El nuevo abastecimiento de agua a partir de una captación del río Eresma se inaugurará el 19 de julio, lo que permitirá que una treintena de municipios de las provincias de Valladolid y Segovia vuelvan a disponer de agua potable, después de dos años de depender de camiones cisterna debido al elevado nivel de arsénico del agua. La obra para la captación del río Adaja, que solucionará los problemas en Ávila, también está a punto de concluir.
Casi medio centenar de municipios de las provincias de Valladolid, Segovia y Ávila, con una población de más de 32.000 habitantes, están a punto de cumplir su segundo año sin agua potable. Desde el mes de julio del año 2000 localidades de estas tres provincias se han ido sumando a una larga lista de afectadas por la existencia de elevados niveles de arsénico en el agua y, en algunos casos, de nitratos.
Esta situación provocó que los ayuntamientos declarasen el agua no potable, lo que ha obligado a que desde entonces el abastecimiento se realice a través de aljibes fijos situados en las localidades afectadas.
Una vez localizado el problema, en febrero del pasado año las Cortes de Castilla y León instaron al Ejecutivo regional a la ejecución por la vía de urgencia de las obras necesarias para el abastecimiento de agua, de forma que comenzaron en julio de 2001. Desde entonces, se ejecutan dos actuaciones: la captación de agua desde el río Eresma, que solucionará los problemas de Valladolid y Segovia, y la captación del Adaja, para la provincia de Ávila. Con un presupuesto de 22,6 millones de euros, se puso en marcha la captación de agua desde el río Eresma, una actuación que será inaugurada por el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, el próximo día 19, lo que permitirá su inmediata puesta en marcha.
Hasta 22.833 habitantes podrán entonces volver a beber el agua que sale de sus grifos. La obra ha consistido en la construcción de un azud de 100.000 metros cúbicos de capacidad situado aguas abajo de la localidad segoviana de Coca, donde se ha construido una estación depuradora capaz de tratar el agua bombeada hacia un depósito que se ha instalado en Villaverde de Íscar, desde donde por gravedad se suministrará a las localidades de Íscar, Pedrajas de San Esteban, Cogeces de Íscar, Megeces, Mojados, Aldea de San Miguel, La Pedraja de Portillo, Portillo y Arrabal de Portillo, en la provincia de Valladolid; y Villaverde de Íscar, Remondo, Narros de Cuéllar, Chañe, Fresneda de Cuéllar, Mata de Cuéllar y Vallelado, en Segovia.
Otro bombeo desde la depuradora de Coca se realiza hasta un deposito instalado en Puras para después, por gravedad, suministrar a las localidades del ramal sur como son Puras, Almenara de Adaja, Bocigas, Llano de Olmedo y Fuente de Olmedo, en Valladolid; Villaguillo, Fuente de Santa Cruz, Ciruelos de Coca, Villagonzalo de Coca, Bernúy de Coca, Santiuste de San Juan Bautista, Donhierro, Tolociero y Rapariegos, en Segovia. También se realizarán bombeos individuales a Coca, Nava de la Asunción y Navas de Oro.
La otra actuación para acabar con el arsénico en la provincia de Ávila, que afecta a casi 10.000 habitantes de 12 municipios, consiste en una captación colectiva a través de una estación depuradora construida en Arévalo, para distribuir el agua desde la depuradora a Albornos, Fuente el Saúz, Fuentes de Año, Langa, Magazos, Noharre, Palacios de Goda, Palacios Rubios y Villanueva del Aceral. Estas obras, que también serán finalizadas de forma inmediata, según Medio Ambiente, tienen un presupuesto de 7,5 millones de euros.
En la Comunidad son ya 26 los municipios que se encuentran en alerta por escasez de agua debido a la sequía. Burgos y Salamanca, con diez y 12 entidades son las provincias, más afectadas por la sequía, donde las diputaciones ya han comenzado el abastecimiento de agua mediante camiones cisterna. En Soria hay dos municipios afectados, uno en Ávila y otro en Valladolid.
