El incendio ocurrido en la central nuclear de Vandellós I (Tarragona) en 1989 obligó a trasladar el material combustible de la central nuclear a Francia para ser reprocesado. El combustible gastado se vitrificó y permanecerá en Francia hasta que en España exista un almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares.
Además, según el contrato que firmaron ambos países, el material combustible que aún no se había utilizado sería aprovechado por los franceses.
Actualmente, en Francia se guarda el combustible gastado de Vandellós I. Será gratis hasta 2010 y a partir de entonces, el país vecino cobrará a España una penalización diaria de 50.000 euros por los gastos que les supone guardar, tratar y mantener unos residuos que no le pertenecen.
El almacén de residuos supondrá alrededor de cuatro años de obras y aunque se comenzase a construir el próximo año, es evidente que no estará terminado para antes de 2010. Cuando haya un ATC, la penalización será devuelta pero no en su totalidad, ya que Francia descontará los gastos que le haya supuesto tener el combustible español.
