Los teléfonos móviles de última generación son la punta de lanza de la tecnología en la actualidad, ya que combinan el acceso a Internet y la informática con la movilidad. Reúnen, además, otras funciones antaño encargadas a distintos aparatos, como la cámara fotográfica, el navegador GPS, el reloj o la grabadora. Por lo tanto, poseer un smartphone es casi un paso natural en nuestro crecimiento en la era tecnológica. Sin embargo, sus precios con frecuencia superan los 500 euros, de modo que obligan a hacer un gasto no siempre posible o bien a buscar la subvención de un operador, con los problemas que ello conlleva. Este artículo muestra cinco modelos de teléfonos inteligentes por un máximo de 300 euros que pueden hacer la mayoría de las funciones asignadas a los reyes del sector.
Samsung Galaxy III mini
Los teléfonos móviles de última generación son la punta de lanza de la tecnología en la actualidad
El Samsung Galaxy III mini se vende como una versión reducida del producto estrella de la marca coreana, el Galaxy S III. En efecto lo es, pero no solo en el tamaño de la pantalla, sino que la reducción se aplica a muchos otros aspectos, como la potencia del procesador o la calidad de la cámara. No obstante, sigue siendo un modelo que en su relación calidad precio arroja un saldo positivo para el usuario y, además, viene dotado de la última versión del sistema operativo Android (4.1), con lo cual está capacitado para ejecutar las más modernas aplicaciones.
La pantalla es de cuatro pulgadas, con lo que se mantiene en unos niveles más que aceptables (la del iPhone 4S es de 3,5) y su peso es de 115 gramos. Sus dimensiones son menores respecto al Galaxy S III, pero aumenta un poco su grueso. El resultado es un teléfono sólido y a la vez manejable. Posee una memoria de almacenamiento del tipo SD de ocho gigabytes, de los cuales el sistema solo deja cuatro libres, aunque la memoria se puede sustituir por otra mayor, hasta de 32 gigabytes. En cuanto a la resolución de pantalla, desciende también respecto a Galaxy S III hasta los 800 x 400 píxeles.
El procesador es un NovaThor U8420 de doble núcleo a un gigaherzio, apoyado por la misma unidad gráfica que presenta el Galaxy S III. Tiene una cámara de cinco megapíxeles que puede grabar vídeo a 1.280 x 720 píxeles a una velocidad 30 fotogramas por segundo, aunque no puede reproducir vídeos codificados a 1.080p.
Nokia Lumia 620
Las dos grandes bazas del Nokia Lumia 620 son que cuesta menos de 300 euros y que funciona con Windows Phone 8. De hecho, es el móvil Nokia más barato que usa este sistema operativo de muy reciente concepción. Está pensado para un público joven y con relativo poder adquisitivo, de ahí los colores chillones y desenfadados de sus carcasas intercambiables (rojo, verde, amarillo, etc.).
Posee una pantalla táctil de 3,8 pulgadas y pesa 127 gramos. Su procesador es un Snapdragon de Qualcomm de doble núcleo de un gigaherzio, con una memoria RAM de 520 megabytes. Presenta una capacidad de almacenamiento de ocho gigabytes ampliables al cambiar la tarjeta SD a 16 o 32 gigabytes. En cuanto a la resolución de pantalla, es de 800 x 480 píxeles. La cámara es de cinco megapíxeles. La batería permite un funcionamiento de 14 horas en plena actividad y más de 24 horas en un uso medio normal.
LG Optimus L7
Si se busca una pantalla grande por un precio ajustado, es probable que el LG Optimus L7 sea la mejor opción, ya que se puede obtener por unos 200 euros este smartphone con 4,3 pulgadas de superficie táctil. Aunque salió al mercado hace casi un año, sigue siendo una apuesta válida por sus prestaciones.
La resolución de pantalla es de 800 x 480 píxeles, con protección Gorila Glass (la misma que los iPhone 4S y 5). Se basa en Android 4.0.3, pero presenta buena respuesta a aplicaciones actuales. Destaca por su diseño cuidado, con 8,8 milímetros de grosor y un peso de 121 gramos.
Como procesador incluye un chip Qualcomm a un gigaherzio, con una memoria RAM de 520 megabytes y una memoria interna de cuatro gigabytes, ampliables con tarjetas Micro SD. Presenta conectividad Micro USB 3.0, HSDPA a 7,2 megabits por segundo y Bluetooth. La cámara tiene una resolución de ocho megapíxeles con flash LED y puede grabar vídeo a 640 x 480 píxeles.
Sony Xperia J
El Sony Xperia J es el modelo más bajo de su gama, que se ocupa más de los smartphones de lujo, pero con ciertas prestaciones que le hacen interesante. Por lo pronto, su precio es de 249 euros y presenta la última versión del sistema operativo Android (4.1).
El procesador, en la línea de los demás teléfonos presentados en este artículo, es un Qualcomm de un solo núcleo y un gigaherzio. Presenta 520 megabytes de memoria RAM y cuatro gigabytes de almacenamiento, que se pueden ampliar a 16 o 32 gigabytes mediante tarjetas Micro SD.
La óptica de la cámara, en cambio, es donde más se nota la diferencia respeto a otros modelos de la serie Xperia: es de cinco megapíxeles, aunque permite grabar vídeo en calidad VGA. Presenta dos lentes, una frontal para videoconferencias y otra trasera. La superficie de pantalla es bastante buena para el manejo de las funciones táctiles: cuatro pulgadas.
HTC Desire X
El HTC Desire X no es un teléfono que destaque por su belleza ni por su diseño, pero si se mira su ficha técnica, es tal vez el que mejor respuesta puede dar.
Para empezar, su procesador es un Qualcomm Snapdragon de un gigaherzio con una memoria RAM de 768 megabytes, lo que le dota de mayor rapidez a la hora de gestionar a un tiempo varias aplicaciones. La memoria de almacenamiento es de cuatro gigabytes ampliables con una tarjeta micro SD.
La pantalla es táctil de cuatro pulgadas y con tecnología Super LCD. Incluye la capa HTC Sense, propia de la marca y que ayuda a mejorar la sensibilidad táctil. Su resolución es la habitual: 800 x 480 píxeles. Está basado en Android 4.1, la versión más reciente, y tiene la carcasa de plástico en colores blanco o negro. La cámara es de cinco megapíxeles con flash LED y permite grabar vídeo en VGA. Su importe en tienda es de 300 euros.