Las nuevas tecnologías tienen cada día una mayor relevancia en la vida cotidiana. La conexión a la red de redes así como los edificios inteligentes son dos buenos ejemplos de cómo la informática tiene una gran presencia en la vida diaria. Esta es la razón por la cual la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en colaboración con el Ministerio del Interior está diseñando lo que será el DNI electrónico, un proyecto que verá la luz a finales del año 2003.
Los nuevos DNI digitales presentarán un aspecto muy similar al de las conocidas tarjetas de crédito de cualquier banco, incluyendo una fotografía del poseedor y un microchip. Dentro del mismo se incluirá una parte pública con los datos identificativos y una de acceso restringido que tan sólo podrá conocer el titular. Estos Documentos Nacionales de Identidad se distribuirán junto con un lector que permitirá conectar la tarjeta con un ordenador personal, y certificar así la identidad del usuario mientras navegue por la Red o cuando desee realizar cualquier tipo de operación a través de Internet, ofreciendo una total seguridad.
Además, este DNI virtual será una tarjeta administrativa única para, por ejemplo, poder hacer la declaración de la renta sin tener que acudir antes a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre u otros organismos «a conseguir un certificado especial que habilite al ciudadano a tratar por Internet con Hacienda», según afirman fuentes del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
El proyecto del carné electrónico ha sido concebido para materializarse en cuatro fases. La primera abarca las pruebas de concepto necesarias para estudiar la viabilidad del mismo, pasando por el análisis de las diferentes tecnologías de certificación. En la segunda fase, en la que actualmente se encuentra esta iniciativa, se aborda la creación de un prototipo de clave pública (PKI) para el DNI, además de la comprobación de la integración de las tecnologías y desarrollo de las aplicaciones del DNI para su integración con el Sistema de Certificación. La tercera fase comprende la implementación del sistema en un ámbito reducido así como la integración de los prestadores de servicios con la PKI emisora del Certificado de Identidad Pública. Y en la cuarta y última fase el DNI electrónico será implantado de forma gradual en todo el territorio, convirtiendo de esta forma a España en el primer país del mundo en tener un carné digital.
Pero en la actualidad, hasta la llegada de este novedoso DNI, los ciudadanos pueden disfrutar del Cryptokit, un conjunto de tarjeta criptográfica y lector que permite a sus poseedores no sólo firmar y autentificar sus correos personales y compras en Internet, sino también realizar operaciones con la Administración de forma totalmente segura. Así, es posible acceder a los datos de la Seguridad Social o realizar compras y ventas de valores del Tesoro.
