Nueva liberación de caimanes y tortugas en peligro de extinción en Venezuela

Se produjo gracias al programa conservacionista que impulsa el Ministerio del Ambiente junto con otras organizaciones
Por EROSKI Consumer 20 de junio de 2005

Una nueva liberación de tortugas y caimanes endémicos de Venezuela ha elevado a más de medio millón y 4.000, respectivamente, el número de estos animales en peligro de extinción liberados en este país en los últimos 15 años.

Alrededor de un centenar de personas ayudaron a los conservacionistas a llevar en sus manos 5.000 tortugas Arrauy, la mayor de Latinoamérica de agua dulce, y 145 caimanes del Orinoco a las aguas del río Mocapra.

La liberación se produjo en este afluente del caudaloso río Orinoco, que divide a Venezuela de norte a sur, en una playa próxima a la localidad de Calabozo, en el céntrico estado de Guárico.

Calabozo, a unos 500 kilómetros al sur de Caracas, se encuentra en el Parque Nacional Aguaro-Guariquito que, junto al vecino Cinaruci-Capanaparo, cuenta con las mayores poblaciones de estas tortugas (Podocnemis expansa) y caimanes (Crocodylus intermedius). Ello, gracias al programa conservacionista conjunto que desde 1990 impulsa el Ministerio del Ambiente, universidades, comunidades y otros organismos no gubernamentales.

Según el biólogo Jesús Ramos, director de Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente, crece el número de estos ejemplares, que se liberan cada cierto tiempo, y también aumenta el cuidado con la fauna que tienen las comunidades de la zona, lo que garantiza más éxitos para el futuro.

Los caimanes, nacidos en cautiverio o de nidos colectados del medio natural, provienen de cinco diferentes criaderos que completan el programa y las tortugas de otros tres.

En lo que va de año, el programa permitió que fueran liberados en esa y otras zonas del país 600 caimanes y 42.000 tortugas, ambas especies de tamaños tales que hacen a sus individuos menos vulnerables a la depredación, excepto la humana.

Ramos recordó que este tipo de caimán, que puede alcanzar los seis metros, habitaba toda la cuenca del río Orinoco, tanto en Colombia como en Venezuela. Según ha señalado el experto, la explotación desmedida lo colocó en peligro de desaparición. Las causas fundamentales fueron el consumo de los huevos y de la carne, en el caso de las tortugas, y el atractivo de su piel para elaborar zapatos y carteras, en el de los caimanes.

Cuando el programa arroje en el futuro resultados que permitan el cambio de catalogación de estas especies hoy amenazadas y entren al menos en el nivel de especies vulnerables, las comunidades de la cuenca del Orinoco podrán verse beneficiadas de un regreso controlado de la cría con fines comerciales.

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