La situación de crisis por el reciente conflicto en Osetia del Sur (Georgia) ha aumentado la vulnerabilidad de miles de niños y niñas, según denuncia el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), que está atendiendo las necesidades de unos pequeños que se encontraban ya en una situación difícil antes de que estallara el enfrentamiento bélico. Muchos niños y familias sufren tras haberlo perdido todo, denuncia Unicef, que ha hecho un llamamiento de emergencia para ayudar a esta gente.
La organización ha suministrado material escolar y de ayuda al Instituto de Senaki, una residencia para niños discapacitados. Durante el reciente conflicto en Osetia del Sur y alrededores, el Instituto Senaki quedó brevemente en primera línea de fuego. En los primeros enfrentamientos, una bomba destruyó completamente un edificio vecino al instituto, donde residían 105 niños y niñas con discapacidad física y mental que habían sido abandonados por sus padres. Aunque muchos pobladores de la localidad huyeron, los niños y los docentes de Senaki permanecieron en el establecimiento debido a que en tan corto plazo no encontraron dónde refugiarse.
Unicef proporciona actualmente a ese instituto suministros y rehabilitación, además de formar al personal en orientación psicosocial. Poco antes de que se desatara la guerra, la agencia de la ONU organizó un curso de capacitación de tres días de duración en el que el personal de Senaki aprendió a detectar y tratar el estrés y los traumas de los menores. «Ese curso de capacitación no se refirió a la manera de ayudar a los niños y niñas afectados por la guerra en especial, sino que nos enseñó a buscar maneras de prestar asistencia a los pequeños que necesitan ayuda individual», explicó Tea Simonia, jefa del personal a cargo del cuidado de los niños del instituto. No obstante, «resultó muy oportuno que recibiéramos esa capacitación poco antes de la guerra», añadió.
A principios de este año, Unicef y el Comité Nacional pro Unicef de Alemania recaudaron cientos de miles de euros para la restauración y el mantenimiento del Senaki. Los trabajos de reconstrucción, cuyo inicio fue interrumpido por la guerra, están a punto de ponerse en marcha. Abarcarán inicialmente dos de los cinco pabellones del centro, donde se harán mejoras en las aulas y en las habitaciones de los pequeños.
