Móviles multimedia

La penúltima esperanza de la industria y una tentación con imagen y sonido para los usuarios
Por Nacho Rojo 13 de febrero de 2003

Los teléfonos móviles deberían cambiar de nombre. En breve, sus aplicaciones serán tan variadas y numerosas que las llamadas de voz se convertirán en una mínima parte de su utilidad. Los nuevos móviles multimedia son un teléfono, sí, pero también una agenda, fax, cámara, grabadora, navegador, radio, consola, reproductor de música… Las operadoras de telefonía confían en que la imagen y el sonido en que llegan los mensajes multimedia (MMS), cuajen entre los usuarios como lo hicieron de forma espontánea los mensajes de texto.

¿Para qué sirven?

Decir que las posibilidades son infinitas sería exagerar, pero no por mucho. Con un móvil multimedia, el usuario tendrá en su mano un aparato capaz de capturar la realidad (imagen, sonido e incluso vídeo) y compartirla instantáneamente con quien quiera. También contará con un pequeño terminal de acceso a la Red, con el que navegar sin que el tiempo apremie y conectarse al PC de escritorio o a otros dispositivos mediante infrarrojos o Bluetooth.

El móvil 3G es, por un lado, una fenomenal herramienta de comunicación multimedia y, por otro, un receptor de información, adquirida vía Web o a través de la suscripción a servicios de todo tipo: tiempo, tráfico, restaurantes, viajes…

Las empresas encontrarán en los MMS un medio para hacer llegar publicidad en un formato enriquecido, a la vez que una puerta por donde colar todo tipo de productos y servicios. Pero para su despegue definitivo hace falta que los mensajes multimedia se conviertan en una forma habitual de comunicación, para lo que el precio y la disponibilidad de terminales serán fundamentales.

Una vez en manos del usuario particular, será éste el que comience a encontrar utilidades que ahora sólo podemos entrever. Desde continuar con la fiebre del SMS, esta vez con el añadido de imágenes, hasta crear pequeñas obras de arte móvil: el texto -casi ilimitado (para enviar algo más que un haiku)- se puede formatear, la imagen, editar, el vídeo… Con el vídeo la cosa puede adquirir incluso un tinte más profesional: no es difícil imaginar a un periodista enviando un fragmento de una declaración en una rueda de prensa.

Los proveedores se prestarán a enviar todo tipo de contenidos que los usuarios puedan intercambiar, como imágenes y textos para diseñar mensajes, o nos contarán con un mapa lo atascado que está el cruce que vamos a atravesar con el coche. Convertido el móvil, gracias a la grabadora y la cámara digital, en un auténtico productor (además de emisor) de contenidos, las aplicaciones y la creatividad se multiplican.

De lo trivial a lo imprescindible

Las empresas, desde proveedores de contenido a todas aquellas que precisan entregar información gráfica, han recibido una gran noticia con la llegada de los MMS. Pero el usuario también puede sacar mucho partido a esta herramienta potente y sencilla, con la que genera y compone su propia información, convirtiéndose en creador de contenidos: posee un medio que ‘registra y comparte el momento’.

El niño recién nacido -o su primer diente- la mascota que se le antoja al chaval en una tienda, la invitación de boda, el christmas, el coche del concesionario, la Torre Eiffel, la canción de cumpleaños… viajarán por la Red junto a mensajes menos fútiles.

Los invidentes podrán usar los mensajes de voz/sonidos, el móvil será capaz de sustituir al fax, haremos una apremiante consulta al médico, los clientes podrán estar al tanto de la marcha de un proyecto, pediremos opinión sobre cualquier cosa a través de la imagen, etc. Las citas -‘ligar’, un servicio ya veterano en con el SMS- no volverán a ser lo mismo con fotos de por medio; y más de un parte de un accidente de automóvil irá acompañado de una prueba en formato MMS.

En fin, si SMS ha creado un lenguaje propio e incluso ha convocado certámenes de poesía, que no pasará cuando el texto se enriquezca con música e imagen. Como siempre, serán los usuarios los que tomen la iniciativa, y les cuenten a las operadoras qué son capaces de hacer con los mensajes multimedia o, por el contrario, les sugieran que inventen otra cosa porque eso no les atrae. Ahora le toca al usuario decidir si lo que ofrecen los nuevos móviles multimedia ‘merece la pena’.

GPRS Y UMTS: alternativas para impulsar una industria estancada

A estas alturas no es fácil encontrar personas que no tengan un teléfono móvil. En España ya hay 34 millones de abonados, más del 80% de la población; en todo el mundo, los usuarios de móviles se acercan a los 1.400 millones. Ahora que nos acercamos al techo y la voz no da más de sí, la industria se devana los sesos para sacar más partido al celular.

Los mensajes de texto (SMS) supusieron una grata sorpresa para las operadoras móviles. Una tecnología sobre la que en un principio no existían grandes expectativas, se ha convertido, gracias a la iniciativa de los usuarios, en una parte importante de sus ingresos. Con la nueva generación de celulares, que funcionarán sobre redes GPRS y UMTS, la industria espera dar el empujón definitivo a un negocio estancado.

A la espera que las siglas UMTS dejen de ser una entelequia, en la que las grandes telefónicas se han endeudado hasta el punto de poner en riesgo su viabilidad, los fabricantes han lanzado nuevos terminales y las operadoras han puesto en marcha llamativos servicios para renovar el parque móvil y atrapar nuevos usuarios.

UMTS significará la auténtica revolución de la telefonía móvil -acceso real a todos los contenidos de Internet a alta velocidad, GPS, descarga y visualización de vídeos, comunicación mediante Videoconferencia, juegos sofisticados, etc.-, pero hasta que llegue, el usuario ya puede tener entre manos una nueva generación de ‘cacharros’ que multiplican sus posibilidades de comunicación.

Los teléfonos móviles con capacidad multimedia y sus servicios asociados empezaron a invadir los espacios publicitarios a finales del pasado año. Básicamente, el usuario obtiene con ellos un gran abanico de posibilidades para el entretenimiento, la información y la comunicación. Podrá suscribirse a diversos canales para recibir todo tipo de información o acceder a los contenidos de Internet, descargar juegos y aplicaciones, así como enviar mensajes combinando textos, imágenes y sonidos (MMS).

Gracias a la cámara digital que viene integrada en algunos terminales (en otros se compra aparte y se acopla) y a la grabadora de sonidos, el usuario puede capturar imágenes y audio (su propia voz, por ejemplo), para luego almacenarlas o enviarlas. Además, la pantalla a todo color de estos móviles facilita la navegación y permite una mayor sofisticación en los juegos.

Para empezar a disfrutar de esta revolución móvil se necesita, en primer lugar, un terminal con capacidad multimedia -cuyo precio oscila entre los 300 y los 700 euros, y después darse de alta con alguna operadora y aflojar el bolsillo a para acceder a los servicios o enviar mensajes multimedia.

Salir de la crisis

Tras un incremento anual en el periodo 1996-2000 de alrededor del 60%, las ventas de teléfonos móviles cayeron en 2001 por primera vez en la historia. A finales de ese año se cumplían 10 años del nacimiento de los SMS, de los que se envían unos 24.000 millones cada mes en el mundo (360.000 millones en 2002) y suponen cerca del 10% de los ingresos totales de las operadoras.

Se espera que los mensajes cortos de texto, un servicio intuitivo que combina personalización, utilidad y facilidad de uso, sigan in crescendo hasta 2004. Se confía que en este la tecnología de los mensajes multimedia se desarrolle de manera definitiva y aporte el mayor porcentaje de ingresos de los servicios de datos.

La necesidad de la industria ha llevado a disparar las estimaciones sobre la aportación de los MMS a la telefonía. Las últimas predicciones, más comedidas, sitúan en torno a los 8.000 millones de euros el negocio de la mensajería multimedia en 2004.

En España el año pasado se vendieron cerca de 10 millones de terminales, una cifra similar a la del año anterior. Las campañas de los nuevos móviles y servicios multimedia coincidieron con el inicio de la temporada navideña, pero, aunque alrededor del 35% de los terminales ofertados tenían capacidad multimedia, la mayoría de los 1,6 millones de terminales vendidos en diciembre correspondió a una nueva hornada de celulares económicos.

Aunque algunos implicados en el sector califican de ‘excelente’ la acogida de los terminales de última generación, las operadoras no han facilitado datos para certificarlo, y se estima que las ventas de móviles multimedia en diciembre supusieron en torno al 6% del total.

Durante el último trimestre de 2002, Sony Ericsson puso en el mercado español 300.000 unidades de sus modelos multimedia (T300 y T68i), lo que supone el 35% de sus ventas. Nokia, por su parte, vendió 300.000 unidades de su modelo 7650, que incorpora cámara digital, y estima que en 2003 colocará tres millones de terminales con cámara de fotos. Entre los operadores, parece que Vodafone, con su servicio Life!, se ha llevado la palma con más de 380.000 suscriptores alcanzados en enero (casi la mitad en Alemania).

Los MMS son la evolución natural de los SMS, por lo que nacen como un servicio que encaja en un hábito muy extendido: se espera que hasta el 80% de los usuarios de mensajes cortos acaben tentados por los servicios multimedia. Queda por resolver el obstáculo monetario, ya que su público objetivo lo forman jóvenes sin un gran poder adquisitivo.

Si, como se espera, los nuevos terminales bajan de precio rápidamente y los servicios se ofrecen a un precio razonable, 2003 puede ser el año del despegue de los MMS. Mientras, pueden abrirse camino hacia otro perfil de usuario o dirigirse a las empresas. Tampoco hay que descartar que, como auguran algunos analistas, sean los juegos los que triunfen entre la ‘generación multimedia’.

En cualquier caso, los móviles multimedia y los MMS han devuelto el optimismo a un sector muy machacado. Todos saldrán beneficiados de su éxito: los fabricantes venderán teléfonos nuevos porque la gente necesitará renovar los terminales, las operadoras incrementarán sus ingresos por el mayor tráfico de datos, los proveedores ampliarán su oferta de productos y servicios, las compañías de software tendrán un nuevo campo para crear aplicaciones y los anunciantes contarán con un nuevo soporte.

Mensajes multimedia (MMS)

La aplicación bandera de la nueva generación de móviles son los mensajes multimedia (Multimedia Messaging Service o MMS). Un paso más allá de los SMS, MMS es una tecnología de mensajería móvil que permite enviar y recibir mensajes que combinan texto, audio (música o voz), gráficos, imágenes, animaciones y vídeo.

Un mensaje MMS es una ‘presentación multimedia individual’, no un archivo de texto con documentos adjuntos. Es decir, está formado por información en diversos medios reunida en un solo mensaje. Los MMS se pueden enviar a otro teléfono (si no es compatible recibirá un SMS con una dirección de Internet donde ver el mensaje) o a una dirección de correo electrónico.

Después del EMS (Enhanced Message Service), que añade al mensaje de texto la posibilidad de incluir melodía polifónicas y dibujos en blanco y negro, los operadores ya tienen entre su oferta de servicios la mensajería multimedia y los fabricantes ya han colocado en el mercado varios modelos y preparan muchos más.

Como SMS, MMS es un estándar abierto, y los mensajes multimedia pueden funcionar sobre redes y protocolos existentes. Tanto fabricantes como empresas de telefonía se han unido para que los MMS se puedan enviar entre diferentes terminales y redes. Aunque funcionan sobre redes GSM (gracias a los Multimedia Messaging Service Centre), su tamaño hace que empiecen a ser verdaderamente útiles en redes GPRS y alcancen su plenitud con la llegada del UMTS, que hará realidad la transmisión de vídeo.

El móvil de tercera generación es un móvil ‘conectado’, por lo que la composición de mensajes multimedia se puede realizar de muchas formas. El celular con cámara digital integrada puede capturar una foto para enviar, pero también se pueden adquirir imágenes/sonidos/vídeos navegando por la Red (mediante WAP/GPRS) o desde el PC. MMS soporta formatos de imágenes estándares como GIF o JPEG, de audio como WAV y de vídeo como MPEG4.

Desde luego MMS añade un punto de dificultad en la creación y envío del mensaje, tanta como superior es el resultado. Además, las ‘herramientas’ que ya existen y las nuevas que llegarán a medida que el servicio se popularice, ayudaran a enriquecer los mensajes y a facilitar su composición. Ya hay programas para descargar en el PC que ayudan en la creación de mensajes multimedia. Es posible, incluso, componer MMS utilizando múltiples ‘páginas’, cada una con texto, sonido o imagen, lo que convierte al autor en director de una mini-película.

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