Un tercio de los beneficiarios de microcréditos concedidos por la Fundación ICO en España ha superado la situación de exclusión

El proyecto ha llegado desde 2008 a 235 personas sin acceso a la oferta del sistema financiero
Por EROSKI Consumer 17 de noviembre de 2011

Un 33% de los 235 beneficiarios de microcréditos en España ha superado la situación de exclusión social y laboral en que se encontraban desde que, en el año 2008, se pusiera en marcha un proyecto piloto entre la Fundación ICO y Cajasol. El asesor de Microfinanzas de la Fundación ICO, Nazrul I. Chowdhury, quien en el marco de la V Cumbre del Microcrédito que se celebra en Valladolid indicó que esta iniciativa se puso en marcha en 2008 en España, en concreto en Sevilla, Huelva, Pamplona y Barcelona, con el fin de demostrar, como sucede ya en otros países, que la «confianza en el ser humano» es «mucho más fuerte» que un aval.

Desde su puesta en marcha y siempre con la vista puesta en los colectivos en exclusión no solo en lo económico y financiero sino también en lo social, el proyecto ha llegado a 235 personas sin acceso a la oferta del sistema financiero de las que el 33% ha conseguido un trabajo o una vida mejor gracias a los microcréditos personales o para el autoempleo. Del total de beneficiarios, según Chowdhury, el 35% ha nacido en España y el 65% restante tiene la nacionalidad o la residencia pero nació fuera. Además, el 64% de los beneficiarios son mujeres, frente a un 26% de hombres.

El asesor del ICO en esta materia, que protagonizó en Valladolid la sesión «Microcréditos en países industrializados para la inclusión social y financiera: una conversación con los clientes», centró el objetivo de las microfinanzas en España en colectivos como víctimas de violencia de género, prostitutas o personas de etnia gitana a quienes, «en su puerta» y a través de distintas ONG e instituciones, les ofrecen una oportunidad para salir adelante.

El proceso, antes de la posible concesión del microcrédito, comienza con la integración de estas personas «autoexcluidas» en grupos de no más de 15 personas que, una vez cada dos semanas, trabajan juntas para fomentar su motivación, desarrollar su autoestima, su capacidad y sus «valores humanos». De este modo y en el momento en que cuentan ya con la suficiente capacidad para afrontar la petición de una inversión -no es obligatorio solicitar el microcrédito-, llega el momento de elegir entre las dos modalidades. La centrada en la financiación de una necesidad básica con un máximo de 2.000 euros o la dedicada al autoempleo, que con un máximo de 15.000 euros obliga a poner en marcha un negocio en España.

El tiempo de permanencia en los grupos es opcional y los intereses, desde la perspectiva mensual, son del 2,25%, a lo que se suma, según Chowdhury, la decisión de los beneficiarios sobre el plazo de pago, que no pueden superar los cinco años en el caso del microcrédito por autoempleo y los dos en caso personal. «Los beneficiarios piden poco dinero por responsabilidad», reconoció el asesor de la Fundación ICO en esta materia. Chowdhury apuntó que existen muchas personas a la espera de poder entrar en los grupos y que la expansión de este proyecto está directamente vinculada a los recursos, que llegan de la mano del sector financiero.

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