Prevenir la presencia de patógenos es primordial para segurar la calidad y la seguridad de los alimentos. En la gran mayoría de ocasiones, el motivo de una infección alimentaria es una mala praxis en la manipulación de los alimentos. Vegetales que no se lavan de forma adecuada, comida elaborada con manos sucias o una mala higiene de los utensilios de cocina son los factores más destacados. Las bacterias son los patógenos más conocidos en la contaminación alimentaria, son los más habituales y los más estudiados. Se conocen sus debilidades y sus fortalezas, se sabe cómo actúan y cómo se multiplican. El artículo proporciona información de consulta rápida sobre las bacterias más habituales, qué alimentos afectan y cómo evitarlas.
Las bacterias son los patógenos más habituales en los alimentos, aunque no son los únicos. potablización.
Recomendaciones:
Cocinar de forma adecuada la carne de res, sobre todo las hamburguesas.
Control de los alimentos frescos en el origen, de forma especial la leche y la carne.
Evitar consumo de leche no pasteurizada o agua no potabilizada.
Desinfectar los vegetales que vayan a consumirse crudos o bien lavarlos con abundante agua.
Listeria monocytogenes
Alimentos implicados:
Alimentos refrigerados (se multiplica de forma rápida durante el almacenamiento de los alimentos a una temperaturas de refrigeración).
Alimentos listos para consumir a base de carne de res, pollo o pescado.
Leche cruda.
Quesos blandos.
Verduras con un excesivo almacenamiento en origen.
Productos en conserva o frío impide que se forme la toxina que desencadena la infección en humanos.
Shigella
Alimentos implicados:
Productos lácteos.
Carne de res y de pollo.
Ensaladas.
Frutas y verduras crudas.
Ostras crudas.
Agua no potabilizada o contaminada.
Recomendaciones:
Evitar consumir alimentos crudos o poco cocinados.
Mantener los productos crudos en refrigeración.
Adecuada higiene personal.
Evitar la contaminación cruzada, lavar utensilios de cocina después de su uso para no mezclar alimentos crudos con cocinados.
Yersinia enterocolítica
Alimentos implicados:
Carne de res.
Pescado.
Marisco crudo.
Productos lácteos.
Productos frescos.
Agua no potabilizada o contaminada.
Recomendaciones:
Evitar conservar los alimentos en refrigeración largos periodos de tiempo ya que es una bacteria resistente al frío.
Evitar el consumo de carne o pescado crudo o poco cocinado.
Evitar contaminación cruzada.
Extremar condiciones de higiene del manipulador.