Unicef impulsa la educación de las niñas en Guinea-Bissau

El objetivo es que puedan disfrutar de una vida mejor y una experiencia más plena y rica en la edad adulta
Por EROSKI Consumer 11 de marzo de 2008

Los programas de rehabilitación y capacitación impulsados por el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) ofrecen a las niñas de Guinea-Bissau la posibilidad de recibir una educación mejor. Esta organización ayuda a que la comunidad comprenda que la educación básica es un derecho de todos los niños en edad escolar, especialmente las niñas. El fruto de esos esfuerzos es que niñas como Mariama puedan disfrutar de una vida mejor y una experiencia más plena y rica en la edad adulta.

Al igual que otras muchas niñas de Guinea-Bissau, Mariama Sambu, de 10 años de edad, está constantemente ocupada. Todos los días se levanta a las seis de la mañana para ayudar con las tareas domésticas, lo que no es nada fácil, ya que comparte su pequeña vivienda con 18 personas más. La familia de Mariama vive en una de las casas de ladrillos de adobe, piso de tierra y techo de metal tan comunes en este país, que es uno de los cinco más pobres del mundo.

La vivienda carece de electricidad y agua corriente, de manera que todas las mañanas Mariama debe recoger agua de un pozo instalado cerca de su hogar. Cuando aún no existía ese pozo, la niña debía recorrer dos kilómetros para obtener agua, lo que le dejaba muy poco tiempo para sus tareas escolares.

Ahora, en cambio, Mariama llega a la escuela bien preparada y ansiosa por estudiar. Se ha convertido rápidamente en una de las mejores alumnas de la aldea, y es muy posible que cuando termine el ciclo primario continúe sus estudios. «Quiero ser maestra y ayudar a mi madre y a mi padre», dice. «De esa manera, nuestra vida sería más fácil».

Capacitación docente

La capacitación de los docentes es fundamental para que las niñas como Mariama reciban una educación de calidad que les ayude a escapar de la pobreza. Históricamente, un número muy reducido de maestros y maestras han recibido capacitación estructurada en Guinea-Bissau. La mayor parte de la población de esta zona rural depende de la agricultura y la pesca para su subsistencia.

Mossa Kieta, el director de la escuela de Mariama, dice que los maestros se enfrentan diariamente a obstáculos extremadamente difíciles. «El principal es el lenguaje, porque los estudiantes hablan idiomas diferentes. En la escuela deben aprender portugués, ya que ése es nuestro idioma oficial», cuenta Kieta. «Es una situación compleja, pero con la capacitación que están recibiendo, los maestros han comenzado a resolver el problema».

Desde que se comenzara a brindar formación a los docentes en 2006, Kieta ha notado una enorme diferencia. «Ahora los alumnos aprenden de manera más eficiente», asegura. «Lo que me hace sentir más orgulloso es que nuestros estudiantes comprenden completamente los materiales de estudio y pueden aplicar lo que aprendieron en sus vidas».

Desde hace aproximadamente un año, Unicef apoya las labores de rehabilitación de 55 escuelas rurales a las que asisten unos 12.000 alumnos. Parte de la ayuda consiste en el suministro de materiales escolares, pupitres e instalaciones sanitarias.

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