Entrevista

Antonio Cano, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS)

La ansiedad es patológica cuando es muy intensa y se mantiene durante mucho tiempo
Por Clara Bassi 29 de julio de 2008
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Imagen: CONSUMER EROSKI

Crisis de ansiedad, agorafobia y fobia social son algunos de los trastornos que puede ocasionar la ansiedad. En realidad, ésta es una reacción emocional normal de las personas que dispara unos mecanismos fisiológicos para enfrentarnos a ciertas situaciones. Pero, cuando esta respuesta orgánica y cognitiva es muy intensa o dura, la ansiedad puede convertirse en patológica. La buena noticia es que se puede evitar enfermar de ansiedad. Antonio Cano, doctor en psicología y presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), nos da las claves en esta entrevista.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una reacción emocional normal en todos los seres humanos que tenemos en situaciones en que prevemos que puede haber un resultado negativo. En esos casos nos ponemos nerviosos. Por ejemplo, experimentamos ansiedad cuando vamos a hacer un examen y pensamos que vamos a suspender, cuando tenemos que hablar en público porque pensamos que podemos quedar mal, o ante distintas situaciones sociales.

¿Y cuáles son los síntomas que tenemos?

Nos ponemos nerviosos, estamos en alerta y reaccionamos de varias maneras. A nivel cognitivo se manifiesta por preocupación, inseguridad y dificultad para decidir. Como respuesta fisiológica empezamos a sudar y tensamos los músculos. Podemos ayudar a afrontar mejor esta situación si activamos más recursos pero, si lo hacemos intensamente, terminaremos con dolor de cabeza, molestias digestivas o contracturas musculares. Y, por último, relativo a la conducta, se experimenta inquietud, se evita la situación y también aparece temblor en la voz, la persona puede sufrir un bloqueo, echarse a llorar o mostrarse muy tensa y preocupada.

¿Qué más podemos notar?

Que nos cuesta dormir, recuperamos información de la memoria y estamos más preocupados para que nuestra conducta sea más rápida y ágil, nuestro corazón late más deprisa, el oxígeno llega a los pulmones y sentimos más fuerza en los músculos.

¿Cuándo esta ansiedad normal se convierte en patológica?

Es patológica cuando todas estas reacciones anteriores son demasiado intensas y las soportamos durante demasiado tiempo. Y esta situación no nos ayuda a obtener mejores resultados, sino que nos bloquea y tenemos un alto nivel de actividad fisiológica: padecemos insomnio, dolor de cabeza, falta de concentración, problemas de memoria… Esta ansiedad no es adaptativa y, en lugar de ayudarnos, nos perjudica.

¿Cuánto tiempo debemos convivir con ella para considerarla patológica?

Depende, es variable. El organismo puede estar preparado para una reacción de ansiedad intensa y que no suceda nada. El problema es si se prolonga mucho tiempo. Entonces pueden aparecer problemas digestivos, de piel, de salud mental y, si perdura considerablemente, llegar a sufrir un ataque. Estamos hablando de meses e, incluso, de años.

¿Se puede prevenir la ansiedad?

“El consumo en España de tranquilizantes y antidepresivos es abusivo y así no se curan los trastornos de ansiedad, se cronifican”

Se puede prevenir el enfermar de ansiedad. Cuando los niveles de ansiedad son muy altos, debemos aprender a afrontarla mejor para que no perjudique. Hay distintos test de autoevaluación que ayudan a saber qué nivel de ansiedad sufrimos. Test en los que se pregunta por síntomas como la preocupación, ansiedad, dificultades para tomar decisiones o evitar situaciones y la frecuencia con que se experimentan. Según las respuestas, da una puntuación. Si se sobrepasa determinado nivel -distinto en hombres y mujeres-, que suele estar por encima del 75%, es indicativo de que el grado de ansiedad es elevado.

¿Qué se puede hacer cuando se llega a ese punto crítico?

Podemos buscar información sobre la ansiedad, sus síntomas, cuándo es un problema y aprender técnicas para reducirla. También se recomiendan libros como “Venza sus temores”, de Reneau Peurifoy (Robinbook), y “La ansiedad. Claves para vencerla”, del que soy autor (Arguval). Si recabando información no es suficiente, será necesario acudir a un especialista para que realice una evaluación más completa. El terapeuta nos enseñará técnicas de relajación -que hay que practicar todos los días- y técnicas cognitivas de solución de problemas, para aprender a cambiar aquellos pensamientos que nos producen más ansiedad así como nuestra conducta, y de esta manera comportarnos de un modo más adecuado ante las situaciones difíciles.

Antes decía que hombres y mujeres tienen una puntuación distinta en ese test de ansiedad. ¿Padecen más ansiedad las mujeres?

Las mujeres tienen más puntuación en el test y también sufren más trastornos de ansiedad. Por cada varón que sufre un trastorno de ansiedad hay 2,2 mujeres.

¿Está aumentando la prevalencia de la ansiedad y sus trastornos?

En el último año la población española afectada por un trastorno de ansiedad ha sido del 5,9% en el último año, y un 12% del conjunto de la sociedad lo ha sufrido alguna vez en la vida. Estos valores presentan un aumento progresivo, y ya son tres veces más elevados que en EE.UU.

¿A qué atribuye este aumento?

A situaciones de la vida moderna como el estrés, con más prisas, más exigencia y más horas en el trabajo, al consumo de sustancias tóxicas o adictivas…

Los problemas de ansiedad, ¿remiten o se cronifican?

Tienden a cronificarse y complicarse con la aparición de nuevos trastornos. Los datos disponibles apuntan que dos de cada tres personas afectadas por un trastorno de ansiedad presentan comorbilidad, esto es, presencia de dos o más trastornos independientes.

¿Por ejemplo?

Trastornos de pánico con agorafobia que, a lo largo del tiempo, conducen a una depresión. O un trastorno de fobia no resuelto que lleva a un trastorno depresivo, con disminución en la calidad de vida. Se aprecia una seria falta de información en la sociedad, en general, y del médico de atención primaria, que no cuenta con formación específica en trastornos de ansiedad y depresivos, ni tampoco tiene tiempo para explicarle al paciente lo que le sucede y le prescribe tranquilizantes y antidepresivos. El consumo en España de tranquilizantes y antidepresivos es abusivo, y así no se curan los trastornos de ansiedad: se cronifican. Hay personas que toman tranquilizantes desde hace más de 40 años y que no responden al tratamiento; persisten sus problemas de ansiedad que con técnicas psicológicas se curarían.

¿Entonces el tratamiento de los trastornos de ansiedad debe ser eminentemente psicológico?

Sí. Sin embargo, se está aplicando, preferentemente, el farmacológico.

TRATAMIENTO DE LA ANSIEDAD Y LA DEPRESIÓN
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Imagen: Christian Johnson

El informe “Depression Report”, de la London School of Economics, sobre depresión y desórdenes de ansiedad crónica, ha hecho una estimación sobre cuánto costaría tratar estos trastornos con técnicas psicológicas eficaces, además de demostrar que la terapia farmacológica no sería tan rentable. Sólo una de cada cuatro personas que sufren de depresión y ansiedad crónica están recibiendo el tratamiento adecuado, según ese informe, que defiende el tratamiento psicológico y prevé la contratación de 5.000 especialistas en psicología y la formación de 5.000 enfermeras como terapeutas para el manejo de la ansiedad y la depresión, explica Antonio Cano.

“Esa inversión sería eficaz, en primer lugar, porque el paciente se curaría, en lugar de que su trastorno se cronificara; en segundo lugar, porque los fármacos son caros y se deben tomar toda la vida; y, en tercer lugar, porque la persona con un trastorno de ansiedad genera un gasto permanente al sistema sanitario, por visitas al especialista cardiológico o del aparato digestivo, y por realización de pruebas costosas sólo para que le digan que lo que tiene es estrés y ansiedad, y que no padece ningún problema físico”, declara Cano.

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