Vivir debajo del umbral de la pobreza

Cáritas revela en un estudio que el desarrollo económico de la sociedad española ha aumentado, sin que se reduzca la vulnerabilidad de la infancia nacida en núcleos pobres
Por Miren Rodríguez 15 de diciembre de 2006
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Imagen: Jim Fischer

El secretario general de Cáritas Española , Silverio Agea, reclama la puesta en marcha de un sistema de protección familiar mucho más amplio en nuestro país para poder combatir la elevada tasa de incidencia de los niveles de pobreza que se dan entre la población infantil. De acuerdo con los datos recogidos en el informe «Familia, Infancia y Privación Social. Estudio de las situaciones de pobreza en España», impulsado por la Fundación FOESSA y Cáritas Española, uno de cuatro niños españoles viven por debajo del umbral de la pobreza, lo que supone que alrededor de 1,8 millones de niños viven en familias cuya renta mensual está por debajo de este umbral.

Junto a Silverio Agea, en la presentación de estudio participaron el responsable del Area de Estudios de Cáritas Española, Víctor Renes, y los autores de la investigación: Luis Ayala y Rosa Martínez, profesores de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos, y Mercedes Sastre, profesora de la misma disciplina en la Universidad Complutense de Madrid.

Algunas de las conclusiones de la investigación señaladas por Luís Ayala, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos y coautor de esta investigación, confirman que los altos niveles de crecimiento económico registrados en los últimos años, tanto en el conjunto de la UE como en el caso específico de España, no han bastado para reducir sustancialmente las condiciones de vulnerabilidad y riesgo social de los niños pertenecientes a núcleos familiares pobres. En el caso de nuestro país llama la atención que pese a ser uno de los países del mundo desarrollado donde la incidencia de la pobreza infantil es más elevada, no se han diseñado programas específicos para rebajar su alcance ni se le ha dado a la lucha contra la pobreza y la exclusión social de los niños un lugar preeminente entre las prioridades de la intervención pública. Como paradigma de la lucha contra la pobreza infantil en Europa, destaca el caso del Reino Unido, donde la decidida política de protección familiar impulsada en la última década se ha traducido en una mejora notable de las condiciones de vida de la población infantil que estaba bajo el umbral de la pobreza.

Las estimaciones del estudio de Cáritas ponen de manifiesto que la tasa de pobreza infantil en España es mayor que la de la media de la población.

La tasa de pobreza infantil en España es mayor que la de la media de la población
Esta realidad es especialmente acusada en el caso de la pobreza extrema, que afecta mucho más que proporcionalmente a los niños y que corrobora que los menores no han sido los más beneficiados del ciclo expansivo vigente desde mediados de la década de los noventa.

Los principales factores que fomentan esta situación de vulnerabilidad de la infancia tiene que ver, sobre todo, con la fluctuación de la estabilidad laboral y de los salarios de los sustentadores de la familia y con el sistema de prestaciones sociales, cuyo actual modelo concede una menor protección relativa a la infancia que al resto de la población.

Pobreza y privación

Casi uno de cada diez ha experimentado simultáneamente pobreza y privación persistentes, elevándose notablemente este porcentaje en el caso de niños que pertenecen a hogares de elevada dimensión o a familias monoparentales. El hecho, por tanto, de que las situaciones de pobreza y privación persistentes afecten de forma desproporcionada a las familias con niños en España permite subrayar la necesidad de políticas específicas de apoyo a los hogares con menores a su cargo, especialmente si se trata de familias numerosas o con un solo adulto al frente.

La infancia en nuestro país presenta, además, no sólo un mayor riesgo de pobreza que otros grupos de población, sino, también, una mayor cronificación de ésta y una probabilidad más elevada de encontrarse en esa situación en algún momento del tiempo. A diferencia de lo que sucede para la población total, cuando se comparan las cifras con las de la UE-15, la mayor extensión de la pobreza infantil en España se acompaña de una mayor duración en el tiempo. Son mayores, por tanto, las probabilidades de que el mantenimiento de altos niveles de precariedad en la infancia, más prolongados que en otros grupos, se traduzcan en dificultades sociales cuando los niños actuales se conviertan en adultos.

¿Qué es el umbral de la pobreza?

Según el INE, la línea de pobreza o umbral de pobreza se fija en el 60% de la media de la distribución de los ingresos por unidad de consumo adjudicados a las personas. En España, el valor del umbral de pobreza es de 6.278,7 euros al año. Los principales factores que fomentan esta situación de vulnerabilidad de la infancia ?tienen que ver, sobre todo, con la fluctuación de estabilidad laboral de los sustentadores de la familia y con el sistema de prestaciones sociales, cuyo actual concede una menor protección relativa a la infancia que al resto de la población?, señala la organización.

Datos alarmantes

Según el secretario general de Cáritas Española, Silverio Agea, el hecho de que estos resultados se hayan mantenido en un contexto general favorable para la mejora de las condiciones de los hogares con niños lleva a insistir en ?la necesidad de dotar de una intensidad protectora mucho mayor a la red de servicios y prestaciones destinadas a mejorar el bienestar de la infancia?.

  • Uno de cada cinco residentes en España vive por debajo del umbral de la pobreza
  • La tasa de pobreza es mayor en el caso de las mujeres (20,9%) que en el de los hombres (18,6%)
  • Los grupos más afectados por la pobreza relativa son las personas de 65 o más años (con una tasa del 29,4%) y los menores de 16 años (cuya tasa es del 24,2%), según la Encuesta de Condiciones de Vida 2005 del Instituto Nacional de Estadística (INE).
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