Europa quiere combatir el diseño adictivo de los servicios digitales

Las plataformas de juegos en línea, redes sociales, servicios de streaming y comercio electrónico buscan retener a los usuarios durante largos periodos de tiempo
Por Sonia Recio 22 de enero de 2024
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Imagen: Erik Lucatero
En la última década, y especialmente tras la pandemia, los servicios digitales han adquirido un papel esencial en la vida cotidiana y en la interacción social y comercial. Su crecimiento ha transformado la forma en que nos comunicamos, trabajamos y accedemos a la información. Sin embargo, el uso excesivo y compulsivo de estas aplicaciones y plataformas puede dar lugar a una adicción, con efectos perjudiciales para la salud mental y el bienestar de los usuarios. En España, según el último Informe EDADES (Programa de Encuestas sobre Alcohol y Otras Drogas en España), el 3,5 % de la población admite hacer un uso compulsivo de Internet. Preocupado por la situación, el Parlamento Europeo (PE) ha elaborado un informe en el que pide mejorar la protección de los consumidores. Reclama el desarrollo de productos digitales éticos, no basados en patrones opacos y diseños adictivos. Profundizamos en ello en las siguientes líneas.

Qué son los servicios digitales

Los servicios digitales son herramientas que facilitan una gran variedad de actividades cotidianas, como la comunicación, el entretenimiento, las compras en línea, la gestión de información y la productividad. Se presentan como aplicaciones o plataformas tecnológicas. Ejemplos de estos servicios son las redes sociales, las aplicaciones de streaming, las de comercio electrónico y los programas de productividad.

Pros y contras de los servicios digitales

Los beneficios de los servicios digitales son innegables. Permiten a los usuarios acceder a información desde cualquier ubicación, facilitan la comunicación y conexión con otras personas, posibilitan la personalización de experiencias y ofrecen una amplia variedad de opciones de entretenimiento. Además, en el entorno laboral, mejoran la eficiencia y productividad, proporcionan soluciones innovadoras y agilizan las transacciones comerciales, haciéndolas más rápidas y seguras.

Sin embargo, los servicios digitales también tienen una cara B. Algunas de estas plataformas están meticulosamente diseñadas para retener a los usuarios, generando ingresos mediante la atención y la recopilación de datos. La disponibilidad constante de redes sociales, juegos en línea, streaming y otras plataformas puede propiciar un uso excesivo y compulsivo, dando lugar a una adicción que afecta negativamente la salud mental y el bienestar de los usuarios.

Europa quiere acabar con la adicción digital

Consciente de este problema, el Parlamento Europeo ha emprendido acciones para abordar la adicción digital. El diciembre pasado aprobó una solicitud dirigida a la Comisión Europea (CE) instándola a abordar las lagunas legales y a presentar propuestas legislativas contra el diseño adictivo.

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Imagen: Pexels

Estas son las tres grandes peticiones recogidas en el documento del Parlamento Europeo:

✔️ Evaluar la situación

Piden que la CE realice una evaluación exhaustiva de la situación y proponen la prohibición de ciertas características de diseño de las aplicaciones y plataformas que consideran nocivas, como el deslizamiento ilimitado (scroll infinito), el inicio automático de los juegos por defecto y las notificaciones en tiempo real constantes.

✔️ Desarrollar productos éticos

Urgen a que las empresas estén obligadas a desarrollar productos y servicios digitales éticos “por defecto”, evitando patrones opacos, diseño engañoso o adictivo. Para mitigar la naturaleza adictiva de las plataformas y proteger a los consumidores, la Comisión debe proponer un “derecho digital a no ser molestado”.

✔️ Crear una lista de buenas prácticas

Abogan por divulgar una lista de buenas prácticas, como «pensar antes de compartir», la desactivación de notificaciones por defecto y unas recomendaciones en línea más neutrales, como las basadas en el orden cronológico, la elección de aplicaciones en escala de grises, el bloqueo automático del servicio después de un tiempo de uso predeterminado y los resúmenes semanales del tiempo total de utilización de las pantallas.

Efectos de los servicios digitales sobre la salud mental

El informe del Parlamento Europeo también resalta los riesgos vinculados a la adicción digital, haciendo hincapié en la pérdida de concentración, el estrés, la depresión y la disminución de la actividad física. La adicción digital se asocia con síntomas relacionados con enfermedades mentales, como depresión, baja autoestima, ansiedad, falta de sueño y comportamiento obsesivo-compulsivo (TOC).

Existe una particular preocupación entre los europarlamentarios por el impacto en la salud de los menores. Los datos muestran que las personas de entre 16 y 24 años pasan más de siete horas al día en Internet; uno de cada cuatro niños y jóvenes muestra un uso problemático o disfuncional de los teléfonos inteligentes, reflejando patrones de comportamiento que indican una adicción. Por ello, se insta a realizar una investigación más exhaustiva.

Para Kim Van Sparrentak (Verdes/ALE, Países Bajos), “no hay autodisciplina que pueda hacer frente a los trucos de las grandes tecnológicas, impulsadas por ejércitos de diseñadores y psicólogos para mantenerte pegado a la pantalla. Si no actuamos ahora, esto tendrá un impacto en la salud mental y el desarrollo del cerebro de las generaciones venideras. Hoy, el Parlamento Europeo envía una señal contundente: la UE tiene que ser la primera del mundo en abordar el diseño adictivo de los servicios en línea”.

Técnicas para acabar con la adicción digital

En la actualidad, la Comisión Europea está evaluando la necesidad de actualizar diversas leyes de protección al consumidor para garantizar una efectiva salvaguarda en el entorno digital. Se espera que presente sus propuestas en 2024, donde el informe del Parlamento Europeo desempeñará un papel crucial en este proceso de análisis.

Mientras esperamos estas medidas, como consumidores, podemos seguir pautas sencillas para evitar caer en la adicción digital:

  • Establecer límites de tiempo para el uso de los dispositivos digitales.
  • Desinstalar las aplicaciones que no se utilizan.
  • Desactivar las notificaciones automáticas.
  • Instalar aplicaciones que bloqueen el uso de los dispositivos en ciertos momentos. Por ejemplo, la mensajería móvil del teléfono durante el sueño o la conducción.
  • Utilizar contraseñas para reactivar los dispositivos y aplicaciones con el propósito de que las pantallas estén en negro el mayor tiempo posible.
  • Poner la pantalla del teléfono en tonos grises; de esta manera, los iconos de las aplicaciones dejarán de ser una llamada de acción.
  • Establecer momentos libres de tecnología y fomentar actividades offline.
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