Una ONG de Camboya contra la explotación sexual femenina abre una sede en Madrid

Pretende que los europeos presionen al Gobierno del país asiático para que cumpla las leyes
Por EROSKI Consumer 11 de julio de 2003

La Asociación de Acción por las Mujeres en Situación Precaria (AFESIP) es una entidad que desde 1996 ayuda a las mujeres y niñas víctimas de la explotación sexual en Camboya. AFESIP acaba de abrir una sede en Madrid desde la cual trabajará para que los europeos presionen al Gobierno del país asiático para que cumpla las leyes.

Así lo explicó durante la presentación de la nueva delegación de AFESIP, su fundadora y premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 1998, Somaly Mam, de 33 años. Esta mujer fue rescatada de un burdel camboyano por su actual marido, tras haber sido vendida por primera vez a un hombre a los 14 años.

En la presentación se emitió un fragmento de la serie «Los excluidos», dirigida y presentada por la periodista Carmen Sarmiento, que relata el trabajo de atención de la ONG en las casas de acogida a las mujeres y niñas, donde se las atiende sanitariamente, se las alfabetiza y se les proponen alternativas de formación profesional como confección, peluquería y cocina.

Además, AFESIP desarrolla proyectos de reeducación de militares, informa sobre los riesgos de mantener relaciones sexuales sin preservativo, proporciona microcréditos para que las mujeres puedan rehacer su vida y coordina una fábrica textil.

En Camboya, según dijo Somaly Mam, existe la creencia de que mantener relaciones sexuales con menores «reporta beneficios como suerte, larga vida y blanqueo de la piel». Esto se suma a la dejación del Gobierno, que permite que se incumplan las leyes para estos delitos, que «son difíciles de perseguir porque no hay una ley de extraterritorialidad para que sean juzgados en otros países», agregó.

Somaly Mam reconoció el problema que entraña reintegrar a las prostitutas, por el rechazo social, incluso de sus propias familias, e hizo hincapié en los problemas psicológicos y de salud que presentan las niñas y mujeres que llegan a los centros de acogida de la ONG.

Finalmente, la directora de AFESIP se refirió a la dificultad para juzgar a los extranjeros que visitan el sureste asiático para mantener relaciones sexuales con menores, «que son protegidos y liberados por sus embajadas».

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