Pirámide alimentaria de Chile

La pirámide es la herramienta de educación alimentaria chilena para mejorar la calidad de vida de la población
Por Cristina Fernández, Maite Zudaire 26 de septiembre de 2007

La imagen gráfica y didáctica que representan las guías alimentarias de la población chilena es, como en otros muchos países, la Pirámide Alimentaria. Cada país (España, Estados Unidos, Filipinas, Puerto Rico o Chile) establece su diseño y adapta las recomendaciones dietéticas a la idiosincrasia, estilo de vida y cultura gastronómica de la población.

El Ministerio de Salud del Gobierno de Chile diseñó esta guía con el fin de mejorar la salud de la población. Al igual que ocurre con otras pirámides alimentarias, los alimentos se agrupan en diferentes compartimentos según el aporte nutritivo de los mismos. Asimismo, la localización y el tamaño de cada nivel hacen referencia a la proporción en la que se debe incluir cada grupo de alimentos en la alimentación diaria.

El objetivo de esta herramienta es que la población chilena adquiera hábitos alimentarios saludables desde edades tempranas, lo cual redunda en una mejora de su calidad de vida. El Ministerio de Salud del Gobierno de Chile ha editado un material sencillo y ágil, La Guía de la Alimentación Saludable: en 8 páginas se incluyen las explicaciones pertinentes para facilitar la interpretación de la pirámide y otros conceptos básicos de nutrición muy útiles para el consumidor, como información sobre las etiquetas y sobre higiene alimentaria para prevenir toxiinfecciones.

Los niveles de la pirámide

La pirámide de la alimentación para la población chilena se divide en cinco niveles:

Primer nivel: cereales, papas y leguminosas frescas

La base de la pirámide incluye alimentos ricos en carbohidratos como las papas, las leguminosas frescas, los cereales y sus derivados.

La bollería se incluye en el primer nivel de la pirámide porque, junto con la obesidad, Chile tiene graves problemas de desnutrición

En el grupo de las legumbres es donde se aprecia la primera diferencia con respecto a la pirámide de la alimentación española, en la cual las legumbres frescas se sitúan en el cuarto nivel, junto a las secas. Además, las guías de Chile contemplan también las legumbres propias del país.

Otra gran diferencia que llama mucho la atención es la incorporación de la bollería en este primer nivel. Esto es quizás debido a que, junto con los problemas de obesidad, en Chile también hay graves problemas de desnutrición, y este tipo de alimentos son fundamentalmente energéticos. No obstante, no existen razones dietéticas que justifiquen que este tipo de alimentos, exageradamente grasos, azucarados y calóricos, compartan la misma recomendación que otros saludables y nutritivos como son los farináceos que incluyen papas, leguminosas y cereales.

Las autoridades sanitarias recomiendan tomar, en este caso, entre 3 y 10 porciones diarias de todos estos alimentos. Sin embargo, la cantidad consumida de este primer nivel debe ser proporcional al gasto energético de cada individuo.

  • Cereales y derivados: arroz, trigo, avena, quinua, maíz, centeno, mote, fideos, pasta, pan y harinas.
  • Leguminosas frescas: habas frescas y arvejitas (guisantes).
  • Papas.
  • Choclo (mazorca de maíz): con el choclo se elabora un plato que llama la atención a quien lo observa, el pastel de choclo, una verdura obtenida de la planta del maíz. Además de choclo, el pastel contiene carne de ternera y pollo, huevo, aceitunas y pasas. Por encima se le añade azúcar y se acaba de cocinar en el horno.

Segundo nivel: verduras y frutasSe recomiendan, al día, entre 2 y 5 porciones de verduras y entre 2 y 4 porciones de frutas. En este grupo se incluyen no sólo frutas frescas y zumos, sino también frutas desecadas como los higos, las pasas o las ciruelas secas.

Tercer nivel: lácteos y proteicosEn este nivel se encuentran dos grupos. En primer lugar, la leche y sus derivados, de los cuales se recomiendan entre 2 y 4 porciones al día, y algunos alimentos ricos en proteínas en segundo lugar, que se refieren a carnes tanto rojas como blancas, pescados y mariscos, huevos y legumbres secas como los frijoles, los porotos, las lentejas o los garbanzos. Lo ideal es ingerir de 2 a 3 raciones diarias de estos alimentos.

Con la combinación de alimentos de este grupo se elabora uno de los platos chilenos más originales por su proceso de preparación, el curanto. Este plato se cocina en un agujero de un metro y medio de profundidad excavado en la tierra, en el que se colocan piedras que se calientan al rojo vivo. En el agujero, se añade marisco y se cubre con hojas de parra o de pangue, un árbol con grandes hojas de color verde oscuro. A continuación, se añade carne y se vuelve a cubrir de nuevo con hojas. Por último, se colocan las verduras y se envuelve todo con sacos mojados.

Cuarto nivel: aceites y grasasEn este cuarto nivel se sitúan los alimentos ricos en grasa como aceites, mantequilla, margarina, aceitunas, nueces y otros frutos secos, aguacate, maní o cacahuete. Se recomienda tomar de 1 a 3 porciones diarias.

Quinto nivel: azúcar y otrosEl vértice de la pirámide y, por tanto, al que se dedica menos espacio, se asocia a un menor consumo, tanto en cantidad como en frecuencia. En él se sitúan los alimentos dulces como el azúcar, la miel, las golosinas o las bebidas azucaradas. Es el único nivel que no tiene una recomendación cuantitativa. El mensaje se limita a al consejo de «moderar su consumo».

En Chile, todos los expertos están convencidos de que el ejercicio físico es beneficioso y necesario para llevar una vida sana. En cambio, este apartado no se ve reflejado en la pirámide. Algo similar ocurre con la ingesta de agua, que no se incluye pero que todos los expertos contemplan como básica.

Recomendaciones

ImgImagen: Rodolfo PalominosLas guías alimentarias para la población chilena incluyen algunas recomendaciones:

-Consuma diferentes tipos de alimentos durante el día. -Aumente el consumo de frutas, verduras y legumbres. -Use de preferencia aceites vegetales y limite las grasas de origen animal. -Prefiera carnes como pescado, pavo o pollo. -Aumente el consumo de leche de bajo contenido graso. -Reduzca el consumo de sal. -Reduzca el consumo de azúcar. -Seleccione una alimentación con gran cantidad de verduras y frutas, 2-3 tazas de leche desnatada, una presa (ración) mediana de pescado, pollo o pavo o un plato de leguminosas, una cantidad moderada de arroz, fideos o papas y una pequeña cantidad de aceites y otros productos grasos.

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