El elevado coste de la angula hace que los distribuidores prefieran exportar la producción a Asia por ser más rentable

La escasez de las capturas esta temporada y la demanda de China y Japón pueden incrementar el precio aún más en los próximos años
Por EROSKI Consumer 17 de enero de 2005

Las altas cotizaciones de la angula en el mercado español están llevando a los productores y distribuidores a su exportación al mercado asiático. Las empresas anguleras prefieren trabajar el sucedáneo del producto para el mercado local y enviar la poca angula viva a los países orientales. «No nos dedicamos ya a la angula. Compramos para exportarla a China generalmente», afirma Jerónimo Izaguirre, gerente de Angulas Izaguirre.

Los consumidores no parecen estar por la labor de pagar la angula a precios astronómicos, por lo que los pescaderos no se atreven a poner la especie en el mercado. El consumidor ni pregunta, ni siquiera encarga la especie al contar con un precio aproximado de 1.000 euros el kilogramo. La escasez de las capturas esta temporada ha elevado los precios a cifras sin precedentes. Todo ello ha llevado a que la angula se exporte al mercado asiático porque allí encuentra fácil comprador.

Los compradores asiáticos adquieren alevines vivos destinados a ser engordados hasta alcanzar los 700 g por pieza como mínimo. De esta forma obtienen de un kilo de angulas, en el que pueden llegar a contarse unos 3.000 alevines, más de 2.000 kilos de anguilas adultas, con el beneficio económico que ello conlleva.

Los distribuidores de angula temen también que la entrada de los países asiáticos (China y Japón, principalmente) en el mercado de compras, haga que el precio se incremente aún más en los próximos años.

Cotización al alza

Todo ello explica que, ante las bajas capturas y el tirón del mercado chino, la cotización de la angula siga subiendo. Desde que se inició la temporada, los precios han sido excepcionales. Y muchos se preguntan las causas. Una de ellas radica en las escasas capturas.

El trabajo de los pescadores únicamente les permite obtener pequeñas cantidades del preciado alevín, «normalmente 300 o 400 g cada noche», relata Manuel Llorente, un angulero que desarrolla su labor en una de las dos únicas lonjas de Asturias que subastan este producto. «Si se está muchas horas y se tiene suerte, podemos llegar a conseguir un par de kilos», dice.

La mayoría de las pescaderías han dejado de adquirir angulas, pues no pueden arriesgarse a comprar a tan elevado precio y no venderlas después. Así que van a parar principalmente a restaurantes por encargo o a familias con alto poder adquisitivo.

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