Tapizar un cabecero de cama

El tejido debe ser resistente al roce, a las manchas y a las arrugas
Por EROSKI Consumer 4 de octubre de 2002
Img cabecero cama
Imagen: Kristine

De rayas, con dibujos geométricos, con botones, de loneta, de jacquard, de metal o de madera. El cabecero es uno de los elementos principales de una cama. Decorativo y funcional, si la opción es tapizarlo hay que tener en cuenta el resto de la decoración del dormitorio, para respetar la estética del conjunto. Además, el tejido debe ser fácil de limpiar y ha de ser resistente al roce.

Un proceso rápido y sencillo

Para cubrir un cabecero se necesitan materiales que acolchen la dureza del tablón. La mejor opción para un acabado mullido es que la pieza esté cubierta por guata y goma espuma. La guata debe cubrir toda la superficie del cabecero, sin exceder los bordes de este último. Por lo que respecta a la pieza de goma espuma, ésta debe tener al menos 3 centímetros de espesor y ha de sobresalir unos 5 centímetros del cabecero.

Para poder trabajar con cierta comodidad lo más aconsejable es preparar el material en el suelo. Tras extender la guata sobre el pavimento se coloca encima la goma espuma, y, por último, el tablero que se va a forrar. A continuación, se dobla sobre el tablero la espuma que sobresale y se procede a grapar al tablero.

Con una grapadora mecánica se grapa el exceso de goma espuma al tablón. Debido al grosor de la espuma de poliuretano conviene colocar una grapa cada 8-10 centímetros en el borde de la pieza. La espuma debe quedar tirante por lo que no se debe escatimar en grapas.

La espuma debe quedar tirante por lo que no se debe escatimar en grapas

A continuación, se coloca la tela de tapicería elegida, que al igual que la goma espuma, debe sobresalir los centímetros suficientes de la madera para poder fijarla a ésta.

Tras extender la tela sobre el suelo, se centra encima de ella el tablón, y se comienza a fijar el tejido con grapas, de modo que quede tirante para que no haya arrugas.

Por último, solo queda cubrir la parte posterior del cabecero. Para ello, se coloca un forro de loneta sobre tablón, y se fija de nuevo con la grapadora.

Elegir la tela

De jacquard, otomán o loneta. Cuando se va a tapizar un cabecero es muy importante elegir un tejido resistente, fácil de limpiar y que esté en consonancia con el resto de la decoración de la estancia.

La mejor opción en este caso es decantarse por una tela que tenga al menos un 15% de tejido sintético. Este componente evitará que la tela del cabecero se arrugue, y le otorgará una mayor resistencia al roce y a las manchas.

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