Viajes del Imserso

En abril se abre el periodo para pedir plaza en el Programa de Vacaciones para Mayores
Por Clara Fraile 8 de marzo de 2005

Quince días en Canarias por 207 euros, ocho días en Baleares por 159 euros… Con estos precios, y en hoteles de tres estrellas como mínimo, no es de extrañar que las personas mayores sigan cada año atentamente las instrucciones del Imserso para participar en su programa de viajes. El número de solicitudes sobrepasa siempre las plazas ofertadas, pero sólo dos de cada diez solicitantes se quedan en casa. Así, conscientes de los beneficios que les reporta “un cambio de aires”, de octubre a junio, quincena tras quincena y semana tras semana, más de 800.000 personas mayores llenan aviones y autobuses. Sus destinos: lugares de sol y playa, balnearios y rutas culturales o de naturaleza en el interior.

Envejecimiento activo

Participar en los programas de viajes del Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) “aleja a las personas mayores de la soledad, les ofrece la posibilidad de ampliar sus amistades, de conocer mejor España y Europa. También es importante porque produce una mejora general sobre el estado de salud de quienes participan, que en todo momento están bien atendidos, en hoteles de calidad y con una atención exquisita”, enfatiza la secretaria de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad, Amparo Valcarce.

Muchos de estos mayores ya conocen de sobra la existencia de las estancias semanales y quincenales en lugares de sol y playa que ofrece el Imserso; el programa de termalismo social, y algunos incluso están al tanto de los circuitos culturales y de naturaleza que Asuntos Sociales ha incorporado recientemente. Así lo demuestra el millón largo de solicitudes presentadas en esta temporada 2004/2005 para las 800.000 plazas disponibles.

Para dar respuesta a esta fuerte demanda, el Gobierno ha adquirido el compromiso de incrementar significativamente la oferta en los próximos años. El ministro de Asuntos Sociales se ha comprometido a duplicar el número de plazas para el fin de la legislatura. Y es que la rentabilidad social de estos programas está asegurada, tanto que sirve de modelo para otros países, según Valcarce.

Tiene también una “importancia capital” para la secretaria de Estado el hecho de que se sigan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de promoción del “envejecimiento activo”, un proceso que se define como aquel que “optimiza las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez”.

Los servicios médicos del Hotel Doblemar en La Manga del Mar Menor (Murcia) (colaborador con el Imserso en estos programas) corroboran esta tesis y aseguran que, si bien las enfermedades crónicas de tipo pulmonar o vascular no experimentan mejoría por las vacaciones es evidente que, desde el punto de vista psicológico, a la mayoría de los mayores “les viene muy bien cambiar de ambiente”.

¿Quién puede pedir un viaje?

Tal y cómo confirma Valcarce a CONSUMER EROSKI, son más de siete los millones de españoles que tienen derecho a pedir una plaza del programa de vacaciones. No obstante, el “mercado potencial” queda reducido a la mitad debido, principalmente, a cuestiones de salud en las edades más avanzadas.

Quienes pueden viajar por muy poco dinero y disfrutar de unos días de estancia en zonas de playa o del interior, o en la red de balnearios, son las personas mayores de 65 años o aquellas jubiladas con algunos años de anterioridad. Así, podrá rellenar la solicitud cualquier persona residente en España que reúna alguno de los siguientes requisitos:

  • Tener como mínimo 65 años.
  • Cobrar una pensión de jubilación del Sistema Público de Pensiones (por los conceptos de jubilación y de invalidez, en todo caso, y por el concepto de viudedad o de otras pensiones, únicamente cuando el beneficiario haya cumplido 60 años de edad).
  • Ser una persona prejubilada con 60 años cumplidos.

Los interesados habrán de estar atentos a los plazos abiertos para la convocatoria de plazas (no se ha fijado la fecha concreta de apertura para la próxima temporada pero podría ser del 15 de abril al 14 de mayo), pasarse por los servicios sociales municipales para presentar la solicitud y, si reúnen los puntos suficientes de conformidad con el baremo establecido, formalizar el contrato del viaje en septiembre en cualquiera de las agencias que participan en el programa. Igualmente, han de tener en cuenta otros aspectos prácticos como los siguientes:

  • Si quien desea acompañar al solicitante es su cónyuge o pareja, no tiene por qué reunir estos requisitos de edad y pensión. Además, el Imserso admite como compañeros a los hijos que tengan un grado de minusvalía igual o superior al 45%.
  • Para acceder a una de las 120.000 plazas del programa de termalismo, al que actualmente concurren 17 solicitudes por plaza, hay que aportar también un informe facultativo que precise la conveniencia de dichos tratamientos termales y especifique que no existe contraindicación médica para la recepción de los mismos.
  • Existe la posibilidad de vincular dos solicitudes de una misma provincia para viajar juntos.
  • Como siempre hay más solicitudes que plazas, el Imserso establece unos criterios de selección. El nivel de ingresos y el hecho de no haber viajado en las dos últimas temporadas son algunos de los factores que más cuentan a la hora de puntuar. También se prima a las personas de más edad y a las que viven solas.
  • También existe un número elevado de plazas para españoles residentes en el extranjero (18.900 esta temporada).
  • El programa se desarrolla entre los meses de octubre y mayo para las zonas de la península y Baleares, en turnos de 15 o de 8 días. Para las islas Canarias, Circuitos Culturales y Turismo de Naturaleza los turnos se desarrollarán entre abril y junio.
  • Las personas interesadas pueden dirigirse al teléfono 901 10 98 99 para consultar cualquier duda.

Precios sin competencia

El precio por persona esta temporada para una estancia de 15 días en hoteles de costa de Andalucía, Murcia, Cataluña o la Comunidad Valenciana, incluyendo desplazamientos y seguro de viaje, es de 257 euros y para una estancia de 8 días, de 136 euros. Para los destinos en las Islas Baleares el precio es 278 euros para una estancia de 15 días, y de 159 euros para 8 días. Si el destino es Portugal el viaje cuesta 151 euros, si es Canarias, 207 euros y los Circuitos Culturales o de Naturaleza, 125 euros.

Todas estas vacaciones concertadas están subvencionadas por parte del Imserso (la entidad gestora de la Seguridad Social que se encarga de administrar los servicios sociales complementarios para mayores y discapacitados) con un 20% de su precio, excepto los destinos más alejados, como por ejemplo Canarias, que obtienen una ayuda del 40%.

“Nadie se queda en casa por razones económicas”, asegura Amparo Valcarce. Además, a estas subvenciones pueden añadirse otras municipales. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Barcelona ayuda con 100- 120 euros a 2.000 solicitantes, pero en este caso ha de rellenarse un modelo específico de impreso en la Oficina de Atención al Ciudadano del Ayuntamiento.

La actual temporada cuenta con 680.000 plazas de turismo de sol y playa en hoteles de tres estrellas como mínimo (un 13% más que la temporada anterior), 120.000 de termalismo y 11.000 en los circuitos. Se trata de una iniciativa que goza de continuidad y gran aceptación desde su creación en 1985. Los usuarios que están dispuestos a viajar en la siguiente temporada superan según las encuestas el 98,13%. Y desde el Ministerio se insiste en que “no es un gasto sino una inversión”.

Según anunciaba el propio Imserso durante la presentación de la campaña que ahora termina, los objetivos de esta actividad son los siguientes:

Proporcionar mayor calidad de vida a las personas mayores mediante su participación en viajes y la realización de actividades turísticas, ofreciéndoles la posibilidad de tomar contacto con otros ambientes y acceder a los bienes culturales. Según la Secretaría de Estado, no existen estudios ponderados que relacionen los viajes con el descenso del gasto hospitalario, pero sí algunos que demuestran que los balnearios o los tratamientos de termalismo aportan grandes ventajas a quienes disfrutan de ellos. Según el estudio del Imserso “Impacto del Programa de Termalismo Social en la Reducción del Gasto Farmacéutico”, el 76% de las personas que reciben tratamiento termal experimenta una mejoría en su estado físico y reduce considerablemente su consumo de medicamentos.

Contribuir a la creación o mantenimiento del empleo en el sector turístico, con especial incidencia en el hotelero durante la temporada baja y paliar la estacionalidad tan característica en este sector. En la temporada 2003/2004 la contratación de estos viajes generó un empleo indirecto que superó los 44.000 puestos de trabajo. A lo largo de la duración del Programa de Vacaciones para Mayores actual está previsto alcanzar los 50.000 empleos.

Potenciar la actividad económica en diversos sectores económicos. Cada euro de los 56 millones presupuestados por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales para el programa en este ejercicio produce un retorno económico de 1,79 euros, según datos aportados por la Secretaría de Estado y atribuidos a un estudio de la empresa auditora Price Waterhouse Coopers.

Preferencias

Las preferencias de los mayores con respecto al tiempo libre son dispares. Existen dos bloques diferenciados: uno que prefiere un ocio activo pero organizado y otro al que le gusta disponer de su tiempo sin actividades programadas para poder decidir qué hacer con él.

Así consta en las encuestas que sistemáticamente se hacen desde el instituto organizador, en las que los usuarios se muestran “cada vez más cultos, más acostumbrados a viajar y más exigentes”, expone Amparo Valcarce. “Lo que más valoran los mayores es el trato personal y la comida, por este orden”, añade.

Por ello, dentro de los objetivos del Imserso también está el de diversificar lo más posible la oferta, incluyendo casas rurales, Andorra como destino para la próxima temporada e intercambios con gente mayor de países como Francia y Alemania.

La secretaria de Estado de Servicios Sociales, convencida de las bondades que supone viajar para los jubilados e incluso para sus familiares, anima a los mayores de cualquier lugar de España, aunque vivan en zonas muy alejadas o en territorios en los que sus diputaciones, cajas de ahorros etc. organicen otros viajes para ellos a pedir también las plazas del Imserso. “Porque estas solicitudes no son excluyentes y, sobre todo si no han participado nunca en el programa, seguramente van a obtener el viaje”.

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