De vacaciones con un PDA

Los organizadores personales pueden ser un magnífico compañero de viaje
Por Nacho Rojo 1 de septiembre de 2003

Al salir de vacaciones se puede llevar un mapa de carreteras, un pequeño diccionario, un callejero y plano del metro de la ciudad de destino, un par de libros, un tablero de ajedrez… o dejar todo en casa y coger el PDA.

Todo en el bolsillo

A los organizadores personales o PDAs se les puede encontrar un sinfín de utilidades. Las más sofisticadas son prácticamente un ordenador de bolsillo, con mini versiones de los programas más utilizados en el PC, desde el correo electrónico al editor de textos y la hoja de cálculo.

Pero además del software preinstalado, se puede descargar de la Red, a veces de forma gratuita o al menos en versión de prueba, multitud de programas en función de las necesidades de cada ocasión. Para unas vacaciones o un simple viaje de fin de semana, el PDA se puede cargar con un ‘paquete turístico’ completo, pues es posible encontrar aplicaciones para cambiar moneda, traducir de varios idiomas y calcular el consumo de combustible, además de mapas, callejeros y planos de metro de cualquier ciudad.

Las ventajas de echar mano de la PDA son evidentes: un sólo aparato que cabe en el bolsillo transporta el contenido de un bolso de viaje. También sustituye al cuaderno y al lapicero para aquellos viajeros que precisan llevar consigo un listado de contactos o anotan los gastos de la ruta.

Al salir de viaje, rellenar la PDA de programas es como hacer la maleta: es posible que no quepa todo lo que queremos y haya que seleccionar lo imprescindible entre todo lo que se pueda necesitar:

  • Mapa de carreteras
  • Callejeros y planos de metro de las ciudades que se van a visitar
  • Un diccionario tipo Collins, un traductor multilingüe (PowerTrans) o un compendio de frases esenciales como el de Smalltalk.
  • Un conversor de moneda, un programa para saber la hora en todo el mundo y otro para saber el tiempo que va a hacer.
  • Organizador de fotos digitales, como Rescoviewer para Palm o Image Expert para Windows CE.
  • Cuaderno de viaje (DayNotez)
  • Libros electrónicos para leer en el Palm Reader o Microsoft Reader. También es útil instalar el Acrobat Reader para Pocket PC.
  • Juegos y algún vídeo para reproducir en Kinoma o MMPlayer.
  • Programa para gestionar los gastos de viaje, como el propio Excel (Windows CE)
  • Direcciones, teléfonos, emails… una agenda de contactos como Essential Contax.
  • Una aplicación de ayuda para hacer la compra, tipo HandyShopper.
  • La cartelera de los cines del lugar de destino y una guía de restaurantes.

Mapas, planos, callejeros…

Para sustituir al aparatoso mapa de carreteras existen aplicaciones como HandMap o, para Europa, TomTom CityMaps, con más de 100.000 ciudades incluidas. La verdadera utilidad de estos programas se consigue conectando la PDA a Internet mediante GPRS, para así poder descargar en cada momento la zona por donde se transita.

El no va más es que el dispositivo de bolsillo incorpore un localizador GPS (Sistema Global de Posicionamiento), que permite al usuario conocer la posición exacta (en todo el planeta) en la que se encuentra, localizar una calle o punto de interés y conocer el próximo desvío mediante voz o información visual. HP, por ejemplo, ha lanzado un navegador Ipaq que incluye GPS con voz, con información y mapas de 18 países europeos y callejeros de 90.000 ciudades; el iQue3600, de Garmin es un PDA con GPS que permite visualizar mapas electrónicos y automatizar rutas.

Con un programa como PocketMap City Guide se pueden descargar planos de muchas ciudades, pero con la versión GPS el coche en ruta se colocará automáticamente en el centro de la pantalla, con lo que se hará sencillo localizar el camino al restaurante, farmacia, oficina de correos, etc. más cercano. Para moverse bajo tierra en cualquier ciudad, la aplicación gratuita Metro ayuda a conocer la ruta subterránea más apropiada en 200 ciudades.

A falta de GPS, la conexión a Internet también soluciona los problemas. En Maptel (Terra Lycos) se encuentran planos urbanos de más de 700 ciudades, cartografía de carreteras de España y Europa, y es posible calcular rutas y localizar los servicios más cercanos. Otros servicios online para PDA son Restauranteshoy o Callejerohoy, de Páginas Amarillas, el servicio dónde de Amena (accesible desde una PDA conectada a un móvil GPRS) o la Guía Roja Michelín.

Quien no tiene conexión desde la PDA o no le apetece gastar dinero ésta, puede descargar previamente, antes de salir de viaje, alguna página web del lugar de destino (con un programa como el Repligo) de donde obtener información sobre la zona.

En muchos sitios web se encuentran programas gratuitos (freeware) para PDAs pensados para los viajes, desde los útiles mapas o callejeros hasta las más peregrinas aplicaciones para saber dónde se ha aparcado el coche o para no olvidar nada en un viaje, pasando por horarios de trenes, códigos de los aeropuertos, etc.

En Tucows.com se encuentra un montón de software para PDAs. También es útil visitar las secciones de ‘Travel’ ‘Navigation’ o ‘Maps’ de sitios como PocketGear.com, o darse una vuelta por sitios especializados como travel-software de PDATopSoft.

Compañero en el extranjero

Si Internet puede ser de gran ayuda a la hora de preparar un viaje y reservar servicios, llevar la Red en el bolsillo con una PDA puede facilitar mucho las cosas. Casi todo lo que se pueda pensar que hará falta en el extranjero al salir de viaje, excepto, quizá, la ropa, cabe en una PDA.

Para empezar, seguro que el viajero confecciona una lista apresurada sobre un papel de todo lo que va a guardar en el equipaje. Pues bien, es posible descargarse un programa para PDA para asegurarse de que nada se olvida, con categorías preinstaladas que, por supuesto, cada usuario puede modificar a su antojo.

Luego, el turista previsor echará en la maleta un pequeño diccionario de frases útiles si se dirige a un país del que no conoce el idioma. Pensados precisamente para eso existen programas como el Travel Dictionary English-Spanish, o muchos otros traductores multilingües de texto y voz o glosarios a elegir en sitios comowww.pocketpc-dictionaries.com.

Si el destino está fuera de la Unión Europea y no valen los euros, la clásica calculadora para realizar cambios de moneda o calcular precios se puede sustituir por una aplicación especifica para PDA, que convierta euros en cualquier divisa y además actualice el cambio por Internet. También se puede utilizar el organizador personal para comprobar el consumo de combustible del coche o ir anotando los gatos del viaje.

Tampoco vendrá mal algún programa para conocer la hora en que se vive al saltar de país (como Globe) y otro para saber si hará falta paraguas o jersey en el lugar de destino (Worldmate).

Pero el verdadero aficionado a estos ingenios portátiles, acostumbrado a utilizarlos para casi cada cosa, volcará también todo el ocio en su asistente digital, que transportará desde libros electrónicos hasta vídeos, para reproducir en programas como Pocket TV o Pocket Div X, pasando por todo tipo de juegos.

Todo en uno

Al ‘gadgetófilo’ le puede resultar a fin de cuentas un incordio trasportar toda la cacharrería que le gustaría tener consigo en cada momento. Pero la tendencia actual evita este problema, ya que quien quiera puede contar con una PDA que se conecta a Internet que además incorpora una cámara digital y un teléfono móvil. Incluso se puede acoplar una cámara de vídeo.

Así, el ejecutivo que se va de vacaciones pero no debe permitirse perderse, puede estar localizable, navegar para mantenerse al tanto de la actualidad o las cotizaciones bursátiles, leer correos electrónicos, enviar SMS desde la PDA, ‘chatear’ con el messenger o completar o corregir algún trabajo y luego enviarlo vía email.

Pero claro, quien lleve el ‘megagadget’ con todo incorporado también deberá proveerse del software necesario para sacarle partido. Necesitará, al menos, un programa para almacenar y organizar las fotos y, un paso más allá, un buen visualizador de imágenes como Picture Perfect y un potente editor como Photogenics.

En realidad, la PDA conectada a Internet es más una herramienta de trabajo para un viaje de negocios que un compañero en tiempo de ocio. El turista desea perderse y huye de la posibilidad de conectarse con la oficina. Lleva la PDA cargada de utilidades, pero es menos probable que quiera llevarse correos electrónicos pendientes de leer o que se ponga a navegar para acceder a servicios online.

Sin embargo, en el viaje de negocios la PDA sustituye al ordenador portátil para ir con el trabajo a todas partes. Y la conexión a Internet proporciona acceso a infinidad de aplicaciones. Servicios como AvantGo, por ejemplo, provee de contenido personalizado a varios millones de suscriptores, que acceden a su selección de entre los mas de 2.500 canales de noticias, bolsa, salud, restaurantes, cine, viajes, etc.

Eso sí, si el acceso a la Red vía móvil-PDA no lo paga la empresa, resulta útil contar con un programa que permite conocer la velocidad, el consumo y el gasto la conexión GPRS. Otros, como Cellular Phone and Network Monitor controlan las conexiones (tiempo, velocidad, datos transferidos, tasa de transferencia) realizadas desde un Pocket PC, sea a través de módem, Bluetooth, infrarrojos, etc.

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