2011, año del murciélago

A pesar de sus beneficios para los seres humanos y la naturaleza, más de la mitad de las 1.100 especies de estos mamíferos está en peligro
Por Alex Fernández Muerza 27 de septiembre de 2010
Img murcielago
Imagen: David

Ahorran a los agricultores millones de euros cada año, contribuyen al mantenimiento de bosques y especies frutales en todo el planeta, podrían ayudar a combatir enfermedades humanas e incluso son un atractivo turístico en algunos países. A pesar de ello, los murciélagos son uno de los mamíferos más incomprendidos y perseguidos del mundo. Así lo describe el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y, por ello, ha decidido poner en marcha “El Año del Murciélago”, un conjunto de actividades para promover durante 2011 y 2012 su conservación y dar a conocer entre los ciudadanos sus beneficios ecológicos.

Unos animales indispensables e incomprendidos

La campaña, que cuenta con web propia, tendrá también entre sus impulsores a la Convención de Naciones Unidas para la Conservación de Especies Migratorias de Animales Salvajes (CMS) y el Acuerdo sobre Conservación de las Poblaciones de Murciélagos Europeos (EUROBATS). Entre todos ellos pretenden llamar la atención internacional sobre la delicada situación de estos animales, los únicos mamíferos capaces de volar.

A pesar de las cada vez mayores medidas de conservación -están protegidos por ley en muchos países-, más de la mitad de las 1.100 especies conocidas en el mundo se clasifican como amenazadas o casi amenazadas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). La destrucción de su hábitat, el impacto de las actividades humanas en sus lugares de hibernación, los incendios, el uso de pesticidas, el aumento de la urbanización o epidemias como el síndrome de la nariz blanca, que ha matado a más de medio millón de murciélagos en EE.UU. desde 2006, son sus principales peligros.

Unas 134 plantas utilizadas para la producción de alimentos dependen en parte o por completo de los murciélagos

El esfuerzo no es para menos. Los agricultores les deben mucho a estos animales: son un eficaz «sistema» natural de control de las plagas (las poblaciones de murciélagos en grandes áreas urbanas puede consumir casi 14.000 kilos de insectos en una sola noche). De esta manera, evitan el uso de pesticidas químicos y sus consecuencias negativas para el medio ambiente y la salud. La mezcla de sus excrementos con los restos de alimento y sus propios cadáveres da como resultado un abono de gran calidad para usos agrícolas denominado guano.

La producción frutícola de varios países depende en gran medida de los murciélagos de la fruta. Se estima que unas 134 plantas utilizadas para la producción de alimentos dependen en parte o por completo de la dispersión realizada por estos mamíferos. Por ello, señalan los expertos del PNUMA, cuando las poblaciones de estos seres desciende, el uso de pesticidas aumenta, así como el coste de cosechas como arroz, maíz o algodón.

La conservación de la biodiversidad también está en deuda con los murciélagos. En sus desplazamientos llevan consigo todo tipo de semillas que contribuyen a la extensión de los bosques en las latitudes medias y tropicales, así como a la polinización, esencial para la vida en el planeta. Gracias a ellos se regenera y mantiene casi una tercera parte de la superficie de la Tierra. Por ello, será un compañero idóneo para celebrar, también en 2011, el Año Internacional de los Bosques de Naciones Unidas. Los expertos recuerdan también que son unos buenos bioindicadores para conocer en qué estado se encuentra un ecosistema.

ImgImagen: DavidLa Medicina tiene también un interés especial por estos animales. Las paredes arteriales de los murciélagos apenas se deterioran con el paso del tiempo. Por ello, se estudia la manera de utilizar esta característica para la lucha contra la arteriosclerosis. Su resistencia a ciertas infecciones mortales para otros mamíferos, como la rabia, abre un campo de investigación de nuevos medicamentos.

Menos conocido, en general, los murciélagos también suponen un atractivo turístico en algunos lugares del mundo. En Austin (Texas, EE.UU.), el puente de la avenida del Congreso, sobre el río Colorado, alberga una colonia de más de un millón de ejemplares de la especie cola de ratón (Tadarida brasiliensis). Desde mediados de marzo hasta noviembre y durante el atardecer salen del puente para alimentarse de insectos (se estima que devoran hasta 15 toneladas diarias). Todo un espectáculo que atrae a cientos de turistas en el puente y los alrededores del río. Y en Zambia, el vuelo de ocho millones de murciélagos de la fruta, la mayor migración de mamíferos de África, asombra a cualquiera que tenga la suerte de contemplarlo.

Murciélagos en España y en Europa

España es uno de los países de la UE con mayor biodiversidad de murciélagos: se conocen 29 especies, algunas de las cuales son únicas en el continente. Es el caso del ratonero patudo, que vive en el parque María Luisa (Sevilla), en Doñana y en el zoo de Jerez de la Frontera (Cádiz).

Contribuyen a la extensión de los bosques en las latitudes medias y tropicales
Por su parte, el murciélago más grande de Europa, el nóctulo gigante (Nyctalus lasiopterus), habita en un hayedo del parque natural de la Garrotxa (Barcelona). Los murciélagos forestales, que abundan en el norte, y los cavernícolas, que prefieren el litoral mediterráneo, son los más resistentes a sus principales amenazas.

Los responsables europeos son conscientes de la importancia de conservar a este animal. EUROBATS se ha marcado como objetivo la defensa de 53 especies de murciélagos ubicados en 62 países, tanto europeos como del norte de África y Oriente Medio.

Algunas curiosidades sobre los murciélagos

El origen de la palabra murciélago (del latín mus, ratón, y caeculus, ciego) deja en evidencia el desconocimiento sobre estos animales: sólo comparten con las ratas un cierto parecido físico y no se los considera ciegos, ya que muchas especies, además de su sónar, emplean sus pequeños ojos para diferentes actividades. Su nombre científico, quiróptero, del griego quiros, mano, y optero, ala, se debe a que su extremidad es muy similar a una mano humana abierta y cubierta por una membrana.

A pesar de su mala fama, los murciélagos son unos animales inofensivos que no atacan casi nunca. Sólo el «vampiro» (Desmodus rotundus) que habita en las regiones tropicales de América del Sur, se alimenta de sangre de mamíferos de gran tamaño, como equinos y bovinos, y rara vez elige a los humanos.

Excepto en el Ártico, la Antártida y algunas regiones oceánicas aisladas, los murciélagos se encuentran en todas las partes de la Tierra. Su origen se remonta a hace 50 millones de años y, en la actualidad, representan casi una cuarta parte de la población mundial de mamíferos. No obstante, los científicos descubren cada vez más especies en lugares tan variados como Madagascar, Reino Unido, Filipinas, República Democrática del Congo o islas Comoras (África).

Su capacidad de hibernación también es sorprendente: entran en este estado con más rapidez y facilidad que cualquier otro mamífero y pueden sobrevivir durante muchos meses a temperaturas frías, incluso en el interior de frigoríficos, sin necesidad de alimentarse.

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