Viajes en grupo, guía de supervivencia

Para aprovechar al máximo un viaje organizado conviene ser abiertos y flexibles, aprovechar para hacer amistades y valorar la comodidad de tener todo hecho y planificado
Por Blanca Álvarez Barco 6 de agosto de 2015
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Imagen: Maridav

Nueve de cada diez españoles viajarán este verano, según la encuesta anual realizada por el portal especializado en viajes TripAdvisor entre sus usuarios. ¿Solos o en compañía de otros? La libertad para escoger horarios, qué monumentos y cuándo visitarlos y proyectar el itinerario que más guste son algunas de las ventajas de viajar en solitario. Pero, a veces, el factor económico pesa -y mucho-, por lo que realizar un viaje organizado sale más rentable. Además, en ellos se puede conocer a gente nueva e interesante y está todo planificado al detalle. Para sacar el máximo partido a un viaje en grupo organizado y que la compañía se convierta en un placer, conviene ser abiertos y aprovechar lo bueno que brinda, como se aconseja en las siguientes líneas.

Los españoles viajamos de nuevo. Tras años de crisis, en los que se ha salido menos e incluso se han pasado las vacaciones en casa, este verano hemos vuelto a hacer las maletas, según la información que manejan distintos portales web de viajes y turoperadoras. Hasta enero de este año (últimos datos recogidos por el Ministerio de Industria, Turismo y Energía) se han realizado casi cuatro millones de viajes de ocio y vacaciones, cifras que con toda seguridad aumentarán en estos meses.

Muchas de estas escapadas serán viajes organizados en grupo, un sistema que a veces preocupa al viajero por su incapacidad para improvisar y elegir. Pero son una estupenda oportunidad de ahorro, para conocer países sin dejar de lado nada importante y relacionarse con otras personas. Para disfrutarlos en plenitud, se pueden seguir los siguientes consejos.

1. Pensar en cuánto se ahorra al viajar en grupo

Escoger un viaje organizado brinda la oportunidad de visitar países caros o lejanos a buen precio. Por ejemplo, ir al Caribe en grupo y pasar allí cinco o seis días con todo incluido cuesta igual o menos que solo el vuelo, si se organiza el viaje por cuenta propia. Conviene comparar los costes de vuelos y hoteles que proponen las agencias para saber cuánto es el ahorro.

Al ir en grupo, además, es posible beneficiarse de descuentos y ofertas en museos, visitas, etc. Y, en general, se dormirá siempre en hoteles de calidad a importes más econónimos. Si surgen problemas con el alojamiento o cualquier aspecto del viaje -aparte de que las opiniones en grupo pesan más-, los resolverá el organizador, lo que ahorra disgustos.

2. Aprovechar para vivir con todo hecho

Si con estos viajes se ahorra dinero, también se ahorra tiempo. Además de las horas que se pasan organizando un viaje, en el destino hay que hacer colas para entrar en museos, atracciones… Cuando se viaja en grupo se pasa más rápido a los sitios y, en muchos casos, las entradas incluso están ya compradas.

Dan todo hecho y no hay que preocuparse por nada: se tendrán guías, vehículos para desplazarse por la ciudad, mesas reservadas en restaurantes céntricos… ¡Y tener todo planificado quita mucho trabajo y estrés!.

3. Ser flexible: con paciencia, viajar en grupo es fácil

En un viaje organizado no se puede pretender ir al ritmo de la persona. Hay que concienciarse y tener claro que si se va en grupo se debe esperar a gente, visitar sitios que no apetece ver, pasarse por tiendas de souvenirs, etc. En definitiva, ¡hacer cosas típicas de turistas! Quizás no sea la idea del viaje perfecto, pero si se es flexible, se disfrutará mucho más del trayecto, ya que son situaciones ineludibles y lo mejor es adaptarse a ellas con espíritu positivo.

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Imagen: Mid-Atlantic Center

4. Compartir experiencias y hacer nuevos amigos

Viajar en grupo hace que se puedan compartir las experiencias; en general, todo se disfruta más en compañía. Cuando se está en grupo, además, uno se divierte más y se anima a hacer más cosas.

Pasar unos días haciendo vida común con desconocidos en principio puede ser un obstáculo, pero siempre es bueno salir del propio círculo y conocer gente nueva, que puede aportar experiencias interesantes. Es muy positivo entablar relaciones con personas con las nunca se habría tratado de no ser por un viaje y pueden convertirse en buenos amigos.

5. Pensar que se gana en seguridad

En un viaje organizado es fácil sentirse más seguros, sobre todo si el destino es un país con costumbres o un idioma muy distintos a nuestra cultura. En caso de que el viajero pierda sus documentos, se ponga enfermo o se presente cualquier contratiempo, los organizadores del viaje ayudarán y se encargarán de solventar el problema con la máxima rapidez. Y, debido a sus contactos y experiencia, será mucho más eficaz que si se tuviera que denunciar en comisaría un robo o acudir a un médico por cuenta propia.

6. Aprovechar los ratos libres para improvisar

¿Cero improvisación? No del todo… En todos los viajes organizados hay ratos libres, que se pueden aprovechar para hacer lo que más plazca: pasear, visitar algo que no entra dentro de la excursión, hacer fotografías, tomar algo solos con tranquilidad… Al estar sujetos a horarios y planes que cumplir, se valoran más estos pequeños momentos de libertad.

¿Vacaciones con amigos? Escoger muy bien los compañeros de viaje

Más de una vez un viaje ha supuesto el fin de amistades forjadas durante años. El cansancio, la disparidad de opiniones sobre dónde comer o dormir, qué visitar, cómo gastar el dinero… todo pesa, y las tensiones que aparecen a lo largo de unos días fuera de casa pueden resultar nefastas.

Por ello, si se viaja con un grupo de amigos, se deben escoger con cuidado. Además de tener una sintonía especial con ellos, se debe conocer su capacidad de ilusionarse, contar con sus condiciones de adaptación a situaciones imprevistas o para proponer soluciones que nunca se habrían contemplado a diferentes problemas.

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