Casi el 30% de los internautas ha sido objeto de un intento de fraude «online»

La mayoría de los usuarios no modifican sus hábitos de compra en la Red pese a este tipo de prácticas
Por EROSKI Consumer 25 de octubre de 2007

La seguridad y la confianza de los usuarios en Internet es clave para el desarrollo de la Sociedad de la Información en España. Sin embargo, el fraude «online» sigue estando muy generalizado y afecta a un gran número de internautas. El 29,9% reconoce haber sido objeto de algún intento de fraude a través de Internet, según revela un estudio de del Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO).

Los autores de este trabajo afirman que los «ciberdelitos» tienen un origen bastante parecido a otras conductas delictivas. «Se trata de algunos de los fraudes y timos más tradicionales, puestos al día gracias a las amplias posibilidades de Internet. Así, de los cheques de caja falsos, las ‘cartas nigerianas’, o los popularmente conocidos fraudes de las pirámides de valor, hemos pasado al ‘phishing’, al ‘scam’, al ‘vishing’ o al ‘pharming’, entre otros», explican. «Este tipo de prácticas fraudulentas minan la e-confianza del usuario y comprometen la implantación de los servicios y facilidades de la Sociedad de la Información», añaden.

Más de la mitad de los internautas españoles no identifican el término «phishing» como un tipo de fraude «online». Un 21,6% afirma conocer qué es el «scam«, mientras que el «pharming» (8,1%), el «vishing» (4,1%) y el «smishing» (3,7%) son menos conocidos.

Pese a que un 29,9% de los usuarios se ha visto afectado por alguno de estos fraudes, sólo un 2,1% reconoce haber sufrido un perjuicio económico. El daño medio cuantificado es de 593 euros. Algo más de dos de cada tres engaños conllevan un perjuicio inferior a los 400 euros, y un 24,8% no alcanza los 50 euros.

Precisamente, la relativa escasa cuantía de algunos fraudes «contribuye a que en muchas ocasiones no sean detectados al camuflarse entre los apuntes bancarios corrientes, y por tanto no sean conocidos ni denunciados», indica el estudio.

Cambio de hábitos

Tras un intento de fraude, sólo uno de cada cuatro usuarios modifica sus hábitos de compra «online». En concreto, un 18,6% reduce las compras y un 8,3% deja de lado definitivamente el comercio electrónico.

En el caso de la banca, menos de un 18% de los internautas que no han llegado a experimentar perjuicio económico tras un intento de «phishing» cambia de alguna manera su comportamiento a la hora de operar con su banco por la Red.

Incluso sufriendo un perjuicio económico son más los que continúan utilizando la banca «online» (52,4%) que los que la abandonan (17,2%) u optan por reducir su uso (26,4%). La opción de cambio de entidad financiera «es marginal», de lo que se deduce que el usuario «no responsabiliza a los bancos de este tipo de practicas ilícitas», afirma el estudio.

Los autores justifican que los usuarios no modifiquen su comportamiento a pesar de la sensación de inseguridad que puede provocarles recibir intentos de fraude al hecho de que «han asumido de tal forma los servicios bancarios a través de Internet en su estilo de vida que se les hace muy difícil prescindir de los mismos».

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