Neumáticos usados como combustible

Un sistema que reduce la cantidad de neumáticos abandonados ilegalmente en los vertederos, proporcionando energía a industrias como la del cemento o papel
Por Alex Fernández Muerza 25 de febrero de 2008
Img ruedas
Imagen: John Br.

Cada año se desechan en España unas 300.000 toneladas de neumáticos. La mayor parte acaba abandonada en vertederos, a pesar de que la ley lo prohíbe desde 2003. Entre las posibles salidas a esta ingente cantidad de residuos contaminantes se encuentra su utilización como combustible en industrias como la del cemento o el papel.

Apilados en grandes cantidades en vertederos, los neumáticos representan un serio problema de impacto ambiental. Además de malgastar la energía y los materiales con los que fueron producidos, contribuyen a la expansión de enfermedades, al servir de refugio a insectos, y constituyen un grave riesgo de alimentar grandes y tóxicos fuegos.

/imgs/2008/02/ruedas31.jpgDesde los años 90 se cuenta con diversas tecnologías que permiten el reciclaje de los neumáticos usados, con sistemas muy diversos que los aprovechan por ejemplo para producir aceras, superficies para áreas de juegos infantiles y canchas de baloncesto, o como parte del asfaltado para nuevas carreteras.

Sin embargo, este tipo de soluciones no acaban de despegar, por lo que algunos expertos recomiendan una práctica más directa y sencilla que los neumáticos saben además hacer muy bien: arder, y con ello, generar energía. De hecho, hasta la aparición de dichas tecnologías de reciclado, la utilización de los neumáticos usados como combustible fue el principal sistema de reaprovechar estos residuos.

Cada año se desechan en España unas 300.000 toneladas de neumáticos. La mayor parte acaba abandonada en vertederos, a pesar de que la ley lo prohíbe desde 2003
La idea consiste en desahogar los vertederos destinando los neumáticos desechados a industrias que utilizan grandes hornos para producir la energía que necesitan, como las cementeras o papeleras, y en general, cualquier industria que utilice hornos para generar energía.

En este tipo de empresas, los neumáticos, ya sean enteros o a trozos, y una vez procesados convenientemente, pueden utilizarse como combustible suplementario. De esta manera, se reduce el volumen de residuos de los vertederos, y se cubre las necesidades energéticas de estas empresas que los utilizan, disminuyendo el uso de combustibles contaminantes como el carbón.

Según la Asociación de Fabricantes de Caucho (RMA en sus siglas inglesas), en 2005 el 52% de los neumáticos usados en Estados Unidos fueron quemados como combustible. Por su parte, según la Asociación Europea de Fabricantes de Neumáticos y Caucho (ETRMA), en Europa esta cifra se situó en el 31%.

En este sentido, la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA), basándose en quince años de experiencia con más de 80 casos estudiados reconoce que, si bien no es la mejor de las soluciones posibles, la utilización de combustibles derivados de neumáticos usados es una alternativa viable al uso de combustibles fósiles, resultando más beneficioso que abandonarlos.

Asimismo, los expertos de la EPA señalan otras ventajas de los neumáticos como combustible:

  • Producen la misma cantidad de energía que la gasolina, entre un 25% y un 50% más que el carbón, y entre un 100% y un 200% más que la madera.
  • Además de ser más baratos que los combustibles fósiles, reducen la necesidad de utilizar éstos.
  • Al sustituirlos por carbón en los hornos industriales que los utilizan, se disminuyen las emisiones contaminantes de óxidos de nitrógeno (NOx) y óxidos de azufre (SOx).
  • La ceniza resultante contiene menos metales pesados que ciertos tipos de carbón, y en los hornos industriales cementeros, dicha ceniza se convierte en parte del producto, evitando así el problema de qué hacer con ella.

Críticas a este sistema

Algunos expertos critican que la generalización de estos sistemas puede abrir la puerta al uso de este tipo de hornos como basureros e incineradoras indiscriminadas para todo tipo de desechos. Además, señalan que quemar este tipo de productos genera diversos elementos contaminantes, especialmente dioxinas.

Por su parte, sus defensores señalan que tanto las normativas medioambientales como los estándares asumidos por estas instalaciones industriales garantizan la seguridad y los controles de estos sistemas.

En cualquier caso, cabe recordar el lugar que ocupan esta técnicas en la jerarquía de la gestión de los residuos, que de mayor a menor preferencia incluyen la reducción, la reutilización, el reciclaje, la conversión energética de los residuos (como es este caso), y por último, su vertido en instalaciones adecuadas.

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