Entrevista

Enrique Varela Couceiro, director de Tecnología Accesible e I+D de la Fundación ONCE

Las cosas están diseñadas para el ciudadano perfecto
Por Darío Pescador Albiach 25 de mayo de 2006
Img evarela

¿Accesibilidad?
¿Discapacidades? ¿Tecnología accesible? “Siempre
cuento la anécdota de uno con silla de ruedas que queda con
una amiga a comer, y él le pregunta: ‘¿El sitio es
accesible?’. Ella le responde: ‘Sí, sólo cuesta unos 30
euros por persona’”. A Enrique Varela le parece más
importante la semántica que la corrección política.
“Accesibilidad o diseño para todos (‘Design For All’),
está bien” concluye. Enrique Varela Couceiro es director
de Tecnología Accesible e I+D de la Fundación ONCE para
la solidaridad e integración de personas con discapacidad.
Esta fundación recibe un 3% de las ventas del cupón,
que emplea en proyectos de formación, empleo e integración
para discapacitados. Varela lleva 25 años en el mundo de las
nuevas tecnologías, creó su sitio web de
tiflotecnología (de ‘tiflos’, ciego en griego) en 1995 y es
miembro del Comité Directivo del W3C y del comité
Ejecutivo del WAI (Web Accessibility Iniciative) representando a la
ONCE. Además, Varela administra la empresa Technosite,
perteneciente al Grupo Fundosa, de la Fundación ONCE,
especializada en desarrollos para Internet, y colabora en
publicaciones, congresos y grupos de trabajo sobre discapacidad en
todo el mundo.

¿Qué relación hay entre usabilidad y accesibilidad?

Toda. La
gente de usabilidad empezó antes, y bien, apadrinados por el
gurú Jakob
Nielsen
. Los que trabajamos en accesibilidad, que no
nos habíamos dado cuenta de que las dos cosas van juntas, nos
hemos quedado en la cola a arreglar lo que haga falta cuando la gente
quiere tener responsabilidad social corporativa. Esto es lo que yo
resumo, con mucho sarcasmo, en la frase: “Cuando hagamos la web
ya arreglaremos eso de los cojos, no se preocupe”.

¿Hay falta de conciencia en las empresas de la necesidad de hacer páginas web accesibles?

Sí,
porque primero no se sabe lo que es, y segundo, las cosas están
diseñadas para el ciudadano perfecto, y no sólo en la
web. Cuando doy conferencias pregunto a la gente quién tiene
algún problema, que lleven gafas, o que sean zurdos. Al final
se levanta todo el auditorio y se quedan sentados tres, que deben ser
los perfectos. Los demás tenemos problemas con los diseños.
Hay gente que no tiene ninguna discapacidad reconocida, y sin embargo
les cuesta pinchar un botón pequeño, o no ven bien unas
letras pequeñas en gris sobre blanco.


“Cuando doy conferencias pregunto a la gente quién tiene
algún problema, como que lleven gafas o sean zurdos; al final
se levanta todo el auditorio”

Entonces, ¿no hace falta ser oficialmente discapacitado para tener problemas?

No, ni con
la accesibilidad ni con la usabilidad. En Technosite, por ejemplo,
las vendemos juntas. Usabilidad se refiere a que vayas a un sitio web
como para comprar una entrada para un espectáculo y no
encuentres la palabra “taquilla”, y ni siquiera “venta
de entradas”. A alguien se le ha ocurrido que la venta de
entradas se debe llamar por motivos de marketing, qué sé
yo, pongamos que ‘tikiweb’. Ahora, apréndetelo. El diseño
se deja muchas veces en manos de los informáticos, que lo
hacemos bien, pero somos sólo una parte del equipo.

¿Mandan el marketing y el diseño?

Internet
ha pasado tres grandes eras. Primero vino la romántica, en la
que poca gente se metía, y todos veníamos de Fidonet o
las BBS. Era algo para informáticos, pero éramos más
respetuosos con el medio. Después Tim Berners Lee inventa la
web, y llega la segunda época, de la burbuja, donde todo vale.
Llegó la moda de las cosas que se movían, se animaba
todo. Para la accesibilidad fue terrible. Se le dio la web a los
diseñadores y se armó la gorda, porque los diseñadores
tampoco sabían cómo diseñar para la web. Decían:
“mi web tiene que ser en tonos siena, con este tamaño, y
que a nadie se le ocurra usar otro navegador o un móvil,
porque esto tiene que verse así”. O: “mi periódico
digital tiene que ser igualito que el periódico de papel”.
Todavía quedan estos vicios.


“La ‘burbuja.com’ fue terrible para la
accesibilidad”

¿Y la tercera era?

Ahora ha
venido la época de la reflexión. La web es una cuestión
multidisciplinar. En Technosite hacemos gestión de portales, y
la web no es sólo la parte de sistemas, el alojamiento y las
máquinas, que son muy importantes, sino que después
está la gente de contenidos, los de diseño, que se
tienen que pegar con los de usabilidad y accesibilidad. Todo eso se
conjuga para producir portales que merezcan la pena. Llenamos
disc@pnet,
el portal de la discapacidad, o Ciberamérica
(el portal iberoamericano). Intentamos que sean más
navegables, lejos de la idea de portal de la época de Terra,
donde te ofrecían de todo, pero no veías nada.

“Flash
se puede hacer accesible, sólo hay que pensar”

¿Cómo está la situación de la accesibilidad a día de hoy?

Como
empresario es buenísimo, porque vamos a seguir teniendo
trabajo en el mismo campo, pero en accesibilidad no se avanza nada, a
pesar de los esfuerzos. La web se inventó como algo universal,
independientemente de la raza, religión y dispositivo. El HTML
original se podía ver igual en una pantalla grande o en una
pequeña. Hasta que llegó la burbuja y las empresas
decidieron que cada una iba a hacer sus propias extensiones, su
propio modo de funcionar y que éste se insertaría en el
escritorio del ordenador, con lo que se perdió ese carácter
universal. La consecuencia ha sido todo la retahila de juicios por
monopolio que ha tenido alguna empresa…
Y ojo que ahora estamos al
revés: con el auge de la Web 2.0 y el protocolo Ajax las
extensiones han migrado de nuevo hacia la Red, pero no han recuperado
su universalidad. Ahora trabajamos con estándares abiertos y
todos vamos participar de esa conquista, desde luego, pero hoy está
mal. No se piensa antes en el diseño. Por ejemplo, si te metes
en Gmail [una aplicación que se usa desde la Red y no desde el
escritorio], con los lectores de pantalla de los ciegos no se ve
nada, y que conste que sólo es un ejemplo, que hay muchos más.
En usabilidad se ha tomado algo de conciencia, pero en accesibilidad
no se ha avanzado nada. En España hay una norma UNE, una
traducción de las pautas WAI (que ya están anticuadas
porque son de 1999) y una obligación del sector público
de cumplirlas. El plazo acababa el pasado 31 de diciembre y no se ha
cumplido.


“El HTML original se podía ver igual en una pantalla
grande o en una pequeña, hasta que las empresas decidieron que
cada una iba a hacer sus propias extensiones”

¿Qué hacen las instituciones en España?

España
es el país con más normativa en todos los aspectos, y
donde menos se cumple. Si vas a la BBC puedes ver el compromiso entre
la cadena y el usuario en materia de accesibilidad. Aquí en
cambio hay muchas más leyes. Fundación ONCE es miembro
de W3C y de WAII, que es un comité transversal. El W3C parte
de que Tim Berners Lee quiere mantenerse independiente, habla con una
serie de conocidos y crea un consorcio para seguir investigando y
elevando la web a su máximo potencial. Lo cumplen bastante a
rajatabla. A los acuerdos de W3C se llega por consenso, y pesa lo
mismo lo que dice Fundación ONCE que lo que dice Microsoft.
Pero lo que sale de W3C son recomendaciones. Cada país les da
formato a esas recomendaciones como se le ocurre.

¿Cuál es el coste para una empresa de hacer su web accesible?

Ninguno.
Yo creo que empezar desde cero y hacer algo accesible no cuesta más
caro. Pero es más difícil hacer accesible un castillo
del siglo XIV que empezar una obra desde los cimientos. En la web es
parecido.

¿Y si ya está el daño hecho?

Tienen que
incluir en su equipo personas o asesores de accesibilidad, pero eso
no es lo que más cuesta. Además, así no sólo
consiguen que entren cuatro discapacitados a comprar sus productos
(que son el 10% de la población y no es poco), sino que además
van a conseguir que su web sea visible en más medios. Podrás
verla con un móvil, tu sitio será más dinámico,
se descargará antes y se verá mejor. Es calidad bien
entendida.

“Con
el auge de la Web 2.0 y el protocolo Ajax las extensiones han migrado
de nuevo hacia la Red, pero no han recuperado su
universalidad”

Los empresarios suelen pensar más en los beneficios que les puede reportar.

En el
trabajo que hacemos, la accesibilidad y la usabilidad van juntas.
Decimos, “te vamos a ordenar el almacén”. Ese
almacén que tienes desordenado, con poca luz, mal indicado, en
la caja no funcionan las tarjetas de crédito o donde la gente
no entra bien porque la puerta era estrecha. Todo eso se lo damos
resuelto, para el 10 % de discapacitados, y para todo el mundo.

O sea, que si haces algo accesible ya lo estás haciendo usable.

Eso lo
firmo.

A la gente le cuesta imaginarse cómo acceden los ciegos a la web, por ejemplo.

Hay
experimentos curiosos que cualquiera puede hacer. Las estructuras de
encabezados se crearon en las primeras versiones de HTML. Hay seis
tipos de encabezados que crean una jerarquía en la página
(h1, h2, h3, h4, h5 y h6). Los titulares más importantes van
con el código h1, los siguientes con h2 y así
sucesivamente. Algunos navegadores, como Opera, te presentan la
estructura en un lado facilitando la navegación. Si vas a un
diario que tenga esa estructura, verás que es más fácil
navegar por él con esa vista de árbol. Para un ciego,
cuando entras en la página pulsas H y va directamente al
titular. Sin
embargo, eso no se hace. Yo, que soy ciego parcial, no pido al
periódico que ponga un tipo de letra en la web. Le pido que lo
deje libre y de una forma estructurada. Si yo quiero poner los
titulares en rojo para verlos mejor, debo poder hacerlo. Pero los
periódicos imponen el tipo de letra, y ni siquiera utilizan el
sistema de encabezados.

Eso hace que el diseño sea tanto o más importante que los aparatos de ayuda…

Para los
que no son ciegos, la noticia está en el centro y la ves
enseguida. Pero los lectores de pantalla para ciegos leen por orden.
Si voy a última hora en un periódico y quiero leer la
noticia, pincho en el enlace, y cuando llego a la página tengo
que escuchar todos los menús y todos los anuncios, y no me los
puedo saltar. Simplemente, prueba ir al menú del navegador y
seleccionar un texto más grande. En la mayoría de los
casos no puedes, porque el diseñador ha indicado un tamaño
fijo de letra que no se puede cambiar. Eso mismo se puede hacer de
forma ordenada y de modo que no afecte al aspecto, para que un lector
de pantalla lea lo más importante primero. No cuesta más
dinero y puede facilitar el trabajo al diseñador.


“Si yo quiero poner los titulares de una noticia en rojo para
verlos mejor, debo poder hacerlo”

¿El sistema de sindicación RSS es una ayuda?

El RSS
tiene partes buenas y malas. Si consigues un lector accesible y el
medio incluye toda la noticia, sí podríamos leer todo.
Pero a los medios no les interesa, y ponen sólo una parte de
la noticia para que vayamos al periódico y veamos su
publicidad. Además no hay agregadores
RSS
accesibles. Nosotros estamos pensando en ello.
Ayudaría mucho más si se empleara bien CSS [hojas de
estilo para páginas web].

¿Qué ocurre cuando se utiliza Flash?

Flash se
puede hacer accesible, sólo hay que pensar. Hemos hecho
películas con subtítulos y lenguaje de signos, e
incluso con descripción de audio para los ciegos. Antes
Macromedia no lo contemplaba. Pero salió la ley en EEUU que
les obligaba a hacerlo accesible si querían venderlo y ahora
es posible. Por otro lado, hay recursos nuevos que tienen una gran
utilidad a pesar de no estár pensados expresamente para
ciegos. Por ejemplo, a los ciegos nos gusta mucho el podcasting.
Pero no es sólo para los ciegos; hay guías de viaje,
libros para escuchar en el coche, etc. La gente que ve escucha mucho
más de lo que pensamos los ciegos.

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