Unas quinientas asociaciones de toda índole han unido fuerzas contra la creación de un nuevo sistema de e-mails de pago. La semana pasada 50 organizaciones que han utilizado Internet para su despegue firmaron un comunicado contra la propuesta de America On Line (AOL) de cobrar entre un cuarto de centavo de dólar y un centavo de dólar por correos electrónicos certificados, un servicio que espera estrenar el mes que viene. A la vuelta del fin de semana el número de afiliados había pasado de 50 a 500.
Iglesias de todas las confesiones, clubes, asociaciones de enfermos, sindicatos… La lista no podría ser más variada. Todos ellos utilizan este servicio «online» para comunicarse, pero carecen de recursos para subirse al tren de los correos electrónicos de pago con los que AOL garantiza que el mensaje no quedará atrapado en la red de filtros de «spam» que se han ido instalando en sus servidores.
Internet libre y gratuito
Detrás de los intereses particulares de cada uno hay una filosofía de fondo inspirada en la democracia universal de una red libre y gratuita, ahora en peligro con esta separación de clases. «La magia de internet es que se trata de un campo igualitario para todo el mundo, donde la gente normal puede convertir sus pequeñas ideas en grandes proyectos de la noche a la mañana», defiende el portavoz de «MoveOn.org», Adam Green.
Ante esta novedosa, pero costosa, opción, los firmantes de la carta abierta a AOL temen que «quienes no paguen la cuota vayan quedándose atrás con un servicio en el que no se pueda confiar», dice el documento colgado en un sitio llamado «Querida AOL» en inglés (www.dearaol.com).
Los activistas están dispuestos a parar al gigante norteamericano como sea. «Nuestra percepción es que a AOL le seguirá el resto de la industria», confiesa Green. Yahoo mismo, que ha anunciado la puesta en marcha de un servicio semejante «en unos meses», parece estar a la espera del resultado de su rival.