Teleasistencia para personas mayores sordas

El proyecto TELPES supone nuevas soluciones de teleasistencia para personas mayores sordas, según sus necesidades específicas
Por Azucena García 3 de mayo de 2011
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Imagen: Amir Kuckovic

Las personas mayores sordas tienen la necesidad de acceder a la información y la comunicación de su entorno. Lo contrario, en ocasiones, supone para ellas una situación de aislamiento que favorece los casos de soledad. El proyecto TELPES es una nueva propuesta específica para ellas. Esta investigación ha indagado en las soluciones de teleasistencia requeridas para cubrir sus necesidades comunicativas en el hogar.

Cada día, las personas mayores sordas se enfrentan a barreras comunicativas que convierten en complejas las tareas más sencillas. Así describe Concha Díaz, presidenta de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), la cotidianidad de este grupo.

Estas barreras favorecen situaciones de aislamiento e inseguridad que, según Díaz, «pueden desembocar en problemas psicológicos, cognitivos, sociales y afectivos». Esta circunstancia hace fundamental contar con productos y servicios adaptados a su realidad comunicativa. «El colectivo de personas mayores sordas es además diverso, en cuanto a la principal forma de comunicación, por lo que estas soluciones han de ser heterogéneas», precisa.

  

Proyecto TELPES para personas mayores sordas

Las barreras comunicativas favorecen el aislamiento de las personas mayores sordas, así como problemas psicológicos, cognitivos, sociales y afectivos

Con la intención de atender estas necesidades, se puso en marcha el proyecto TELPES, Soluciones de Teleasistencia para Personas Mayores Sordas, llevado a cabo por la Fundación CNSE para la Supresión de las Barreras de Comunicación, Cruz Roja Española, Fundación Vodafone España y la CNSE, a través de la financiación del Plan Avanza del Ministerio de Industria. También se contó con el apoyo de la Universidad Politécnica de Madrid y de diversas federaciones de personas sordas.

Durante su desarrollo, se pretendió identificar los elementos de teleasistencia necesarios, comprobar su efectividad para la prestación de servicios de apoyo a domicilio y analizar las tecnologías más adecuadas para su desarrollo, explica TECSOS, Fundación de tecnologías sociales. Para ello, se realizaron varias pruebas con una veintena de voluntarios de diferentes comunidades autónomas, durante varios meses y en sus propios domicilios. Se analizaron servicios de teleasistencia, tanto en forma de soluciones de alarma, como sistemas domóticos o periféricos luminosos y de vibración, como a partir de servicios sociales, en este caso, la plataforma de videoatención de Cruz Roja y la de videointerpretación SVisual, de la Fundación CNSE.

«Ahora falta dar el paso más importante: que lo extraído de esta investigación se aplique», señala Díaz, para quien son indispensables buenos servicios de teleasistencia y que las entidades asociativas de personas sordas cuenten con el apoyo de las Administraciones autonómicas y locales, «así como de las empresas privadas». Este proyecto no solo ha identificado los elementos de teleasistencia necesarios, sino su efectividad para la prestación de servicios de apoyo a domicilio y las tecnologías más adecuadas para su desarrollo. El objetivo es lograr la máxima adaptación a las necesidades comunicativas de los mayores para mejorar su autonomía personal y su participación social.

Libro Blanco TELPES

Las conclusiones de este proyecto se han publicado en el ‘Libro Blanco Proyecto TELPES’, que recopila recomendaciones y estrategias para el desarrollo de sistemas de teleasistencia para personas mayores sordas y se completa con un DVD en lengua de signos española. Las conclusiones se apoyan en los resultados obtenidos en las tres fases del proyecto: investigación para conocer las necesidades y particularidades de hogares integrados por personas mayores sordas, pilotaje en un Hogar Digital Accesible instalado en la Universidad Politécnica de Madrid, donde se probó el dispositivo con usuarios voluntarios, y pilotaje en hogares de usuarios voluntarios de Madrid, Valladolid, Zaragoza y Valencia.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay un total de 1.064.600 personas mayores de seis años con problemáticas relacionadas con la audición. De ellas, 761.600 tienen 65 años y más. Se estima que este servicio de teleasistencia se implantaría en el hogar de unas 200.000 personas mayores sordas que viven solas, aunque la cifra se incrementaría si se aplicara también en hogares donde residen personas sordas que viven acompañadas. Para que todas disfrutaran de un servicio inclusivo, no obstante, serían fundamentales algunas mejoras.

De acuerdo a las propuestas de las personas voluntarias, entre otras cosas, habría que prescindir de algunos elementos tecnológicos para simplificar el uso del dispositivo, analizar las costumbres de cada usuario para aplicar soluciones personalizadas, valorar la conexión a Internet más apta, sencilla y útil para cada hogar, respetar el diseño para todos, fabricar dispositivos compatibles con los estándares de comunicación, incrementar los recursos humanos especializados en teleasistencia para personas mayores sordas y mejorar los protocolos de preparación previa de los usuarios.

Teleasistencia para personas mayores

El servicio de teleasistencia es básico para determinadas personas mayores. “Es una forma de promover la igualdad y la no discriminación”, indica Concha Díaz. En su caso, la tecnología se ha convertido en los últimos años en una herramienta clave al servicio de los usuarios para asegurar su autonomía. “Les permite conservar su estilo de vida, vivir en sus hogares, mantener el sentimiento real de valerse por sí mismos y, a la vez, tener la tranquilidad de que ante cualquier situación de riesgo serán rápidamente atendidos”, destaca la presidenta de la CNSE.

Los servicios de teleasistencia actuales no están adaptados, sino que se basan en la comunicación oral y avisos sonoros

El principal inconveniente es que hoy en día en España este servicio no está al alcance de todas las personas mayores sordas. No hay productos o servicios de teleasistencia adaptados a ellas, que cuenten con modos de comunicación como la lengua de signos. Los sistemas actuales se basan a menudo en la comunicación oral y avisos sonoros, “de manera que no resultan válidos para las personas mayores sordas, al no haber contado en su diseño con sus necesidades específicas”.

Las nuevas tecnologías facilitan herramientas y soluciones para utilizar alternativas de comunicación, como la telefonía (videointerpretación), la televisión (subtitulado), las salas de cine o las signoguías para el acceso a los museos, pero que una persona sorda pueda o no formar parte del mundo social, cultural o educativo depende de su entorno y de la actitud del resto de ciudadanos. Las tecnologías facilitan la vida, pero la igualdad en el ejercicio de los derechos y deberes depende de la sociedad.

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