«Va a ser un periodo curioso y el regulador, me temo, va a tener mucho que hacer», anunció el director general de Euskaltel, Alberto García Erauzkin, en una comparecencia en la que desveló algunos detalles de la ruptura de su compañía con Amena y el nuevo acuerdo alcanzado con Vodafone para ofrecer servicios de telefonía móvil. Tan sólo unos minutos más tarde, sus hasta ahora aliados vinieron a coincidir con él al recordar que todos los clientes de móvil que ha captado el operador vasco en los últimos ocho años son, en realidad, usuarios de Amena y que el grupo que preside José Antonio Ardanza tan sólo ha actuado en ese periodo como una red comercial.
Euskaltel ha obtenido una licencia de operador móvil virtual, que le permite ofrecer sus servicios utilizando la red celular de uno de los operadores nacionales, de la mano de Vodafone. Al mismo tiempo, ha roto la especial relación que mantenía desde 1998 con Amena, para la que actuaba como comercializador.
Ardanza justificó el nuevo rumbo de la compañía como la consecución de una vieja aspiración: ampliar su autonomía de decisión en la telefonía móvil. También como la vía para ofrecer mejores servicios a sus clientes. Además, reconoció que el nuevo acuerdo con Vodafone ofrece un margen de rentabilidad económica mayor que el que existía con Amena.
Euskaltel ha pedido a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), el regulador del sector, que aborde este caso con un especial celo, ya que es la primera vez que se produce una situación similar. Y es que los números de teléfono que han utilizado hasta ahora sus clientes de telefonía móvil son, en realidad, propiedad de Amena, al igual que la totalidad de red de estaciones celulares desplegada en Euskadi. Por ello, Amena está en disposición de ofertar sus servicios en la comunidad autónoma, desde hoy mismo, con la misma cobertura que tenía hasta ahora el grupo vasco. La pugna se presenta larga. García Erauzkin ha apuntado que Euskaltel estará en disposición de comenzar a funcionar en su nueva configuración de operador virtual a principios de 2007. Sin embargo, la empresa estima que el proceso de «migración» de los actuales clientes que reciben el servicio en la red de Amena a la nueva, atendida por Vodafone, se prolongará hasta mediados de ese año.
La compañía vasca no quiere prestar sus servicios como un mero revendedor de telefonía móvil, sino que va a apostar por invertir en equipos y también en el desarrollo de productos y servicios. Así, utilizará la señal radioeléctrica de Vodafone, la normativa actual le impide explotar esa parte de la red, pero invertirá 50 millones de euros antes de que acabe el presente ejercicio en los equipos de interconexión, aplicaciones informáticas, etc.