La cola de caballo

Esta planta es un remedio muy efectivo para afecciones de la piel, cortar hemorragias, cicatrizar heridas, depurar y remineralizar el organismo
Por EROSKI Consumer 27 de mayo de 2002

La cola de caballo es una planta perenne. En invierno, su color es pardusco y el tallo estéril, culmina en una espiga repleta de esporas. En verano, el tallo es de color verde estriado con nudos circulares de los que surgen frágiles ramitas segmentadas. Prospera sobre suelos arcillosos, en terrenos húmedos, nunca muy lejos del agua, desde márgenes de ríos y arroyos a campos encharcados y en torno a pastizales.

Recolección y conservación

Los tallos y las hojas se recolectan a finales de verano. Se secan en manojos colgados a la sombra y se suelen conservar en bolsitas selladas. Exhalan un agradable aroma que recuerda al de la manzanilla.

Propiedades

Por su composición y principios activos (saponósidos, taninos, flavonoides, alcaloides y sales minerales -sobre todo sílice y potasio- y vitamina C) tiene acción antihemorrágica, cicatrizante, antifúngica, diurética, astringente y remineralizante. El gran secreto de la cola de caballo es su contenido en sílice, sustancia que se asocia a los procesos de crecimiento, y que está presente tanto en los pulmones, cerebro, hígado y músculos, como también en las uñas, pelo, piel y tejido conjuntivo.

Gracias a su contenido en sílice y potasio se revela como un excelente diurético, indicado en afecciones renales e inflamaciones de la vejiga urinaria y de la próstata, y para quienes tienen la necesidad de aumentar la cantidad de orina por tener tendencia a retener líquidos.

Al limpiar las vías urinarias (acción detoxificante), contribuye a depurar la sangre y a larga reduce ciertas afecciones de la piel. Por ello está muy indicada en caso de eccemas y herpes, así como en hongos de la piel.

Indicaciones

Heridas sangrantes, hemorragias nasales, erupciones y úlceras cutáneas, inflamaciones bucales, conjunjivitis, faringitis, torceduras, fracturas, osteoporosis, astrosis, hemorroides, varices, dolores menstruales, trastornos urinarios como cistitis (infección de orina), uretritis y problemas de próstata, edema, hipertensión arterial y piedras en el riñón.

Precauciones y plantas para combinar

Se debe evitar su empleo en caso de que exista irrritación de la mucosa gástrica y no es recomendable su consumo en embarazadas ni durante el periodo de la lactancia.

Combina muy bien con calaguala, bardana, saponaria, zarzaparrilla, oreja de oso, nogal, lavanda, manzanilla, tomillo, caléndula, milenrama, ulmaria, harpagofito, consuelda, zarzamora, bolsa de pastor, ciprés, anís y linaza.

Formas de presentación

Se puede obenter en bolsitas para infusión o para decocción, como jarabe o jugo de la planta fresca, en forma de cremas y lociones de acción tópica, como extracto seco o fluido y en polvo.

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