Uso de antimicrobianos en animales

Agricultores y ganaderos europeos piden a la UE que no autorice la importación de carne de EE.UU. desinfectada con antimicrobianos por la posible resistencia bacteriana
Por Natàlia Gimferrer Morató 23 de abril de 2008
Img granja avicola

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas inglesas) ha publicado recientemente un dictamen sobre un posible aumento de la tolerancia y la resistencia bacteriana que tendrían cuatro agentes antimicrobianos utilizados para el tratamiento de la carne de las aves de corral en EE.UU. A su vez, los productores de aves y sus cooperativas del COPA-COGECA (agricultores y ganaderos europeos) advierten que autorizar tales prácticas reduciría los esfuerzos para producir carne de ave de alta calidad.

En la UE, los productores de aves de corral cumplen de manera eficaz estrictas normas de seguridad, no sólo para controlar la aparición de ‘Salmonella’ en los animales, sino para lograr un alto nivel de bienestar en ellos y, en consecuencia, de su carne. Sin embargo, según la COPA-COGECA, en EE.UU. tanto los requisitos de seguridad en las explotaciones como la preocupación por el bienestar de los animales resultan muy limitados. La carne es tratada en los mataderos con sustancias químicas antimicrobianas para reducir la existencia de ‘Salmonella’. Por este motivo se ha prohibido la entrada de carne de aves procedente de EE.UU. en el mercado europeo.

A su vez, las autoridades estadounidenses piden que la UE autorice este tipo de prácticas para poder vender su carne en territorio europeo. La unión del Copa-Cogeca, pide a las instituciones de la UE que no permitan las importaciones de carne de ave de Estados Unidos «desinfectada con lejía», haciendo referencia al tratamiento con sustancias, como el cloro, al que es sometida.

¿Antimicrobianos en la carne?

El mal uso de las sustancias antimicrobianas ha dado lugar a la pérdida de su eficacia en algunos casos

Según el Biological Hazards (BIOHAZ), grupo que estudia los posibles riesgos biológicos, perteneciente a la EFSA, el dióxido de cloro, sodio acidificado clorita, fosfato trisódico y peroxiácidos, utilizados para el tratamiento de las aves de corral, no plantea problemas de seguridad. No obstante, existen diferentes versiones acerca de los posibles efectos de estas cuatro sustancias empleadas en EE.UU. Los expertos afirman que no existen datos publicados que indiquen una mayor resistencia de las bacterias dentro del marco de su uso. No obstante, el BIOHAZ hace hincapié en la existencia de algunas sustancias, como los peróxidos, que podrían presentar resistencia a los antimicrobianos. Sin embargo, este grupo de compuestos, al no ser objeto del estudio, no se han valorado.

La EFSA añade que, entre 2005 y 2006, se realizaron varios estudios y se publicaron varios dictámenes sobre los cuatro agentes antimicrobianos en discordia. Las investigaciones, llevadas a cabo conjuntamente con la Comisión Técnica de Aditivos, Aromatizantes, Auxiliares Tecnológicos y Materiales en contacto con los alimentos (AFC), se centraban en la eficacia de la reducción de bacterias en los alimentos. Los resultados concluyeron que, de acuerdo con la información disponible en el momento, no había peligros en el uso de sustancias en la alimentación. No obstante, hoy en día se vuelve a replantear la posibilidad de que los cuatro agentes antimicrobianos podrían ser responsables de la aparición de resistencia bacteriana cuando se usan en el tratamiento de la carne de aves. Aún así, este proceso está en estudio.

Resistencia a los antimicrobianos

Las sustancias antimicrobianas, entre ellas los antibióticos, desinfectantes o antisépticos, han sido usadas durante muchos años para combatir infecciones bacterianas. A lo largo de las últimas décadas se han incorporado al mercado infinidad de sustancias con las que se pretendía ganar definitivamente la batalla a los patógenos. Sin embargo, la situación hoy en día no es la esperada ya que muchos de los antimicrobianos han perdido su efecto y cada vez la resistencia bacteriana está más extendida.

Los microorganismos establecen resistencia, en gran parte, por mutaciones concretas que generan una reducción en la permeabilidad para el antimicrobiano. El mal uso de estas sustancias ha dado lugar a la pérdida de su eficacia. El abuso, la administración incorrecta, un tratamiento incorrecto, dosis insuficientes o excesivas o una prescripción inadecuada son los principales causantes.

Este tipo de sustancias se añaden al pienso animal, especialmente a los cerdos y aves de corral, para el tratamiento masivo de las enfermedades infecciosas y para evitar su desarrollo. Se añaden también al agua para su tratamiento y se pulverizan sobre los cultivos alimentarios como prevención. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han estudiado durante años los problemas de salud relacionados con el uso de antimicrobianos en animales productores de alimentos. En la investigación sugieren realizar un uso prudente de los antimicrobianos, una exhaustiva vigilancia de su empleo en animales y una formación adecuada de los agricultores.

LA MAGNITUD DEL PROBLEMA

Img campylobacter1

Dos de las bacterias más responsables de enfermedades transmitidas por los alimentos son ‘Salmonella’ y ‘Campylobacter’. A día de hoy, se ha constatado una creciente resistencia a los antimicrobianos en los dos patógenos. La fuente principal de contaminación son aquellos animales productores de alimentos y, en algunos casos, no se ha podido aplicar un tratamiento eficaz. Las autoridades en materia de inocuidad de los alimentos indican que la resistencia establecida por las bacterias en los alimentos tiene una relación directa con el uso de fluoroquinolonas, un antibiótico que actúa según la concentración, es decir, a mayor dosis, mayor eliminación de inoculo bacteriano.

Aquellos países que prohíben utilizarlo en animales, como por ejemplo Australia o aquellos que los administran con mucha moderación, como Suecia, tienen niveles muy bajos de resistencia bacteriana. Por el contrario, en los países con tasas mucho más altas de uso de estos antimicrobianos en animales como China, España o EE.UU. es más frecuente la resistencia de los patógenos. Según la Red Internacional de Autoridades en materia de Inocuidad de los Alimentos (INFOSAN), la solución a la creciente resistencia a los antimicrobianos pasa por un trabajo en equipo con la participación de todas las partes implicadas a nivel internacional. Entre ellas destacan hacer del estudio de la resistencia patógena una prioridad nacional y promover la aplicación de las normas internacionales relativas a la prevención de la resistencia a los antimicrobianos.

El hecho de fomentar unas prácticas de higiene adecuadas, como administrar agua de calidad o piensos seguros, garantiza con creces la salud de los animales. Este hecho apunta a una notable reducción de la necesidad del uso antimicrobianos. En general, se ha establecido una larga lista de actividades dirigidas a una concienciación global de la población para hacer frente a un problema que, a largo plazo, puede repercutir de manera importante en nuestra salud.

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