Siete planes de naturaleza especiales para el otoño

El otoño es una estación idónea para disfrutar de determinados planes de naturaleza
Por Alex Fernández Muerza 22 de octubre de 2015
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Imagen: Juanedc

Ir a por setas, disfrutar de los bosques llenos del colorido de las hojas caídas o a punto de caer, escuchar la berrea de los ciervos, contemplar la migración masiva de aves… Para quienes les dé pena que se acabe el verano es recomendable la siguiente lista de planes para salir a la naturaleza en otoño, uno de los mejores momentos para hacerlos.

1. Ir a por setas

El otoño es una estación muy esperada por los aficionados a la micología. La llegada de las lluvias y la humedad permite la proliferación de setas en los bosques. Se estima que en Europa hay unas 3.500 especies, de las que unas 100 son comestibles (de ellas, 15 o 20 excelentes) y unas 35 son tóxicas (de ellas, 5 mortales). Por eso, antes de ir a por setas conviene tener claros varios consejos para recoger las variedades más exquisitas, evitar intoxicaciones, no destruirlas ni a ellas ni a su entorno y cocinarlas para degustarlas de forma plena. Así se podrá conservar un recurso natural que en algunos casos está en peligro por una recolección y un consumo insostenibles.

2. Disfrutar de la caída de las hojas

El otoño es una estación muy esperada por los aficionados a la micología
Los árboles de hoja caduca marcan el paso del verano al otoño. España posee una gran riqueza de bosques de robles, hayas, castaños, etc., donde disfrutar del bello espectáculo de colores y formas que proporcionan la caída de sus hojas y sus matices de tonos cálidos. Visitar bosques como los de Fanlo (Huesca), Montejo (Madrid), Muniellos (Asturias) o Selva de Irati (Navarra) en esta época deleita los sentidos de cualquiera. Para los más pequeños de la casa puede ser, además, una experiencia única de contacto con la naturaleza y jugar con las hojas o llevárselas para luego hacer manualidades con ellas.

3. Escuchar la berrea

El comienzo del otoño es también sinónimo de otro espectáculo que ofrecen los ciervos en su época de celo. El ronquido característico de los machos (la berrea) para ganarse el favor de las hembras y competir por el poder se puede escuchar en lugares diversos de España, como las sierras de la Demanda, Urbión, Cameros y Cebollera, y también Alcarama, en La Rioja. Cuando se producen luchas entre machos, además de los bramidos, se puede oír también el choque de las cornamentas. Los mejores momentos para observarlo es al amanecer, a última hora de la tarde y durante la noche. Para hacerse una idea de una berrea se puede ver este vídeo del documentalista de naturaleza Luis Miguel Domínguez:

4. Contemplar la migración de aves

Durante las primeras semanas de otoño, diversas especies de aves emprenden un viaje migratorio que les puede llevar a recorrer miles de kilómetros hacia regiones más cálidas en las que refugiarse del invierno. España, el país con más Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de Europa, es un área obligada de paso para muchas de ellas. Algunos espacios naturales cobran un singular protagonismo con la llegada de miles de ejemplares. Es el caso de la Laguna de Gallocanta (Aragón), entre Zaragoza y Teruel, donde a partir de noviembre unas 200.000 grullas vuelan por allí en su viaje hacia África huyendo del frío de las tierras escandinavas de donde proceden.

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Imagen: R. B

5. Ver ríos y cascadas llenos de agua

Tras la época más seca del verano, las lluvias otoñales cargan de nuevo los caudales de los ríos y las cascadas. En algunos espacios naturales se puede disfrutar de impresionantes caídas de agua, como el salto del Nervión, la más grande de la península ibérica, con sus 222 metros de altura. Esta cascada se encuentra en el límite de las provincias de Burgos y Álava. La forma más sencilla de acceder a ella es desde Berberana o desde el puerto de Orduña. En este vídeo grabado con un dron se puede admirar en todo su esplendor:

6. Hacer senderismo

España posee una gran cantidad de rutas de senderismo para hacer deporte y disfrutar de la naturaleza. Durante los meses de otoño las temperaturas no suelen ser tan altas como en verano ni tan frías como en invierno, así que puede ser un buen momento para echarse la mochila a la espalda, andar unos kilómetros e incluso hacer un pícnic.

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Imagen: Alex Fernández Muerza

7. Admirar una puesta de sol

En otoño las puestas de sol se producen más pronto que en verano, por lo que es una buena ocasión para ir con niños o, simplemente, para poder aprovechar más tiempo luego. Algunos espacios naturales en España ofrecen puestas de sol inolvidables, como La Albufera de Valencia, Las Médulas en León o Es Vedrá en Ibiza.

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