Por décimo verano consecutivo, los bañistas volverán a compartir las cálidas aguas del Mar Menor (Murcia) con medusas, esos seres gelatinosos y escurridizos que en el mejor de los casos quitan las ganas de darse un chapuzón y, en el peor, causan erupciones cutáneas a todo aquel que los roza.
La plaga de medusas que desde principios de los años 90 invade la laguna murciana, sigue tan activa como entonces y va en aumento. Lo peor es que está dañando seriamente al sector turístico y la Administración regional -que ha consultado a varios científicos- se ve incapaz de erradicar la proliferación de estos celentéreos, que han encontrado en el Mar Menor el mejor de los ecosistemas posibles.
En contra de lo ocurrido el año pasado por estas fechas, cuando se detectó un retraso en la aparición masiva de medusas, éstas ya se están dejando notar en las playas marmenorenses, principalmente en la zona de Los Urrutias, según indicaron fuentes de la Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente de la Región de Murcia. La especie que ahora predomina produce picor y se conoce por el nombre de «Rhyzostoma pulmo», que se caracteriza por ser blanca con un halo violeta alrededor de la caperuza.
Plan de acción
Ante las dimensiones del problema y con la finalidad de proteger a los turistas que eligen el Mar Menor para pasar sus vacaciones, la Consejería comenzó ayer la instalación de 43 kilómetros de redes en un total de 48 playas. Los trabajos de colocación durarán dos semanas y las mallas estarán puestas hasta el 15 de septiembre, salvo en determinados puntos en los que se retirarán el 12 de octubre debido a la mayor afluencia de público.
Durante esta campaña, el Gobierno murciano ampliará en 200 metros lineales las redes en la playa de Palos, y en 150 metros las de la playa situada al sur del puerto Tomás Maestre, ambas pertenecientes a La Manga. Además, en las playas de Los Urrutias, Martinique y Dominique las mallas contarán con flotadores adicionales para evitar que las medusas puedan pasar gracias a la acción de las olas.
Como en años anteriores, la Consejería murciana de Medio Ambiente completará este plan de acción con la captura de los celentéreos. A lo largo de 75 días, 16 embarcaciones se dedicarán a sacar medusas por el procedimiento de arrastre. Las tareas de limpieza darán comienzo una vez que los ejemplares más jóvenes adquieran un tamaño superior a cuatro centímetros de diámetro. El verano pasado se recogieron 5.037 toneladas de medusas en la zona, una cantidad que este año podría verse igualada e incluso incrementada.