Los países más «felices» del mundo son ecológicos

La calidad de vida y del medio ambiente de los ciudadanos ha disminuido, según el Índice de Felicidad del Planeta
Por Alex Fernández Muerza 9 de junio de 2011
Img paisesfelices2012

Costa Rica es el país más “feliz” del mundo, España el 62 y Estados Unidos el 105, según el Índice de Felicidad del Planeta (HPI en sus siglas en inglés). Según sus responsables, una ONG de economistas británicos, refleja el progreso de los países según “lo que realmente importa en la vida”: la felicidad, medida por la calidad de vida y la del medio ambiente que disfrutan (o sufren) sus ciudadanos. El HPI señala que los países son cada vez menos felices y su huella ecológica mayor. Por ello, reclaman un cambio económico basado en el respeto al medio ambiente y el bienestar de los seres humanos. Este artículo indica cuáles son los países más “felices” y ecológicos del mundo, destaca los malos resultados de Europa y España, y explica cómo se mide y para qué sirve el HPI.

Los países más «felices» y ecológicos del mundo

En la edición de 2012, el Índice de Felicidad del Planeta (HPI) evalua a 151 países de todo el mundo y ofrece una clasificación de los mismos. Ningún país alcanza el objetivo ideal en el que sus ciudadanos tienen una feliz y larga vida sin sobreexplotar los recursos naturales, pero algunos están más cerca que otros de lograrlo. En el top 10 mundial se encuentra Costa Rica, con un HPI de 64 sobre 100, Vietnam (60,4), Colombia (59,8), Belize (59,3), El Salvador (58,9), Jamaica (58,5), Panamá (57,8), Nicaragua (57,1), Venezuela (56,9) y Guatemala (56,9).

El modelo actual de progreso es un mito que el planeta y sus habitantes no pueden mantener
Al comparar los datos de 2012 con los del año pasado, se percibe el descenso de la puntuación: los países son menos «felices» que hace un año. En 2011 Costa Rica fue también el país con el mayor HPI del mundo, pero con un 76,1. Dos países más, República Dominicana y Jamaica, también pasaban de los 70 puntos (71,8 y 70,1 respectivamente).

Sus responsables también publican un mapa cromático en el que de un vistazo se aprecian las diferencias entre los distintos países estudiados. El color verde señala los indicadores positivos, con una gama decreciente que pasa por el amarillo y el naranja hasta llegar al rojo (los peores datos). En este sentido, se puede afirmar que la felicidad y el respeto al medio ambiente son un bien escaso en el planeta.

Europa y España, malos resultados

Los países considerados de forma convencional más desarrollados del mundo por su capacidad económica aparecen bastante más abajo. Por ejemplo, Estados Unidos se sitúa en el puesto 105, con un 30,7 de HPI, si bien mejora su clasificación del año pasado (114).

Los países europeos tampoco logran buenos resultados. El primero de la clasificación es Noruega, en el puesto 29, con un HPI de 51,4. Le siguen Suiza, en el puesto 34 (50,3); Reino Unido, en el puesto 41 (47,9); Alemania, en el puesto 46 (47,2); Austria, en el puesto 48 (47,1); o Francia, en el puesto 50 (46,5). Al igual que el resto de países, su puntuación también ha descendido con respecto a 2011.

España pasa del puesto 76 y los 43,2 puntos logrados el año pasado, al puesto 62 y 44,1 puntos. A pesar de esta mejoría relativa, los autores del índice destacan la «significativa caída en el bienestar nacional de España y Grecia, ambos inmersos en dificultades económicas severas y altas cifras de desempleo». La esperanza de vida en España es de las más altas del mundo (81,4 años), pero la sensación de bienestar de sus habitantes no es de las mejores (6,2 sobre 10), y su huella ecológica es muy elevada (España necesita 4,7 veces su territorio para mantenerse).

Cómo se mide y para qué sirve el Índice de Felicidad del Planeta

El HPI se basa en varios indicadores: la esperanza de vida, el índice de satisfacción personal y la huella ecológica. Sus resultados demuestran que un alto nivel de consumo de recursos, y por tanto de impacto ambiental, no produce un alto nivel de bienestar humano. Así al menos lo señalan sus responsables, la New Economics Foundation (NEF), una ONG de un grupo de economistas de Reino Unido.

Su objetivo es ofrecer una alternativa a los indicadores convencionales de la riqueza de un país, como el Producto Interior Bruto (PIB), y priorizar el elemento ambiental y el desarrollo sostenible para garantizar el bienestar de un país y sus ciudadanos. La NEF explica que el modelo actual de progreso es un mito que el planeta y sus habitantes no pueden mantener. Este hecho, según estos expertos, queda más en evidencia durante la actual crisis económica, que debe enfocarse como una oportunidad de cambio.

Sus responsables reconocen que el concepto de felicidad es complejo, e incluye aspectos como sentirse bien con uno mismo y con los demás, sentirse parte de un grupo familiar y social, tener recursos suficientes para vivir, poseer un determinado nivel educativo y cultural, etc. En este sentido, la NEF se basa en varios indicadores de otras instituciones, como la Gallup World Poll, la World Values Survey, la Global Footprint Network o los Informes de Desarollo Humano de Naciones Unidas.

El HPI ha influido en el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra en sus siglas en inglés) del Gobierno del Reino Unido en sus indicadores de desarrollo sostenible, o en el Índice de sostenibilidad Caerphilly del Condado de Borough (Gales).

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