Los 10 mejores ecodiseños del mundo

Varios expertos en ecodiseño seleccionan los productos que mejor aplican el componente ambiental del mundo
Por Alex Fernández Muerza 10 de abril de 2013
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Empresas e instituciones españolas y del resto del mundo aplican el ecodiseño para mejorar sus productos y ser más competitivos y respetuosos con el medio ambiente. Gracias a la incorporación del factor ambiental en el diseño industrial, se ha logrado un gran ahorro de materias primas y energía, y la reducción de emisiones contaminantes y de efecto invernadero. Este artículo señala los productos mejor ecodiseñados del mundo, seleccionados por varios expertos en ecodiseño.

Los 10 mejores ecodiseños del mundo

1. Bota de montaña ‘Hurricane’

Víctor Vázquez, coordinador técnico de Medio Ambiente del Instituto Andaluz de Tecnología (IAT), explica que la empresa Boreal escogió este modelo de trekking para un proyecto piloto (no se ha fabricado) que mostrase las posibilidades de mejora del ecodiseño. Patrocinado por la Empresa Nacional de Innovación (ENISA), dependiente del Ministerio de Industria, ha sido desarrollado por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universitat Autònoma de Barcelona, la Universidade de Santiago de Compostela y la empresa especializada en ecodiseño Inèdit.

Hoy en día gasta menos agua un lavavajillas que lavar a mano gracias al ecodiseño

Sus responsables calculan que su suela de caucho reciclado reduciría su huella de carbono en un 14% y la contratación de energía verde para su fabricación lograría una mejora ambiental del 2,6%.

2. Botellas de agua PET

Raúl García Lozano, director de producto de Inèdit, señala este producto que, como el resto de envases, son «cada vez más ligeros, con materiales de origen reciclado y/o reciclables, diseñados para optimizar el residuo en su gestión final».

3. Cafeteras ‘italianas’

Gorane Ibarra, jefa de proyectos de Ihobe, la Sociedad Pública de Gestión Ambiental del Gobierno vasco, señala a este tipo de cafeteras como un típico ejemplo de ecodiseño muy fácil de ver. «Su estrategia de ecodiseño, pensado hace mucho tiempo, es la no utilización de filtros de papel. Es un residuo innecesario generado cada vez que se hace café, o incluso cada vez que se toma un solo café, si se compara con cafeteras de cápsulas tan de moda en la actualidad».

4. Diseños de la cuna a la cuna

El arquitecto estadounidense William McDonough y el químico alemán Michael Braungart han inspirado con su sistema «De la cuna a la cuna» (Cradle to Cradle) diversos productos y edificios en todo el mundo. Este tipo de ecodiseño se basa en la naturaleza, con un ciclo de vida que aprovecha los residuos como nueva materia prima, y evita la utilización de sistemas y energías contaminantes para su producción y mantenimiento.

5. Edificios sostenibles

Sergio Fernández Casado, responsable de la Fundación La Casa que Ahorra, asegura que la arquitectura del siglo XXI impulsa sistemas sostenibles como los estándares sello Verde (España), LEED (EE.UU), BREEAM (Reino Unido), HQE (Francia), Passivhaus y DGNB (Alemania). Según este experto, el sector de la edificación es uno de los mayores responsables de los impactos ambientales totales: consume el 40% de la energía y de las materias primas de la Unión Europea (UE) y emite el 36% del dióxido de carbono (CO2). La rehabilitación de una vivienda con criterios sostenibles solo en la demanda térmica puede reducir más de un 40% su consumo de energía.

Raúl García señala el ecodiseño más reciente de su empresa, junto a Aguilera Arquitectos, Antoni Solanas y Gerona Group, un punto limpio de barrio para la ciudad de Barcelona. Está construido con materiales reciclables, de origen local y bajo mantenimiento, y utiliza sistemas pasivos de energía, captación de aguas pluviales y energía solar térmica.

6. Equipos eléctricos y electrónicos

El experto de Inèdit explica que los electrodomésticos, dispositivos de reproducción multimedia, equipos lumínicos, etc. han aumentado de forma progresiva su eficiencia en el consumo de energía.

En 2010, la UE cambiaba su etiquetado energético, al que añadía tres niveles de máxima eficiencia a los clásicos siete colores y letras de la A a la G. Los criterios de base se habían quedado desfasados, ya que la gran mayoría de los electrodomésticos lograban una clasificación A. Un frigorífico convencional de clase A con un volumen de 100 litros utiliza hoy en día 100 kilovatios hora (kW/h), frente a los 386 kW/h en 1980. El avance parece bueno, pero no lo es tanto si se compara con los frigoríficos actuales más eficientes, capaces de consumir tres veces menos electricidad.

7. Lavadoras y lavavajillas

La Comisión Europea (CE) adoptaba en 2010 dos nuevos reglamentos con una serie de requisitos obligatorios de ecodiseño específicos para las lavadoras y los lavavajillas domésticos.

En general, explica Raúl García, el ecodiseño se ha tenido que aplicar a todos los productos que emplean agua, de manera que también los inodoros, lavamanos, etc. tienen que ser más eficientes. Víctor Vázquez asegura que la reducción de consumo de agua y energía hace que hoy en día resulte más ecoeficiente lavar la vajilla con un electrodoméstico que a mano.

Uno de estos aparatos puede ahorrar a lo largo de su vida útil 1.245 kW/h de electricidad y 16.380 litros de agua por hogar. Un consumidor medio español puede dejar así de gastar 300 euros en la facturas de electricidad y agua.

8. Mobiliario

El diseñador de Inèdit destaca los muebles con materiales reciclados y reciclables, materiales certificados como las maderas con el sello FSC o PEFC, o diseñados para su desmontaje, como los bancos urbanos.

9. Muebles o productos que se venden sin montar

La experta de Ihobe recuerda que en ocasiones un factor ambiental importante son las emisiones del transporte. Los aparatos sin montar, de los que pueden llevarse muchas más unidades en un solo viaje, disminuyen de forma considerable su impacto ambiental.

10. Prendas de ropa

Raúl García también subraya el esfuerzo de los fabricantes de ropa que realizan sus productos con materiales reciclados, de origen local, con bajos consumos en agua en su realización, o con un reciclaje industrial de residuos, como los pantalones vaqueros.

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