Plantas, ¿cuánta luz es suficiente?

Sólo se benefician de la máxima intensidad lumínica cuando se sitúan en un radio de un metro alrededor de la ventana
Por EROSKI Consumer 23 de julio de 2007
Img plantas
Imagen: Chris Gladis

La luz es fundamental para las plantas. Los vegetales aprovechan los rayos solares para elaborar las sustancias nutritivas que precisan para vivir. Al permanecer mucho tiempo en una zona de sombra, sufren y lo manifiestan con un crecimiento deficiente. La cantidad de luz que necesitan varía en función de la especie. A su vez, la intensidad lumínica aumenta o disminuye según la distancia que haya entre la planta y la fuente de luz. El ejemplar sólo se beneficia de la cantidad máxima cuando se sitúa en un radio de un metro alrededor de la ventana. La orientación de la estancia es otro aspecto que condiciona la cantidad de rayos solares que reciben los vegetales.

En función de la especie

De acuerdo a sus necesidades lumínicas, las plantas de interior se clasifican en ejemplares de sombra, semisombra, luz y sol. Si no se conoce con exactitud la intensidad lumínica que precisa el vegetal, los propios rasgos naturales de las plantas aportan pistas. En general, los ejemplares que tienen hojas verdes necesitan menos luz que las plantas con flor o con follaje espeso.

El color del tejido vegetal es otro indicativo de las necesidades lumínicas. Cuanto más claro y fino, mayor es su sensibilidad hacia las quemaduras solares y, por tanto, menos luz necesita para vivir. En cambio, si el tejido es carnoso y grueso, es posible exponerlo a plena luz del sol sin que se dañe.

Emplazamiento apropiado

La posición de las plantas en la habitación también es determinante. Cuando atraviesa las ventanas, la luz experimenta un efecto de refracción que reduce el ángulo de incidencia de los rayos solares. Como resultado, pierde potencia y su intensidad decrece a medida que penetra en la estancia.

Los ejemplares que tienen hojas verdes necesitan menos luz que las plantas con flor

Se estima que la pérdida de luz es proporcional al cuadrado de la distancia que hay entre el vegetal y la ventana. Si la planta se sitúa en un radio de un metro, recibe la máxima intensidad lumínica. Sin embargo, a dos metros, absorbe cuatro veces menos y a tres metros, la cantidad de luz que toma es hasta nueve veces menor.

La orientación también influye

Una planta no recibe la misma intensidad lumínica en una habitación orientada al norte que en otra orientada hacia el sur. Según el punto cardinal, las condiciones de luz de la estancia son las siguientes:

  • Norte: reciben poco sol de manera directa y son habitaciones en las que predomina la oscuridad. Las plantas no han de colocarse a más de dos metros de distancia de una ventana.

  • Sur: están expuestas a mucha luz. En las regiones más frías, es la ubicación adecuada para las plantas. En cambio, en las más calurosas, es preciso disponer de una buena ventilación y un humidificador que eleve la humedad ambiental de la estancia para asegurar el crecimiento óptimo del ejemplar.

  • Este: se benefician del sol directo sólo durante las mañanas, pero en general, las plantas de interior se desarrollan sin problemas en habitaciones con esta orientación.

  • Oeste: el sol incide sobre ellas al final del día. En las zonas cálidas, o con veranos muy calurosos, es la ubicación idónea para los vegetales ya que la temperatura se mantiene regular durante todo el día.

Cómo aumentar la luz

En invierno, es poco frecuente que las plantas de interior padezcan por exceso de luz. En realidad, es más probable que suceda lo contrario. Durante esta estación, es conveniente aumentar la intensidad lumínica que reciben. Para intensificar la luz, hay que colocar detrás de la maceta una lámina de cartón blanco, o en su defecto una cartulina del mismo tono, en dirección a la fuente lumínica.

La luz artificial es otra de las opciones. Para las plantas que se hallen a más de un metro de una ventana, debe ser un accesorio imprescindible durante el invierno. Es aconsejable utilizar bombillas cuya luz se asemeje a la del día. Las lámparas de vapor de sodio son las más apropiadas, ya que están diseñadas para proporcionar la luz suplementaria que requieren los vegetales. Es aconsejable tomar ciertas precauciones porque es posible que el calor emitido por el foco dañe y marchite las hojas. Si la luz tiene una potencia de 150W, se debe situar, como mínimo, a un metro del follaje.

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