El 11% de las firmas españolas invierte entre medio y un millón de euros en actividades de patrocinio y mecenazgo, según el último Barómetro de Empresas elaborado por Deloitte y en el que colabora la Asociación Española de Fundraising. La protección del medio ambiente junto con la formación son las principales causas a las que las compañías quieren apoyar. En base a los resultados del informe, este artículo describe cuál es la tendencia de las empresas y sus razones para ayudar a las ONG, los tipos de colaboraciones que llevan a cabo y las causas sociales que prevalecen.
Informe Barómetro de Empresas 2015
El estudio económico Barómetro de Empresas, realizado por Deloitte, es una radiografía de la realidad económica de nuestro país en la que participan las principales 280 empresas españolas, cuya facturación conjunta supera el billón de euros y emplean a más de un millón de personas.
Según los resultados de este informe, el 11% de las firmas invierte entre medio y un millón de euros en actividades de patrocinio y mecenazgo, un 12% supera el millón de euros, mientras que el 62% invierte menos de 100.000 euros.
¿Qué causas sociales son las más atractivas para las empresas?
La acción social, la protección del medio ambiente y la formación son las principales causas con las que colaboran las grandes empresas
Mientras que el documento de 2012 señalaba que las empresas participantes en el estudio centraban su apoyo en las áreas relacionadas con la salud y la sostenibilidad, en la actualidad ha aumentado el apoyo a proyectos sociales y de educación. Los datos de 2015 apuntan a que tres de cada cuatro compañías patrocinan actividades de ONG vinculadas a la acción social, la discapacidad, la cooperación al desarrollo, emergencias, etc.
La acción social y la protección del medio aAmbiente son, junto con la formación (universidades y escuelas de negocio), las causas principales a las que las empresas están interesadas en apoyar.
Otra de las conclusiones del Barómetro es que existe cierta confusión para identificar la causa con la que se está cooperando. Así, algunos de los participantes argumentaban colaborar a través de la LISMI (Ley de Integración Social del Minusválido), que en realidad es una norma de obligado cumplimiento. Además, se da la paradoja de que las instituciones con las que al final se implican las corporaciones difieren de aquellas con las que, en un principio, declaran que prefieren ayudar. Así, es posible encontrar entre las instituciones con las que se realizan colaboraciones a las entidades no lucrativas (ENL) o las universidades, pero también a los clubes deportivos.
Tipos de colaboración
El modelo de vinculación entre empresas y ENL es sobre todo el de un convenio de colaboración (52%), empleo a trabajadores con discapacidad (47%), donaciones puntuales (41%) y patrocinio de eventos (38%).
Las donaciones puntuales siguen teniendo su peso, pero cada vez son menos trascendentales
Hay una gran diversidad de formas de colaboración y no todas son económicas: desde la donación de productos y servicios (en el quinto lugar) al voluntariado de los empleados (novena posición) muy lejos de otros países de Europa y el mundo anglosajón o el llamado voluntariado corporativo que, según datos del Observatorio de Voluntariado Corporativo, el 69% de las compañías realizan por motivos filantrópicos y de compromiso social, a la vez que de posicionamiento externo y reputación interna.
Aunque las donaciones puntuales siguen teniendo su peso, cada vez son menos trascendentales. Por ello, las ONG tienen que tener en cuenta que la colaboración económica está cada vez más aparejada a otro tipo de ayuda y conviene que esté abierta a todas las posibilidades.
Razones por las que colaborar o no
El motivo principal que señalan las empresas como más importante al vincularse con una institución es fortalecer la imagen de marca y la política de la empresa de RSC. También se señalan como otras razones importantes los valores compartidos y la afinidad con la institución. Los aspectos menos valorados son los relacionados con los derechos de uso de instalaciones por parte de las entidades.
La principal causa para que una empresa no acepte una iniciativa o propuesta de patrocinio y/o mecenazgo tiene que ver con la falta de alineación con las políticas de RSC o acción social de la propia compañía. Además, se dan otras razones asociadas a temas económicos, como la falta de presupuesto o la elevada cuantía económica de la propuesta de colaboración. Y existen fundamentos que tienen que ver con la imagen de la firma, tanto por su posible perjuicio como la falta de notoriedad comunicativa. Por eso es importante que las ONG conozcan las líneas de colaboración de las compañías antes de lanzarse a realizar peticiones.
A pesar de que el peso de la desgravación fiscal no es uno de los factores principales para establecer relaciones de patrocinio y mecenazgo, existe una demanda por parte de las empresas en que aumente el porcentaje de desgravación para facilitar nuevas colaboraciones. Y es que para un 36% de los encuestados, la cuota de desgravación debería ser del 80%.
