Entrevista

Carlos López Blanco, presidente de Enter y ex secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información

La televisión digital ofrece los mismos contenidos que la analógica y, en ocasiones, peores
Por Jordi Sabaté 5 de julio de 2007
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Imagen: Emiliano Ricci

Carlos López Blanco fue secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información entre 2002 y 2004, por lo que es un profundo conocedor de la matriz socioecnómica en la que tienen que prender las nuevas tecnologías en España. Ya fuera de la política, ha continuado su actividad de analista y observador desde Enter (Centro de Análisis de Sociedad de la Información y las Telecomunicaciones), un centro del Instituto de Empresa que publica anualmente el informe DigiWorld. Sus opiniones, basadas en la reflexión reposada sobre las cifras y las estadísticas siempre resultan reveladoras, interesantes y, en ocasiones, polémicas.

¿Qué es Enter y qué objetivos tiene?

Enter es un centro del Instituto de Empresa en el que participan diez empresas, entre ellas las principales empresas del mundo TIC [referente a la tecnología y la comunicación] presentes en el mercado español. Solemos expresar nuestra misión como el propósito de ser centro de referencia en análisis, métrica y prospectiva en los ámbitos de la sociedad de la información y las telecomunicaciones, desde una perspectiva de convergencia digital, con rigor e independencia, pero también con una actitud proactiva y favorable a su extensión entre los ciudadanos y las empresas.

Según el último informe DigiWorld 2007, en el que ustedes participan, se pone de manifiesto la ralentización del consumo de nuevas tecnologías, sobre todo por una cierta desaceleración de la compra de móviles. No hay que olvidar que en Europa occidental tenemos una tasa de casi un móvil por habitante. ¿Es mala esta ralentización? ¿No estábamos consumiendo demasiada tecnología, a veces sin sentido?

“Lo insólito (y preocupante desde el punto de vista de la competencia) hubiera sido que la telefonía móvil mantuviese los niveles de crecimiento de los años anteriores

Un poco por partes, lo que mide DigiWorld es el volumen de negocio por servicios y productos finales en cada uno de los mercados y, en términos generales, es verdad que en 2006 se ha producido una ralentización en las tasas de crecimiento, comparadas con las de años precedentes. Ello ha respondido, en parte, a un menor avance de la telefonía móvil, que ha pasado de crecimientos de dos dígitos a crecer poco más del 6 por 100, pero también a un efecto de maduración y presión competitiva extendido a todos los mercados comprendidos dentro del perímetro DigiWorld.

En términos generales, hay que señalar que los ingresos generados han aumentado a tasas menores que el número de unidades vendidas, lo que significa simplemente que los precios se están reduciendo pese a persistir la fortaleza de la demanda, lo que a mi juicio supone un comportamiento del mercado bastante singular. Es verdad, en todo caso, que los niveles de penetración alcanzados por la telefonía móvil, en torno al 103 por 100 en España, contribuyen a esa ralentización que comentamos.

Permitame insistir que lo insólito (y probablemente preocupante desde el punto de vista de la competencia) hubiera sido que la telefonía móvil, que es el único servicio individual y universal que existe, mantuviese los niveles de crecimiento de los años anteriores.

Usted ha declarado que la Televisión Digital Terrestre (TDT) es sólo una tecnología transitoria. ¿Dónde está el futuro de la televisión? ¿Cuánto tardaremos en llegar a ese futuro?

“La televisión del futuro será plenamente interactiva, personalizada, a la carta y participativa”

Comenzando por lo último, en cierta manera ya está aquí. Cosa distinta es cuándo se generalizará y en esto veo difícil formular una predicción. Digo que ya está aquí porque la televisión del futuro será plenamente interactiva, personalizada, a la carta, participativa y, en último extremo, alta definición, con participación interactiva de los espectadores, comunidades de uso, sitios de almacenamiento y compartición de contenidos, servicios complementarios al ocio…

Esa nueva televisión probablemente nos llegará por redes de banda ancha (fijas o móviles) y será mixta, abierta y de pago, con incorporación de nuevos servicios. Y es notorio que el mercado ya plantea ofertas de esa caracterización. Es por ello que consideramos que la TDT es una tecnología de transición, dado que presenta importantes limitaciones para alcanzar ese estadio.

En consecuencia de su declaración, ¿se puede inferir que piensa que la inversión que desde el Estado se pide a las cadenas de televisión en materia de TDT es contraproducente?

“Que la TDT sea transitoria no quiere decir que sea inútil; ni mucho menos”
En modo alguno. Que sea transitoria no quiere decir que sea inútil; ni mucho menos. En primer lugar, porque esa transitoriedad puede durar varios años para una parte relevante de la población. Pero sobre todo porque tampoco quiere decir que la TDT no tenga capacidades tecnológicas que sería bueno aprovechar: las hay y, entre ellas, destacaría su potencial para extender la sociedad de la información mediante el uso del mando a distancia, para muchos más amigable que el teclado de un ordenador.

¿Estamos haciendo un gasto inútil los consumidores cuando compramos descodificadores o instalamos antenas de TDT en los edificios?

“El internauta español navega más asiduamente y durante más tiempo que la media del resto de la UE”

En absoluto, aunque comprendo que muchos puedan pensarlo, dado que la oferta se ha multiplicado (más canales) pero sigue las mismas pautas que han caracterizado la programación en los últimos años. Por decirlo más claramente, la televisión digital ofrece, de momento, los mismos e incluso a veces peores contenidos que la analógica, a ojos del espectador.

Sin embargo, aún siendo así, la TDT ofrece, de entrada, mayor calidad de recepción de imagen y sonido y, lo que es más importante, permite un mejor y más eficiente aprovechamiento del espectro radioeléctrico disponible; precisamente por eso es posible la existencia de más canales. En todo caso, la conversión digital, el llamado apagón analógico, es irreversible y las emisiones con esa tecnología deberán cesar en la primavera de 2010, por lo que quienes no hayan adaptado sus equipos a la TDT dejarán de ver televisión a través de las ondas hertzianas.

¿A qué cree que se debe la renuencia de las cadenas a invertir en programas para la TDT?

“No acabo de entender la reticencia de las cadenas a aprovechar las opciones que la tecnología de transmisión digital ofrece”

Más que en programas para TDT, dado que la producción ya se realiza generalmente en formato digital, la reticencia se concreta en no aprovechar las opciones que la tecnología de transmisión digital ofrece para ofrecer nuevos formatos y servicios, como señalaba anteriormente. Y, siendo sincero, confieso que no la acabo de entender.

¿Cree que las cadenas de televisión son conscientes de la necesidad de pasarse a otros medios de difusión como Internet?

“Probablemente, la cuestión no está en “pasarse a Internet”, sin más, sino en reconfigurar la caracterización de su oferta y su modelo de negocio conforme a las especificidades de la Red”

No quisiera aventurarme a interpretar la conciencia de los responsables de las distintas cadenas. En mi apreciación subjetiva, diría que los hay más conscientes que otros, pero también debo confesar que no comprendo algunas decisiones recientemente adoptadas, como por ejemplo integrar la programación en sitios como YouTube.

Probablemente, la cuestión no está en “pasarse a Internet”, sin más, sino en reconfigurar la caracterización de su oferta y su modelo de negocio conforme a las especificidades de la Red, que son muy distintas en todos los sentidos a la programación tradicional (y presente) de la mayoría de las cadenas. Y, en ese sentido, la verdad es que no contemplo iniciativas decididas y sí, en cambio, mucha tendencia a la continuidad defensiva del modelo actual.

¿Qué podemos esperar de la instauración del DNI electrónico en cuanto a avances en las gestiones que ahora el ciudadano debe hacer con numerosas molestias?

Será, sin duda, un contribuyente sustancial para facilitar las transacciones telemáticas de los ciudadanos. No sólo, aunque por supuesto también, en todo lo relacionado con la e.administración, sino en general. Y lo será en mayor medida si, en paralelo, el ámbito público introduce las necesarias modificaciones en sus procedimientos y (tema que se me antoja muy preocupante) adopta una determinación firme de hacer que los diferentes sistemas desarrollados o en curso de desarrollo sean interoperables entre sí.

¿Está España atrasada respecto a otros países de la Unión Europea (UE) en lo referente a administración electrónica?

“Seguimos teniendo un claro liderazgo, no solo europeo sino mundial, en algunos servicios como la agencia tributaria”

No está en cabeza, pero sí en la media comunitaria o ligeramente por encima de ella en la mayoría de aspectos, aunque es verdad que en los dos últimos años se ha producido una cierta ralentización en toda la Unión y también en España.

Quizás se deba, siquiera en parte, a problemas no resueltos, como el de acreditación que es previsible que resuelva la implantación del eDNI, los derivados de la falta de interoperabilidad y, en general, las dificultades opuestas a cambios organizativos y procedimentales en las burocracias públicas.

Recientemente la revista The Economist publicó un reportaje sobre la economía española donde se predecía el final del filón de la construcción y se apuntaba hacia la tecnología como elemento dinamizador sustitutorio ¿Cómo está el país en cuanto a empresas tecnológicas? ¿Somos un país más dinámico de lo que creemos en ese sector o presentamos serias deficiencias?

Incrementar nuestro ‘stock’ tecnológico es imprescindible, pase lo que pase con el sector de la construcción. Y no es fácil emitir un juicio genérico sobre las empresas tecnológicas españolas: las hay muy buenas, pero si algo se puede decir es que necesitaríamos tener más.

El informe DigiWorld 2007 también señalaba, un año más, que la penetración de la tecnología, y sobre todo de Internet, en los hogares españoles va retrasada con respecto a la UE. ¿Debe preocuparnos este dato? ¿Por qué?

“No existe una respuesta clara y contundente para explicar por qué no avanza más deprisa la penetración de Internet”

Efectivamente, los índices de penetración de Internet en los hogares siguen estando por debajo de la media europea y eso es sin duda preocupante, aunque hay que decir que la diferencia se recorta año tras año y que no todos los indicadores de uso de las nuevas tecnologías son desfavorables.

Suele citarse la telefonía móvil, donde estamos en el grupo de cabeza de la eurozona, pero se puede añadir el uso de medios electrónicos de pago, la red de cajeros electrónicos o aplicaciones de e.administración como la liquidación y el pago de los impuestos.

Me pregunta por las razones y no existe una respuesta clara y contundente para explicar por qué no avanza más deprisa la penetración de Internet. Precisamente, en Enter hemos realizado un estudio sobre los inhibidores presentes en la sociedad para estos usos y los más citados han sido la edad y cierta idea de que Internet no sirve para nada.

Pero, junto a ese dato que puede considerarse negativo, nos ha revelado que, una vez superada la primera barrera de uso, el internauta progresa rápidamente hasta convertirse en usuario habitual. Algo que probablemente explica un indicador poco difundido: el internauta español navega más asiduamente y durante más tiempo que la media del resto de la UE.

¿Qué se puede hacer para reducir la brecha que nos separa de los países más avanzados?

“Quizás haya llegado la hora de establecer algún tipo de facilidades e incentivos para el desarrollo de la industria española de contenidos”

Desde luego, no hay una única receta para lograrlo. Probablemente haya que hacer varias cosas, algunas de las cuales ya se están haciendo y es cuestión de tiempo que vayan dando frutos apreciables. Otras, también importantes, como la evolución de las redes de acceso, con mayor extensión de la banda ancha y aumento de las velocidades, o la implantación del DNI electrónico, están en proceso de ejecución y sin duda serán claves para ese propósito.

Pero, por citar algo que no suele mencionarse, creo fundamental propiciar la introducción en la Red de nuevos servicios, aplicaciones y herramientas que respondan a necesidades efectivamente sentidas por los ciudadanos, preferentemente concebidas desde y para nuestra propia idiosincrasia

Quizás haya llegado la hora de establecer algún tipo de facilidades e incentivos para el desarrollo de la industria española de contenidos, con el añadido de impulsar la didáctica sobre Internet como modo de vencer esa reticencia que señalaba anteriormente.

¿Por qué cree que no se toman las medidas adecuadas?

“No tengo respuesta clara para interpretar por qué algunas administraciones son reticentes a potenciar la relación online con los ciudadanos”

En gran medida se están tomando, pero aquéllas que faltan responden a motivos muy dispares cuyo fundamento no alcanzo a calibrar. A título de ejemplo, no tengo respuesta clara para interpretar por qué algunas administraciones son reticentes a potenciar la relación online con los ciudadanos, o cuáles son las motivaciones que subyacen tras la renuencia de empresas líderes en determinados sectores de actividad a relacionarse con sus clientes a través de la Red. Habría, en definitiva, que profundizar, caso a caso, para indagar en esos por qué.

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