Está destinado a personas que en ningún caso pueden aportar garantías
  • Orientado fundamentalmente a actividades productivas

Las instituciones gestoras de microcréditos en España son las siguientes:

  • Entidades sociales que intermedian con ahorros o entidades de financiación alternativa. Conceden microcréditos a partir de los ahorros remunerados de otras personas físicas o jurídicas, como la Asociación para la Financiación Solidaria.
  • Entidades sociales que no intermedian con ahorros.Los microcréditos proceden de fondos no reembolsables obtenidos en forma de donaciones y subvenciones. Es el caso de la Acción Solidaria contra el Paro, Fundación La General y Fundación Un Sol Món.
  • Entidades privadas de crédito. Cuyos fondos para microcrédito tienen un origen bancario. (CAI)
  • Entidades públicas de crédito. Con fondos para microcrédito procedentes del mercado y con riesgo compartido con otras entidades privadas de crédito, como el Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube